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Red Internacional
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Proceso Constituyente. ¿Una convención de consensos? Las alianzas de cara al inicio del proceso constituyente y la necesidad de movilizarnos

A menos de una semana para que comience la convención, diversas alianzas o bloques ya están tomando forma. El debate sobre la presidencia será posiblemente la primera prueba de estas y supondrá una forma de medir las correlaciones de fuerza dentro de la convención. ¿Primará el espíritu impugnador al modelo que mostró la elección de mayo o se profundizará la operación política para moderar el proceso?

Lunes 28 de junio de 2021

Foto: Agencia Uno

Faltando menos de siete días para la inauguración de la histórica convención constitucional, los medios, analistas y figuras políticas comienzan a dar cuenta del proceso de conversaciones que se han mantenido desde el 17 de mayo hasta el día de hoy.

Hasta ahora el primer sector en mostrar algún tipo de coordinación fue la vocería de los pueblos, grupo de constituyentes que, en un acto progresivo pero limitado, expresaron su preocupación por la situación de los presos políticos de la revuelta y el pueblo mapuche, por transformar la convención en un órgano soberano sin limitar esta soberanía a los marcos del acuerdo por la paz, reparación a las victimas de la violación a los derechos humanos durante la revuelta del 2019 entre otras políticas.

Este llamado que hicieran las y los más de 40 firmantes de esta primera declaración, fue rápidamente atacada por los partidos tradicionales como un llamado “ilegal”, otros lo interpretaron como una propuesta “jacobina” o una declaración que de concretarse pondría en cuestionamiento al órgano convencional. Toda esta presión mediática produjo sus efectos y varios de quienes firmaron el documento matizaron su contenido o se desentendieron del mismo.

Luego de la elección interna en RN, el nuevo presidente del partido, Francisco Chahuan, señaló que la nueva directiva ya había iniciado conversaciones con los partidos de Unidad Constituyente (exConcertación) y el sector de “independientes no neutrales” para acordar marcos de acción común en la defensa de ciertos pilares políticos y económicos de la herencia de la dictadura. Los dichos de Chahuan fueron rápidamente desconocidos por los propios convencionales de RN, los presidentes de los partidos de la exConcertación y los propios “independientes no neutrales”.

Lo que se sabe de la articulación de la derecha es que estos buscarían articularse con el sector más “tradicional” de la política de los 30 años y aislar a los sectores más radicales a su propia derecha (Cubillos y Marinovic).

En la exConcertación el PS es el único que tiene una representación significativa pero muchos de sus constituyentes no son militantes partidarios, por lo que el control de los mismos será complejo.

La Vocería de los Pueblos con la prioridad para presidir

Como decíamos anteriormente, la declaración inicial de esta vocería proponía varias políticas progresivas para el inicio de la convención, pero a medida que avanzan los días y se suman cada vez más constituyentes a la iniciativa, dicha declaración se ha ido desdibujando y pasando a un segundo plano. El debate actual en el espacio está consumido por la presidencia de la convención y la construcción del reglamento del órgano.

Si bien aún no se tiene claro cuáles serán las atribuciones que ejerza la presidencia o la mesa ejecutiva de la convención, si cumplirá un rol simbólico en su primera sesión. Hasta ahora todo indica que podría ser Elisa Loncon, constituyente mapuche que ya tiene el apoyo del Frente Amplio y la mayoría de “La Vocería de los Pueblos”.

Sin lugar a duda la presidencia de la convención por parte de una representante de pueblos originarios sería importante como símbolo, pero si esto no va acompañado de políticas que efectivamente den la soberanía a la constituyente, no representará más que eso, un símbolo.

Aun con un bloque mayoritario a favor de ciertos cambios, las declaraciones de la centro izquierda (que hoy estaría participando de la vocería de los pueblos) no apunta a los cambios estructurales que exigió la mayoría de la clase trabajadora y los sectores populares durante la revuelta. Es este sector en quien hoy ponen sus esperanzas el PC y el Frente Amplio, generando ilusiones en que se puede avanzar en medidas de fondo con quienes administraron el neoliberalismo por 30 años.

Por otro lado la Lista del Pueblo aún no se decide si llevar o no sus declaraciones hasta el final, poniendo su enorme capital político en favor de la movilización para doblar la voluntad de los sectores hoy vacilantes o que están en contra de que la convención sea soberana.

Mientras tanto la clase trabajadora y los sectores populares siguen sufriendo con la crisis sanitaria y económica que vive el país. El domingo 4 de julio, será una primera prueba de fuego para ver hasta donde primará un ánimo de consensos o tensiones que pongan en cuestión todo lo que se ha dicho hasta ahora.

Desde el PTR hemos dicho que este proceso constituyente significó un desvió a las profundas aspiraciones que tenía la clase obrera y los sectores populares de terminar con la herencia de la dictadura. El acuerdo por la paz significó una camisa de fuerza para canalizar el descontento.

Pero el ánimo de cambios sigue en pié y debemos salir a demostrarlo en esta primera sesión, por ello es vital que las organizaciones sociales y políticas convoquen a manifestarse este 4 de julio, no solo en Santiago, sino en todas las ciudades del país. Hay que mostrarles a los sectores reaccionarios que no nos mantendremos expectantes de los debates de palacio que se darán por los próximos 9 meses.