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Red Internacional
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ANEGAMIENTOS E INUNDACIÓN. Un nuevo temporal, las mismas consecuencias de siempre

Verónica Zaldívar

Verónica Zaldívar @verodivar

Viernes 13 de noviembre de 2015 09:35

Como si faltara un ingrediente extra a una previa del balotaje donde ambos candidatos ya no saben qué hacer para igualarse/diferenciarse y ser a la vez “el cambio” y “la continuidad”, un fuerte temporal vino a completar el cuadro. La lluvia cayó de forma continuada desde las 5 de la tarde, y nuevamente una buena parte de la ciudad gobernada por Macri y de la provincia gobernada por Scioli se fueron cubriendo de un manto cada vez más profundo de agua. No fue amarillo ni naranja: los vecinos se la vieron negra, tratando de volver a sus casas a través de calles devenidas lagunas o intentando buscar transportes alternativos en el caso de quienes utilizan la línea C de subte o los ramales Retiro-José León Suárez y Retiro-Mitre del ferrocarril Mitre que dejaron de funcionar. La Panamericana quedó cortada en varios tramos por el agua.

Catarata en el subte. Crédito: @lauramado

La zona de Nuñez fue noticia desde temprano porque se inundó tanto que debió suspenderse el esperado partido entre Argentina y Brasil, que se jugaría en la cancha de River.

Nuñez bajo el agua. Crédito: @sergiodainare

Estadio Monumental. Crédito: Diario Los Andes

En medio de tanta promesa electoral, la realidad que se muestra descarnada es la de las consecuencias de la falta de obras de infraestructura que evitarían las inundaciones, como recomendaron en numerosas ocasiones expertos en hidrografía, arquitectos y urbanistas. La falta de un sistema de alerta temprana, de sencilla implementación y con eficacia comprobada en otros países, es una carencia que impide salvar vidas y bienes materiales por hechos que podría anticiparse. Se trata de la combinación de distintos sistemas de medición relacionados con el clima, nivel de las aguas y otras herramientas que permiten predecir con anticipación cuándo habrá un fenómeno climático muy fuerte, capaz de provocar inundaciones u otro desastre.

Pero esta falta de inversión en infraestructura urbana básica es general y afecta a millones de personas en todo el país. Esta semana los medios de comunicación mostraron hasta el cansancio distintas secuencias de la instalación de vecinos de la zona oeste del Gran Buenos Aires en precarias carpas o estructuras en un descampado abandonado en Merlo, en muchos casos intentando estigmatizarlos para poner a la opinión pública en su contra. Para esto contaron con la inestimable ayuda de funcionarios municipales, provinciales y nacionales, que se pasearon por los programas de televisión reiterando la ilegalidad de la permanencia de centenares de familias en el terreno. Con semejante temporal es difícil no preguntarse por cuál será la situación de las miles de personas, incluyendo niños pequeños, que permanecen allí ya que la falta de un techo los lleva a medidas desesperadas como arriesgarse incluso a ser desalojados por la fuerza, como ocurrió en el Parque Indoamericano y más recientemente en otras partes del conurbano bonaerense. Pero lejos están de ser los únicos en esta situación, ya que hay más de 1.000 asentamientos en toda la provincia de Buenos Aires, gran parte de ellos surgidos durante la gestión de Daniel Scioli, que significó aumento de la precariedad laboral y de las condiciones de vida.

Entre tanta parafernalia de spots y todo tipo de publicidad de ambos bandos intentando ganar el balotaje, queda nuevamente a la vista que toda sus promesas no son más que palabras vacías, ya que no se abordaron seriamente problemáticas de larga data en algunas de las cuestiones más en esenciales que hacen a la vida de millones de habitantes del país.