El Banco Central informó que se ejecutó el swap (intercambio) de monedas con China por u$s814 para estabilizar la política cambiaria. Es un leve alivio frente a la pérdida de reservas y las presiones devaluatorias.
Viernes 31 de octubre de 2014
Durante la tarde del jueves 30 se conoció que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y el Banco Central de la República Popular de China acordaron activar el acuerdo de swap de monedas locales celebrado en julio pasado.
Las reservas del BCRA se fortalecerán por un monto de u$s814 millones, que fue acreditado por la entidad asiática.
En realidad el Banco Central del país asiático otorga yuanes a la entidad de nuestro país, que podrá optar por mantener los recursos en esa moneda o convertirla a dólares o euros.
Según lo informado por el Central a través de un comunicado, el swap " contribuye a estabilizar los saldos del comercio bilateral".
En la comunicación también se señaló que al mismo tiempo el ente monetario nacional "ha acreditado el monto equivalente en pesos a favor del Banco Central de la República Popular de China". Es que el swap establece que los yuanes recibidos tienen que ser cubiertos por pesos que entrega la entidad argentina.
Una vez efectivizado el swap, hay doce meses para revertir el intercambio de monedas. Es decir, que durante el próximo año el BCRA deberá cancelar la deuda en yuanes pagando una tasa de interés.
Asimismo, el BCRA "ha dado comienzo también a la contabilización de sus inversiones de reservas en la moneda china (el yuan), la cual se encuentra camino a ser una de las principales monedas de reserva mundial, tal como lo expresan las decisiones en el mismo sentido de numerosos países".
El Banco Central completó que "El yuan, además, puede ser convertido libremente en dólares, euros, o en cualquier otra moneda de reserva, en plazas internacionales como Hong Kong, Londres o Singapur".
El acuerdo total es por U$S 11.448 millones. Por lo cual, el BCRA podrá solicitar intercambios adicionales, "lo que representa un respaldo para implementar su política financiera, cambiaria y monetaria, en cumplimiento de los mandatos de la Carta Orgánica".
"La activación de este acuerdo demuestra la estrecha relación entre ambas Instituciones y el compromiso de los dos países para afianzar la asociación estratégica integral reafirmada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el presidente chino Xi Jinping durante su visita a la Argentina, el 18 de julio" último, finalizó el comunicado oficial.
Desde 2009 el BCRA había acordado intercambios de moneda con China, pero esta es la primera vez que lo hace efectivo.
Esta decisión del Central se da en un contexto de fuertes presiones devaluatorias que vienen desarrollando las patronales agrarias, de la industria, los bancos y otros sectores de la burguesía local y extranjera.
En el mes de enero el gobierno convalidó esas presiones con una devaluación que atacó fuertemente el salario obrero.
Desde la asunción de Vanoli al frente de la entidad, las especulaciones con el valor del dólar han sido momentáneamente contenidas.
Pero los factores estructurales que presionan sobre el dólar siguen actuando.
La escasez de divisas se genera por el fuerte peso de los pagos de la deuda externa (los “pagadores seriales” permitieron que se vayan u$s200 mil millones a los “buitres” por esta vía en los últimos diez años), la fuga oficial e ilegal que hace el gran capital y por las importaciones energéticas crecientes, entre los principales factores actuantes en la actualidad.
Si bien el ingreso de los yuanes resulta un relativo alivio para contrarrestar la pérdida de reservas que se ubican en un nivel de u$s27 mil millones (hace tres años, superaban los u$s50 mil millones), al mismo tiempo fortalecerá las posiciones del gigante asiático en nuestro país. El swap se utilizará, según la comunicación del Banco Central, para el comercio bilateral. De este modo, se facilitará el ingreso de mercaderías importadas desde China.
Es claro que el swap no resolverá los problemas estructurales que explican la escasez de dólares. Por el momento, el intercambio de monedas significa una pequeña ayuda para un gobierno que está esperando la llegada de enero para ver si puede resolver la crisis abierta por el fallo de Thomas Griesa favorable a los “buitres”. Volver a los “mercados” con la “frente marchita” es el plan oficial para conseguir dólares que permitan remendar un esquema económico que ha caído en recesión.
Redacción ID / Telam DyN