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Red Internacional
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Una alternativa revolucionaria contra el golpe y los ajustes

Domingo 1ro de mayo de 2016 18:17

En Brasil hay en curso un golpe institucional orquestado por la derecha para la que los ajustes que viene implementado el gobierno de Dilma Rousseff no son suficientes.

La investigación de Petrobrás que sentó las bases para el impeachment, busca remover los esquemas de corrupción controlado por el PT junto a las translatinas brasileras para sustituirlo por un nuevo esquema de saqueo que beneficie más claramente a los carteles internacionales del petróleo.

El ataque a derechos elementales , como la delación premiada, la prisión preventiva y las escuchas basadas en indicios, transformados en espectáculos mediáticos que son condenas políticas de hecho, son métodos comunes en las favelas de Brasil, que ahora están siendo utilizados para atacar a un sector capitalista a favor de otros. Estas medidas fortalecen el carácter bonapartista del poder judicial que se postula como árbitro como resolver las crisis nacionales.

La complicidad entre el poder judicial, las grandes corporaciones mediáticas y la oposición de derecha parlamentaria para viabilizar el impeachment contra Dilma Rousseff tiene como objetivo establecer un gobierno de ataques a la clase trabajadora, aún más duros de los que venían en curso por las manos del PT. Estos actores utilizan la investigación de los escándalos de corrupción del PT para imponer un gobierno más afín a sus intereses.

Por esto, la batalla contra el golpe institucional que está planteada es un combate de principios de primer orden, pues de lo que se trata es de rechazar el avance de la derecha en la región y la legitimación de ataques a las libertades democráticas que tarde o temprano se volverán contra los sindicatos y organizaciones de la izquierda.

Rechazamos el golpe por motivos distintos del PT, que defiende esa democracia de las coimas y que con su estrategia de colaboración de clases se ha adaptado a este régimen basado en el soborno y los privilegios de una casta política reaccionaria al servicio de los empresarios.

De esta manera, el PT abrió el camino para la ofensiva de la derecha al asimilar la métodos de corrupción propios del capitalismo, implementar duros ajustes e impedir que los sindicatos luchen contra los ataques patronales y la impunidad de todo el sistema político.

Lula, Dilma, el PT y los movimientos sociales afines han organizado actos y cortes de ruta por todo el país contra el impeachment. Pero lo que las direcciones petistas del movimiento de masas no aceptan es movilizar los grandes batallones de la clase obrera con paros y manifestaciones de masas de los trabajadores en las calles para frenar el golpe y los ataques capitalistas. Prefieren ser barridos del poder por la derecha antes que activar la fuerza de la clase obrera por miedo a no poder controlarla.

Existe un amplio sector de masas que rechaza la ofensiva golpista de la derecha y al mismo tiempo es muy crítica del PT. Mientras la derecha golpista avanza los trabajadores y la juventud sufren desempleo, inflación, tarifazos y recortes de presupuesto en salud y educación, lo que motoriza las diversas luchas parciales que estamos viendo, como la de los secundarios de Río de Janeiro.

Desde el Movimiento Revolucionario de los Trabajadores exigimos que las direcciones sindicales rompan su subordinación al gobierno de Dilma-Lula y al PT para impulsar la movilización independiente de los trabajadores y la juventud.

Exigimos asambleas de base para votar un plan de lucha para enfrentar el golpe y los ajustes que ya viene sufriendo el pueblo trabajador. Y hemos aprobado esta moción en asambleas en las principales universidades del país y en el Sindicato de los no docentes de la USP, proyectándola a centenares de miles de personas mediante el Esquerda Diário. Como parte de este proceso, impulsamos la Faísca (Chispa) – Juventud Anticapitalista y Revolucionaria, cuyo lanzamiento contó con más de 400 jóvenes.

La movilización independiente de las masas contra el golpe debe tener como perspectiva la necesidad de una Asamblea Constituyente Libre y Soberana que ataque al conjunto de este podrido régimen político, que plantee las medidas necesarias para que la crisis la paguen los capitalistas y no los trabajadores y ponga a discusión los problemas estructurales del país. En esta pelea nosotros buscamos confluir con amplios sectores de masas en la lucha por un gobierno de los trabajadores basado en organismos de democracia directa.

El golpe institucional en Brasil de la derecha y la lucha contra los ajustes que viene aplicando el gobierno divide aguas en la izquierda brasileña. Un sector, representado por el PSTU y la Corriente Socialista de los Trabajadores (corriente interna del PSOL, aliada de Izquierda Socialista de Argentina) no reconoce que existe un golpe institucional en curso y defiende un “que se vayan todos” y se convoque “elecciones generales”. Pero al no haber un movimiento de masas por izquierda para derribar a Dilma, termina haciendo el juego de la derecha que hoy es quien tiene fuerza para voltearla, ubicándose como quinta rueda del golpismo.

Por su parte el PSOL que tiene 5 diputados federales, rechaza el golpe institucional pero le cede completamente al PT al no pelear contra la política de las direcciones petistas en los sindicatos, que es de dejar aisladas las luchas o directamente traicionarlas cuando salen del control para evitar que la clase obrera enfrente el golpe y el ajuste de su propio gobierno.

Tanto los sectores de la izquierda que terminan haciéndole el juego a los golpistas como los que se adaptan al PT legitiman el fortalecimiento de poder bonapartista de la justicia ya sea por no combatirlo o por alimentar ilusiones de que este podría ser “neutro” y volcarse también contra la derecha.

El combate contra el golpe institucional en Brasil y los ajustes plantea una gran oportunidad para construir una izquierda verdaderamente revolucionaria, que saque las conclusiones de la experiencia con el PT. Esta es la pela que damos desde el Movimiento Revolucionario de Trabajadores.


Daniel Matos

Nacido en Montes Claros, Minas Gerais, Brasil. Dirigente del Movimiento Revolucionario de Trabajadores (MRT) de Brasil, reside desde 2015 en Argentina colaborando con la dirección del PTS. Miembro del consejo editorial de Esquerda Diário y de la revista Estrategia Internacional. Coautor del libro Questao negra. Marxismo e classe operaria no Brasil, Ediciones Iskra, 2013.