Otra muerte tiene como protagonista a la maldita policía, fue en la ciudad de La Plata durante la mañana del miércoles, cuando el Comando de Prevención comunitaria detuvo a un joven tras un robo y lo trasladaba a la comisaría.
Sábado 29 de agosto de 2015
La víctima que se identificó como Juan Martín Yalet, ingresó ileso al patrullero de la comisaría 9º, con las manos atadas por la espalda y llegó al Hospital San Martín con una herida de bala en la cabeza.
Inicialmente se intentó establecer la hipótesis de que se había suicidado arrebatando el arma de uno de los agentes, la investigación avanza y todo parece indicar que los 3 policías que trasladaban al joven tienen responsabilidad en el hecho.
La información indica que el robo ocurrido en 2 y 66 fue denunciado antes de las 8 de la mañana y recién pasadas las 9 hs. el joven ingresó en el sanatorio, nos preguntamos ¿qué pasó dentro de ese móvil durante más de una hora?
Este “modus operandi” no es ninguna novedad para esta fuerza de seguridad tan desprestigiada por casos de violencia institucional, también en la ciudad de La Plata hubo un caso de similares características en el año 2007, el joven Darián Barzabal fue asesinado por la policía mientras era trasladado esposado en un patrullero. Recordemos además el caso de Luciano Arruga, que también es trasladado en el patrullero como parte del “procedimiento”.
La investigación a cargo de la Fiscal Lacky de la UFI Nº 2 de La Plata avanza con las declaraciones de los testigos y se esperan los resultados de las pericias. Desde el Ministerio de Seguridad se informó que los policías fueron pasados a disponibilidad.
Este hecho tan grave pone en evidencia el actuar de la policía que Scioli despliega en los barrios de la provincia de Buenos Aires y que se sigue cobrando la vida de los pibes. La misma que se mantiene impune y legitimada bajo el discurso de “mas policías”.
El nivel de violencia policial e institucional en la Provincia de Buenos Aires (que en algunos casos alcanzó cifras récord durante la gestión de Scioli), es tal que hasta algunos sectores pertenecientes al mismo arco político del gobierno salieron a denunciar lo acontecido, que una vez más intentó disfrazarse bajo el eufemismo del suicidio. Lo que no pude disfrazarse es la crisis interna del oficialismo, que expresa lo irreconciliable que resultan los discursos de "derechos humanos" y la realidad de represión, gatillo fácil y torturas propios de un sistema criminalizador y disciplinador de la población trabajadora y pobre.
¿Éstos son los “derechos humanos” para el candidato del modelo? Poco tiene que envidiarle a Macri y Massa, ya que en este punto todos se ponen de acuerdo: la clave está en seguir militarizando los barrios y criminalizando a la pobreza y la juventud.
En agosto de 1993 el joven estudiante de Periodismo Miguel Bru fue secuestrado, torturado y desaparecido hasta hoy por miembros de la misma Comisaría 9° de La Plata que esta semana fue protagonista del crimen de Juan Martín Yalet. 22 años después, con la la maldita policía bonaerense sigue la represión y la impunidad.