Una reflexión necesaria para los trabajadores de la educación sobre su organización sindical y las perspectivas de sus dirigentes.
Jueves 14 de junio de 2018
En la última asamblea sindical el directorio mostró dos posiciones diferentes ante el acto del primero de mayo, lo que expresa dos formas distintas de relacionarse con las autoridades. Es normal que existan distintas posiciones en un directorio, lo importante es que la diversidad de opinión sea resuelta democráticamente por las bases del sindicato y no a sus espaldas, es decir que sean estas quienes toman finalmente las decisiones a través de una votación.
Más allá de la forma en que se llevó la discusión en la última asamblea, que no ayudo a poder debatir los distintos argumentos y puntos de vista, quiero explicar el contenido.
¿Es nuestra aliada la corporación?
Desde mi perspectiva desde un principio no se debió invitar a las autoridades al acto del día del trabajador. Las razones son claras: hubo 80 profesores despedidos a finales del 2017, muchos de ellos fueron reubicados forzadamente en otras unidades educativas, otros fueron directamente despedidos, entre estos a dos de nuestras delegadas sindicales.
Tras los despidos continúan las prácticas antisindicales hacia las y los delegados en escuelas y liceos. Nuestro empleador avala el autoritarismo de las y los directores, lo vemos en el Liceo Hombres con una directora que agobió y maltrató a 36 docentes el año pasado y que hoy sigue trabajando como si nada.
Por ultimo estuvo la importante movilización por el pago de nuestros sueldos, que luego de varias semanas de lucha y una semana de paralización, logramos que la corporación se hiciese cargo de por lo menos una parte de lo que se nos descontó.
Por otra parte año a año hay descuentos menores en nuestros sueldos que se traducen en un “robo hormiga” sumado a que hoy se niegan a pagar el bono SAE a quienes ganamos la demanda, poniendo un recurso de nulidad para poder quedarse con esa plata que le corresponde a los profesores.
Hoy sus principales autoridades están formalizadas y están siendo investigadas por malversación de fondos públicos, de salud y educación, para la campaña electoral de la alcaldesa Karen Rojo.
Estos argumentos son solo un ejemplo del rol que juega la corporación, que históricamente es un engranaje del gobierno para mantener a los trabajadores de la educación agobiados y en malas condiciones de trabajo.
Los recambios de personal son una forma de maquillar este rol estructural, el modelo educativo actual se trata de no “gastar” en educación, para favorecer el negocio de la educación particular, que divide una educación para pobres (municipal y la gran mayoría de la subvencionada) y otra para ricos (particular y de altas mensualidades), en desmedro de las condiciones de los trabajadores de la educación y de la calidad de la enseñanza.
¿Cuál es el camino que tomará el sindicato?
Todo esto contrasta con la visión y práctica de otra parte de la directiva, de trabajar junto con la jefatura de la Corporación Municipal considerando a estos como si fuesen nuestros aliados, es por esto que se pronunciaron a favor de invitar a las autoridades, recubriendo esto con un sentido de “darle un carácter oficial al acto” o de una supuesta ética, o como si por el simple hecho de ser nuestros jefes les debemos invitar.
Por otra parte está el argumento económico de los “bonos” los cuales en realidad si existen están considerados dentro del presupuesto anual y no tienen nada que ver con si va o no una autoridad al acto. Por el contrario los bonos son el fruto de nuestro esfuerzo como trabajadores.
En resumidas cuentas ellos no son nuestros aliados, no tienen las mismas necesidades que nosotros, tienen sueldos de gerentes mucho mayor que un docente y sin vivir el agobio, por eso no debemos depositar nuestra confianza en las autoridades, debemos fortalecer la confianza en nuestras propias fuerzas, no debemos trabajar con los mismos que nos mantienen en las condiciones laborales actuales.
Por el contrario desde el sindicato debemos buscar dar esta lucha con el conjunto de los otros los trabajadores, de distintos sectores que sufren las mismas condiciones laborales y prácticas anti sindicales, con las y los estudiantes que viven las miserias de esta educación precarizada.
Eso es lo que he venido haciendo buscando siempre la unidad con el Colegio de Profesores y en la coordinadora contra los despidos y en defensa de las y los trabajadores, participando en las movilizaciones y concentraciones de otros sindicatos como el Sindicato Interempresa del FCAB, con los estudiantes y en las marchas del movimiento de mujeres contra la violencia machista.
Pero este no es un debate solamente de Antofagasta, es también debatir con lo que viene haciendo el directorio nacional del colegio de profesores dirigido por Mario Aguilar, del Frente Amplio, quien está en mesa de dialogo con el gobierno, y que lejos de conquistar alguna de las demandas, el gobierno decidió avanzar en su propio proyecto, todos al aula, sin considerar la voz de los profesores, una vez más demostrando que las gestiones de Aguilar fueron ganar tiempo para que el gobierno tomase su iniciativa.
Otra variante del sindicalismo de confianza en las autoridades es la de Manuel Leyton
En la última asamblea asistió Manuel Leyton, quien no se había hecho presente en prácticamente todo el año ni ha aportado con trabajo sindical, quien fue activo impulsor de la campaña de Mario Aguilar.
Él expresa una forma de hacer sindicato que es contraria a los propios trabajadores, durante toda su gestión se la paso buscando acuerdos con los políticos tanto de la derecha como de la concertación, tratando de que vía los acuerdos con la corporación se mejorarían las condiciones de los trabajadores, pero las únicas condiciones que mejoraron fueron las de su propio bolsillo.
Manuel Leyton es director sindical, se le pagan las horas sindicales igual que al resto del directorio y vive a costa del sindicato, usa las horas sindicales para su uso personal y además tiene un cargo de jefe de UTP, lo que contradice su labor sindical al tener un cargo de confianza con el empleador.
Su proyecto de sindicato es vivir de él y sacar beneficios personales, en vez de fortalecer una organización fuerte que se plantee realmente dar una pelea por terminar con la educación de mercado y sus condiciones laborales miserables.
El ejemplo más claro de esto fue durante su gestión como presidente (2015-2016), cuando vivía en la casa que arrendaba el sindicato, es decir todos los socios le pagamos el arriendo por meses, esto junto a una acusación contra su gestión, de parte de prácticamente todas las escuelas, por millones en gastos sin justificar, que aportamos mes a mes los sindicalizados en ese año.
Es por eso que a un sector nos molestó que aparezca después de todo este tiempo a la asamblea a criticar el trabajo del sindicato.
Un sindicato independiente de las autoridades y de unidad con las y los trabajadores para conquistar nuestras demandas
Lo que se trata es de fortalecer el sindicato trabajando codo a codo con el colegio de profesores y buscar unificar todas las distintas luchas de los trabajadores, porque es la única forma de conquistar todas nuestras demandas, de forma totalmente independiente a las autoridades.
Es por eso que hay que salir con una fuerte campaña para sacar a la luz pública la demanda del bono SAE y exigir que la Corporación Municipal pague lo que le debe a los profesores. Esta campaña debe ser en conjunto con el colegio de profesores ya que debemos mostrar fuerza y unidad de todos los trabajadores de la educación.
¿Qué hace la CMDS con los salarios de los Docentes? ¿En que fueron gastados estos montos destinados a educación?
Hay que avanzar a cuestionar los roles que cumplen las jefaturas de la Corporación y en las escuelas. Que los profesores, los trabajadores de la educación, estudiantes y apoderados sean quienes elijan la figura que represente estar a cargo de la educación.
Sin embargo esto no es suficiente, para terminar realmente con el autoritarismo en las escuelas hay que fortalecer la democracia a través de las asambleas y que las decisiones sean tomadas por trabajadores de la educación, estudiantes y apoderados, con consejos escolares resolutivos, una gestión de los verdaderos actores de la educación que permitiría terminar con las figuras autoritarias de directores y equipos de gestión.
Para conquistar una educación gratuita de calidad, libre de trabajo precario, de agobio, financiada por el estado, para terminar con la división de una educación para ricos y otra para pobres.

Nuestra Clase
Somos la agrupación de trabajadores de la educación Nuestra Clase, de Chile. Quienes conformamos esta agrupación somos compañeras y compañeros independientes y militantes del PTR