Se trata de Germán Garavano, de la cartera de Justicia, quien celebró que el juez Sergio Moro asuma en el futuro gabinete del ultraderechista presidente electo de Brasil. El magistrado brasileño fue una pieza clave para que en el país vecino tuvieran lugar las elecciones más manipuladas de la historia reciente.
Jueves 1ro de noviembre de 2018 20:14
El ministro de Justicia de Macri, Germán Garavano, felicitó este jueves al futuro funcionario del gobierno de Jair Bolsonaro, Sergio Moro, quien aceptó el ofrecimiento del presidente electo y será la máxima autoridad en el ministerio de Justicia del país vecino.
Garavano posteó en redes sociales que “felicito a mi futuro colega, Sergio Moro, con quien compartimos valores de lucha contra la corrupción, independencia y promoción del acceso a la justicia”, y acompañó el mensaje con una foto en la que se ve lo ve a él mismo junto con Moro luego de una charla.
Felicito a mi futuro colega, Sergio Moro, con quien compartimos valores de lucha contra la corrupción, independencia y promoción del acceso a la justicia. pic.twitter.com/SqMp9Mzd5B
— Germán Garavano (@german_garavano) 1 de noviembre de 2018
Sin embargo, lejos está el juez Moro de esos valores proclamados por el ministro de Justicia argentino. Fue el propio Bolsonaro quien lo dejó en claro, al declarar que Moro lo “ayudó a crecer políticamente”.
Para entender esto, vale recordar que fue Sergio Moro quien mandó a prisión al ex presidente Luiz Inacio Lula Da Silva, quien era el favorito para las elecciones brasileñas. Su proscripción, posterior al también arbitrario golpe contra Dilma Rousseff, dio paso a las elecciones más manipuladas de la historia brasileña reciente, tuteladas por las Fuerzas Armadas y el Poder Judicial, y de ese modo pudo Bolsonaro llegar a la presidencia.
Ahora, como premio por los servicios prestados, el ex militar ultraderechista le ofreció un alto cargo en el Gobierno a Moro.
Lejísimos de los valores que enuncia Garavano, quedó clarísimo que el proceso del Lava Jato, lejos de buscar justicia y ser una lucha contra la corrupción, buscó manipular las elecciones brasileñas y robarle al pueblo del país vecino su derecho a decidir quién podría ser su futuro presidente.
Similares situaciones se dan en argentina en ocasiones, cuando el Poder Judicial solo apunta a la corrupción de un solo lado, la kirchnerista, que sin duda existió, y “olvida” juzgar y condenar a los funcionarios del poder de turno. Contra esta casta judicial al servicio de los poderosos, y entrelazada con servicios de inteligencia locales y extranjeros, hay que pelear por la elección popular de los jueces, que sean revocables, cobren el mismo sueldo que cualquier trabajador, y haya juicios por jurados.