La conducción de la central ratificó que su estrategia fue hacer un paro aislado contra el plan de guerra lanzado contra la clase trabajadora. Pero la medida tuvo una fuerza enorme y exige seguir. Hay que imponer desde abajo un paro activo con movilización masiva cuando se vote en el Senado la Ley Bases. Es parte de preparar el camino de la huelga general, la herramienta que necesitamos para liquidar el conjunto del plan de ajuste de Milei, el FMI y las grandes patronales.
Jueves 9 de mayo de 2024 16:05
En la conferencia de prensa que realizaron en la tarde de este jueves, los dirigentes de la CGT confirmaron que intentarán utilizar el enorme paro nacional como una medida de presión sobre el Gobierno. A pesar de la masividad y contundencia del paro, Héctor Daer, Pablo Moyano y otros referentes de la central sindical afirmaron que su objetivo es lograr cambios en la política económica del Gobierno.
En el inicio, Daer señaló que el paro era una medida “contra la política" oficial. Al tiempo que denunciaba algunos de los aspectos más antiobreros de la Ley Bases -que se discute actualmente en el Senado- insistía en la necesidad que el Gobierno “tome nota” del creciente descontento social
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En la misma sintonía, Pablo Moyano y otros dirigentes que tomaron la palabra, se refirieron a las negociaciones que se llevan adelante en el Senado por la Ley Bases. Daer llegó incluso a hablar de la necesidad de “concientizar” acerca de los efectos de la norma. ¿Está hablando de "concientizar" a los senadores radicales y macristas? ¿A los senadores libertarios? ¿A los peronistas que están bancando el ajuste de Milei?
Los dirigentes de la CGT dan cuenta del parazo que hicieron millones de trabajadores. Sin embargo, no plantean ninguna continuidad. Paro y movilización para tirar abajo la Ley Bases cuando se trate en el Senado.
— Nicolas del Caño (@NicolasdelCano) May 9, 2024
Daer insistió, señalando que el éxito de la medida "no es un fin en sí mismo. Es el llamado de atención a las autoridades para tener que encontrar un rumbo que rectifique este daño social que están llevando adelante con las medidas que están tomando". A su turno, Moyano afirmó que “la gente juzgó al gobierno con el paro nacional. El rechazo va creciendo. Hoy fue una clara muestra del hastío. Mucha gente que paró los ha votado. El gobierno tiene que tomar nota. Si ellos ratifican el rumbo político, la CGT va a ratificar el rumbo del plan de lucha”.
Sin embargo, el Gobierno viene ratificando el rumbo de ajuste y la CGT le responde con un llamado a negociar. La conducción sindical responde con una medida aislada, sin continuidad, a lo que es un verdadero plan de guerra contra el pueblo trabajador, que se viene llevando adelante desde hace meses. Los dirigentes sindicales repiten la estrategia del 24 de enero: una fuerte medida con el único objetivo de intentar sentar en una mesa de negociación a Milei y las grandes patronales. Pero "negociar" significa aceptar parte del plan de guerra de Milei contra la clase trabajadora. Significa seguir entregando conquistas y derechos.
En este caso, el paro fue mucho más fuerte, alcanzando a ramas y sectores más amplios. Contó, además, con la simpatía de sectores de comerciantes y las clases medias. Al mismo tiempo, se dio en un contexto de mayor crisis social, donde crece el descontento con el Gobierno.
La política de la conducción sindical ya se muestra impotente. Este martes, el Gobierno se dedicó a atacar a los trabajadores y trabajadoras que fueron al paro. Montó una campaña en los medios afines, demonizando a quienes adhirieron a la medida de fuerza. Sin embargo, eso no logró evitar que el paro fuera contundente, como lo mostraron las imágenes de todo el país.
La realidad mostró que existe una enorme fuerza para derrotar el ajuste. Luego de la masiva Marcha Universitaria del 23 de abril, llegó este poderoso paro. La oposición y el rechazo a la políticas del Gobierno de Milei crecen. Lo que hay que hacer es potenciarlo, no ponerle límites como hace la conducción sindical peronista.
Hay que empezar a preparar desde ahora la pelea contra la Ley Bases en el Senado. Ese día hay que lograr que haya un nuevo paro general, que sea activo y con una movilización masiva. Tenemos que ser cientos de miles quienes rodeemos el Congreso para tirar abajo esa nefasta ley. No hay negociación posible. No se le pueden hacer cambios que sean progresivos. Es una ley contra el pueblo trabajador. Por eso hay que tirarla abajo.
Pero eso hay que imponérselo a las conducciones sindicales. La bronca y la disposición a pelear que se vio este jueves tiene que transformarse en organización y lucha. Es la fuerza para impulsar asambleas en cada lugar de trabajo y en cada barrio, preparando la pelea contra la Ley en el Senado. Al mismo tiempo, es necesario impulsar también la discusión en cada lugar de trabajo. Hoy ya circula un petitorio que llama que reclama desde las bases el paro y movilización en esa jornada. Organizando la bronca desde abajo, democráticamente, es posible imponerle a la CGT y las CTA una pelea en serio contra el ajuste.
Hay que preparar el camino de la huelga general. Una huelga general que pueda paralizar el conjunto del país hasta liquidar todo el plan de Milei, las grandes patronales y el FMI. Esa fuerza se vio este jueves. Se puede ganar.