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Red Internacional
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Impunidad. Un tribunal de La Plata dictó la excarcelación para el genocida Wolk

Por el momento, el “nazi” seguirá cumpliendo prisión domiciliaria por estar procesado en otra causa. Aún no tiene condena.

Miércoles 25 de abril de 2018 17:11

Fotografía: QueDigital

“Mi vieja, cuando estaba embarazada de mi, fue detenida en el Pozo de Banfield en noviembre de 1975, o sea que fue víctima de este represor”, comenta con bronca Alejandrina Barry.

Es que el Tribunal Oral Federal (TOF) nro 1 de La Plata dictó la excarcelación del genocida Juan Miguel Wolk, jefe del Pozo de Banfield durante la última dictadura militar. La excarcelación no será, por ahora, efectiva, puesto que está procesado en otra causa. Sin embargo, goza del beneficio de prisión domiciliaria, que cumple en su casa de Benedetto Crocce 3045 en Mar Del Plata.

“Uno recibe la noticia y lo primero que tiene para decir es que el accionar de la justicia es repudiable. Pero inmediatamente lo que sigue es que es muy ridículo todo. Quedó demostrado en un juicio que en este país hubo un Plan sistemático de Robo de Bebés y para ello se demostró que muchos niños nacimos en la maternidad clandestina del Pozo de Banfield. Este personaje dirigió la maternidad. Banfield fue uno de los centros clandestinos que participó del Plan Cóndor. ¿Cómo es que se llega a la fecha y Wolk no tenga ninguna condena?”, pregunta, también con bronca, Victoria Moyano, nieta recuperada y compañera de Barry en el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos.

Foto: Victoria Moyano y Alejandrina Barry, del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos.

El hombre, conocido también como “el nazi” o “el alemán”, fue condenado a 25 años de prisión en los juicios que se realizaron a la salida de la dictadura, pero luego fue “perdonado” gracias a las bochornosas leyes de Obediencia de vida y Punto final. Durante años la justicia “lo dio por muerto”, a pesar de que seguía cobrando su jubilación como profesor de la Escuela Vucetich y se paseaba por Mar del Plata con total impunidad. Con la caída de las leyes del perdón, fue reconocido por una ex detenida-desaparecida y se le dictó la prisión preventiva en 2009.

En 2012, recibió el beneficio de la prisión domiciliaria y, no contento con ello, el nazi Wolk se fugó. La faena incluyó una cuota de cinismo: la hija, que según organismos de DDHH lo ayudó a escapar, denunció que el genocida estaba “desaparecido”. Tras ser capturado en la casa de su hermano en Mar Del Plata, volvió a recibir el beneficio de la domiciliaria en enero de 2016.

Foto: QueDigital

Ahora, con votos de los jueces Germán Castelli, Alejandro Esmoris y Pablo Vega, el TOF1 de La Plata suma una cuota más de impunidad: levanta la prisión preventiva en la causa del Pozo de Banfield. Wolk sigue en prisión domiciliaria porque sobre él pesa otro procesamiento en la causa por el CCD Brigada de Investigaciones de Lanús o “Infierno”. Sin embargo, continúa sin condena y este espaldarazo del poder judicial platense lo acerca un poco más a la plena libertad.

“No es un caso aislado, sino una política de Estado y de un gobierno que desde que asumió está haciendo todo lo posible para garantizar la impunidad de los genocidas” fustiga Barry. “Parte de esto es la lista de 100 represores que el Servicio penitenciario presentó para pedir su excarcelación. Lo que está pasando es una política muy grave de impunidad. No han podido hacer pasar el 2x1, porque lo enfrentamos en las calles, pero por abajo están intentando una política de impunidad para todos los genocidas”, cierra la mujer que denunció a la Editorial Atlántida por su complicidad con la detención de sus padres durante la dictadura.

Por su parte, Victoria Moyano agrega: “Esto se explica porque los juicios fragmentados posibilitan que siempre se empiece de cero. Esto que denunciamos hace años hoy tiene la expresión concreta de una excarcelación a Wolk. Por otro lado, también está el paso de tiempo, o mueren impunes porque se benefician de prisión domiciliaria o como en este caso hay excarcelación. No son leyes ni Indultos, ahora el tiempo actúa como mecanismo para garantizar la impunidad”.