Nikolaos Michaloliakos, el líder del partido neonazi griego Aurora Dorada, fue puesto en libertad este viernes a la espera del juicio que se celebrará en abril, acusado junto con gran parte de su organización de asesinato, posesión de armas y pertenencia a una banda criminal.
Diego Lotito @diegolotito
Sábado 21 de marzo de 2015
El jefe de los neonazis griegos, cumplió 18 meses en prisión, que es el tiempo máximo de detención preventiva establecido por la legislación griega. Desde ahora y hasta que se celebre el juicio, permanecerá en arresto domiciliario por posesión ilegal de armas, pero tendrá permiso para acudir al Parlamento en su carácter de diputado.
Este viernes también recobró la libertad otro diputado neonazi, Yanis Lagós, y el próximo 29 de marzo volverá a las calles el “número dos” del partido, Jristos Pappás.
Michaloliakos fue encarcelado en septiembre de 2013 tras la investigación que siguió al asesinato del rapero y activista de izquierdas Pavlos Fyssas, a manos de un militante de Aurora Dorada.
El 20 de abril es la fecha en que comenzará el macroproceso judicial en el que el líder neonazi será juzgado, junto a otros 70 militantes, por presunta dirección y pertenencia a organización criminal, asesinato y posesión de armas que culminará la investigación abierta tras el asesinato del rapero izquierdista Pavlos Fyssas en septiembre de 2013.
El juicio tendrá lugar en una sala de alta seguridad de la cárcel de Korydalós, donde estaba encerrada gran parte de la cúpula del partido.
Desde el encarcelamiento del Michaloliakos, Aurora Dorada defiende que existe una campaña de persecución política en su contra.
“Tras 18 meses de detención ilegal que fue decidida sin pruebas, nuestros compañeros están en libertad, a pesar de que la puesta en libertad va acompañada de condiciones inadmisibles porque el régimen tiene miedo de la voz de la verdad, la voz de Aurora Dorada”, aseguró el partido en un comunicado publicado en su página web.
Ideología neonazi, grupos de asalto y clientelismo xenófobo
Aurora Dorada, cuyo nombre oficial es Asociación Popular - Aurora Dorada es un partido de extrema derechaque defiende abiertamente una ideología fascistas y neonazi. Su líder Nikolaos Michaloliakos, que acaba de ser excarcelado, es un exmilitar que formó parte del cuerpo de paracaidistas del ejército griego.
El programa político de Aurora Dorada es muy similar al de cualquier otra organización de extrema derecha europea, combinando una retórica xenófoba y antiinmigrantes, con la denuncia de la Unión Europea, de la cual reivindica la salida inmediata de Grecia junto con el cese unilateral del pago de la deuda.
Sin embargo, a diferencia de otras formaciones eurófobas o populistas de derecha, Aurora Dorada defiende explícitamente los principios ideológicos del nazismo. El eje central de su ideología es la sangre, esto es, la raza. Defiende firmemente una supuesta “raza helénica”, que se encuentra amenazada ante la “invasión racial del extranjero”. El grito habitual en sus concentraciones políticas es “Αίμα, τιμή, Χρυσή Αυγή!” (Sangre - Honor - Aurora Dorada). Para quienes no lo tengan presente, “Sangre y Honor” ("Blut und Ehre") era uno de los lemas de las Schutzstaffel (SS) de la Alemania nazi.
Esta ideología reaccionaria se expresa brutalmente en su política ante la inmigración. Las medidas que defiende Aurora Dorada van mucho más allá del “securitarismo” común a la extrema derecha europea, incluidos varios de los gobiernos imperialistas de la Unión. Por ejemplo, para evitar la entrada de inmigrantes ilegales en Grecia, propone hermetizar las fronteras con minas antipersona y con vallas electrificadas, y deportar a todos los inmigrantes que ya se encuentran dentro del país.
Pero ni esta ideología ni la encarcelación de gran parte de sus dirigentes les ha restado popularidad entre muchos griegos, que ven en Aurora Dorada una alternativa a los partidos tradicionales vistos como corruptos y “antinacionales”.
Aurora Dorada es hoy la tercera fuerza parlamentaria de Grecia. En las elecciones del 25 de enero, obtuvo un 6,28 % de los votos. Ya en las elecciones europeas de mayo de 2014, con un discurso nacionalista xenófobo y antieuropeo, había cosechado el 9.38 % de los votos obteniendo 3 eurodiputados, con lo que ya en ese momento se convirtió en el tercer partido más votado, aunque no eran elecciones nacionales. Las elecciones europeas mostraron el avance electoral de varias formaciones de extrema derecha en todo el continente.
La formación neonazi había ingresado por primera vez en el parlamento griego tras las elecciones parlamentarias de 2012, cuando pegó un salto de un marginal apoyo del 0.29% a un 6.92% que le valió 18 escaños.
Desde entonces, envalentonados por su creciente simpatía en un sector de la población, sus militantes, organizados en una estructura calcada de las formaciones de asalto nazi, multiplicaron sus ataques violentos contra inmigrantes, homosexuales y militantes antifascistas y de izquierda, con la completa connivencia de la policía y la justicia griegas.
En agosto de 2012, la banda se vio envuelta en varios episodios de violencia xenófoba. El 7 de agosto, miembros uniformados del partido intentaron atacar un furgón policial en el que era trasladado un inmigrante paquistaní detenido por la violación de una chica griega de 15 años. Una semana después, la muerte de un inmigrante iraquí en Atenas a manos de vándalos de una brigada xenófoba volvió a poner en el punto de mira a Amanecer Dorado. A finales de ese mes, miembros de Amanecer Dorado protestaron porque el gobierno estaba utilizando un campamento militar del ejército griego en Corinto como campo de concentración de inmigrantes. Los casos de ataques son innumerables.
Sin embargo, la gota que colmó el vaso fue el asesinato del músico antifascista Pavlos Fyssas a manos de un alto cargo de la oficina regional de Amanecer Dorado en Nikaia, un barrio obrero del Pireo.
Su asesino, el militante ultraderechista Yorgos Rupakiás, ya cumple condena por este crimen, pero también estará entre los acusados que se enfrentan a delitos de asesinato, pertenencia a y dirección de organización criminal, posesión de armas y de archivos ilegales, entre otros.
La fuerza de Aurora Dorada se basa de todos modos no estrictamente en su propaganda ideológica, sino en su “actividad social”, pues muchos de los fondos del partido -que desde finales de 2013 no cuenta con financiación pública- se dedican a organizar una red de ayuda clientelar xenófoba con sus ya famosos repartos de comida "sólo para griegos", que organiza periódicamente. De hecho el partido no dudó en votar a favor de la primera ley del actual Gobierno de Alexis Tsipras contra la crisis humanitaria que el Parlamento aprobó el pasado jueves.
Aunque el retorno de la bestia negra del nazismo no es hoy una perspectiva que la burguesía griega defienda como salida a la crisis, las bandas fascistas de Aurora Dorada son la reserva con la que cuenta el capital para para sostener su poder si se ve seriamente amenazado por la clase trabajadora. En el pasado, la burguesía europea no dudó en recurrir a la solución del fascismo como método de guerra civil contra la clase trabajadora y los derechos democráticos para mantener sus privilegios contra la amenaza de la revolución obrera. Si el mismo escenario se desarrolla en el futuro, no dudará en reeditar estas soluciones.
La dura crisis económica griega sigue siendo caldo de cultivo para el surgimiento y desarrollo de grupos como Aurora Dorada. La estrategia reformista de Syriza, centrada en presionar al Eurogrupo para lograr un poco de financiamiento y flexibilidad en el plan de reformas, después de haber claudicado ante las imposiciones de la Troika, conlleva el peligro de que sobrevenga una oleada de desencanto y desmoralización de las clases populares del país. Un escenario inmejorable para que las hordas fascistas de Aurora Dorada se fortalezcan.
Solo la movilización de los trabajadores y el pueblo en las calles, construyendo organismos de autodefensa para aplastar a las bandas fascistas de Aurora Dorada, podrá imprimir confianza entre los trabajadores en sus propias fuerzas y mostrarse ante el conjunto de los sectores populares empobrecidos como una fuerza social y política capaz de dar una salida progresivas a la profunda crisis económica, social y política que vive el país.
Diego Lotito
Nació en la provincia del Neuquén, Argentina, en 1978. Es periodista y editor de la sección política en Izquierda Diario. Coautor de Cien años de historia obrera en Argentina (1870-1969). Actualmente reside en Madrid y milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español.