Al día de hoy, presentamos más de 95,000 firmas avalando la plataforma de Sergio Moissen y Sulem Estrada. Una intensa actividad militante desplegaron cientos de brigadistas en plazas, escuelas, facultades y centros de trabajo, que hizo posible el objetivo, que parecía imposible, de sobrepasar las 73,500 firmas exigidas por el Instituto Nacional Electoral (INE).
Sábado 2 de abril de 2016
En las antípodas de los métodos clientelares de “independientes” como Ismael Figueroa (líder charro del sindicato de los bomberos, cercano a Miguel Ángel Mancera), la plataforma impulsada desde el Movimiento de los Trabajadores Socialistas y la Agrupación de Mujeres Pan y Rosas, realizó una singular campaña militante. Se dirigió a decenas de miles de trabajadores, estudiantes, vecinos de colonias y barrios, jóvenes y mujeres, a fin de recabar su apoyo y presentar nuestras propuestas políticas.
No podemos dejar de destacar a las decenas de brigadas que recorrieron todas las líneas del metro, y de lo cual hay decenas de testimonios (aquí y aquí por ejemplo) enfrentando la represión y los separos de la policía mancerista.
El lema de la campaña “Que se oiga la voz de los trabajadores, las mujeres y la juventud” fue recibido con simpatía por miles en la Ciudad de México, que nos expresaron su hartazgo y su descontento con las políticas implementadas por los gobiernos federal y de la ciudad. Muchos se convirtieron en portavoces y recabaron apoyos entre sus vecinos, compañeros de estudio y de trabajo.
Salimos a las calles, y convertimos la búsqueda de la candidatura, en una enorme tribuna para hablar con decenas de miles de explotados y oprimidos.
Hicimos lo que la izquierda socialista debe hacer: expresar las aspiraciones de quienes mueven los resortes de esta ciudad y sufren día con día la explotación, la miseria, la falta de oportunidades y la opresión por parte de los poderosos.
Continuamos recabando firmas para ampliar la cantidad presentada. Sabemos que las instituciones que impiden la participación electoral de las organizaciones obreras y de izquierda, pueden impedir la participación de los anticapitalistas en la elección.
Por eso llamamos a estar alertas, a fortalecer la campaña en estos últimos días, y a protestar contra cualquier cercenamiento de nuestros derechos políticos.
Una gran oportunidad
Lo logrado ya es una conquista. Fuimos la única plataforma de izquierda anticapitalista que cumplió los onerosos requisitos y salió a las calles desafiando al gobierno de Miguel Ángel Mancera. El MTS se jugó a superar las restricciones del régimen político y a batallar contra esta “democracia para ricos”.
Si se confirma el registro de la candidatura, estaremos ante un hecho no visto en muchos años.
Habremos quebrado la proscripción que desde hace décadas impide a la izquierda socialista y anticapitalista participar de las elecciones, las cuales son el terreno exclusivo para los candidatos de los partidos patronales, o de quienes, aún con un perfil más opositor, no cuestionan el orden capitalista existente. Esta candidatura no será una conquista sólo del MTS, sino para todos los trabajadores, la juventud combativa y el pueblo, y será una herramienta al servicio de sus luchas, como las del magisterio y de las trabajadoras del Instituto de Educación Media Superior (IEMS).
Por todo eso, debería ser apoyada por todas las organizaciones y personalidades que se reclaman de izquierda.
Como socialistas que somos, participamos de este proceso sabiendo que las instituciones son irreformables. Nuestra participación electoral apunta a difundir las demandas de los trabajadores y el pueblo y pelear por sus reivindicaciones, las cuales sólo pueden imponerse apoyadas en la movilización en las calles.
Luchar por ampliar los derechos de las mayorías bajo una perspectiva anticapitalista
En este primer mes difundimos las propuestas políticas (aquí) que llevaríamos a la Constituyente.
Frente a la ciudad del Pacto por México, al servicio de los empresarios y de los negocios inmobiliarios, queremos conquistar y ampliar los derechos de las grandes mayorías obreras y populares.
Por eso planteamos que todo funcionario público sea revocable y gane lo mismo que una maestra, para empezar a poner fin a los políticos que se enriquecen a costa del pueblo trabajador y que gobiernan para los patrones.
En la Asamblea Constituyente propondremos garantizar los derechos del pueblo trabajador, empezando por la prohibición del trabajo precario y el outsoursing -que ejerce el mismo gobierno capitalino-, y que se fije un salario de acuerdo con la inflación y partiendo de cubrir la canasta básica.
También plantearemos que no hay derecho a la educación sin garantizar el acceso libre e irrestricto, y para eso necesitamos impuestos progresivos a las grandes fortunas y los magnates que se enriquecen en la Ciudad de México. Esto, como parte de bregar, a nivel nacional, para ampliar estos recursos mediante el no pago de la deuda externa. Estos son derechos claves para la juventud, como lo es el acceso libre y gratuito a la cultura y la recreación, y a trabajar con plenos derechos laborales y sindicales e igual remuneración que los mayores.
Frente a la situación verdaderamente catastrófica del transporte urbano y la afectación ambiental en la CdMx, proponemos privilegiar el desarrollo y extensión de un transporte público moderno y accesible, gratuito a los trabajadores y estudiantes, planificado en función de los intereses de las grandes mayorías y en equilibrio con el medio ambiente.
Y así también sostenemos, que no hay “ciudad de los derechos humanos” si no se garantiza el derecho pleno a la protesta, lo cual implica la derogación del artículo 362, del protocolo del control de multitudes y la desaparición del cuerpo de granaderos.
Éstas son algunas de las medidas que proponen Sergio Moissen y Sulem Estrada. No faltan quienes nos dicen que esto está por fuera de las atribuciones de esta Asamblea Constituyente. Y no son sólo portavoces de los partidos del Pacto por México; son argumentos reproducidos por representantes de Morena. Se adaptan a “lo posible” impuesto por Mancera, Peña Nieto y el Congreso: una Asamblea Constituyente limitada que no discuta los grandes problemas de los millones que viven y trabajan en la Ciudad de México.
Los partidos del Congreso, cuyas plataformas están repletas de “expresiones de deseo” en pos de los derechos de la población, quieren evitar cualquier discusión que ponga en cuestión “su” proyecto de ciudad. La fórmula Anticapitalistas al constituyente, en cambio, presenta sus propuestas para luchar por una ciudad al servicio de las grandes mayorías obreras y populares.
Para garantizar que eso esté a discusión, es que desde que fue convocada esta Constituyente antidemocrática y amañada, propusimos una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, con representantes cada 10,000 habitantes y revocables, donde se resuelva en torno a los problemas que aquejan a la población de la ciudad.
Invitamos a todos los que nos acompañaron este mes, a impulsar -a partir de obtener el registro- una gran campaña militante para que se escuche la voz y las necesidades de los trabajadores, las mujeres y la juventud, y en ese camino construir una herramienta política propia para luchar contra este régimen al servicio de los empresarios.
Pablo Oprinari
Sociólogo y latinoamericanista (UNAM), coordinador de México en Llamas. Interpretaciones marxistas de la revolución y coautor de Juventud en las calles. Coordinador de Ideas de Izquierda México, columnista en La Izquierda Diario Mx e integrante del Movimiento de las y los Trabajadores Socialistas.