La película sobre el asesinato del líder de las Panteras Negras analizada por un corresponsal de Left Voice que conoció a Fred Hampton en 1969
Jueves 22 de abril de 2021 09:16
Compartimos un artículo publicado originalmente en Left Voice escrito por Rob Lyons en la sección de invitados "Guest posts"
Un socialista revolucionario y corresponsal de Left Voice que conoció a Fred Hampton en 1969, analiza "Judas y el mesías negro"
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Una maza: una reseña de Judas y el mesías negro
Si, como postula Berthold Brecht, el arte es un martillo que da forma a la realidad, entonces el gran arte es una maza que limpia la basura y golpea la realidad en una forma que deja al descubierto las interconexiones del ser social.
El film de Shaka King, Judas y el mesías negro que detalla el asesinato del ex presidente de las Panteras Negras de Illinois, Fred Hampton, es una gran obra de arte.
Mientras miraba la película una y otra vez, me preguntaba cómo había sido posible que se hiciera un film político, que deja al descubierto el racismo institucional que llega a los más altos niveles de los organismos del Estado y que refuerza las demandas de desarmar, desfinanciar y abolir la policía que levanta el movimiento Black Lives Matter. ¿Por qué esta película en este momento, especialmente en este contexto político y que pone en evidencia la conspiración entre la policía, el FBI y los políticos en el asesinato de Malcolm X?
Después de todo, la realización de una película, con valores de producción tan finos como Judas y el mesías negro , no es barata, en este caso un estimado de U$ 26,000,000, que no es poco, pero está muy por debajo del costo promedio de U$ 65,000,000 para una típica película de Hollywood.
No me conformó la explicación más simple que era por el cambio radical en la dinámica política de los Estados Unidos, por la reactivación del movimiento negro por los derechos civiles y la liberación, que llevó adelante el Black Lives Matter. Después de todo, hubo movimientos civiles por los derechos antes y una guerra civil librada por soldados negros del lado de la Unión, que terminó en una película racista, El nacimiento de una nación de D W Griffith. Incluso películas como Mississippi Burning, aunque mostraban el racismo, tendían a reducirlo a casos aislados o individuales, ofuscando la naturaleza racista esencial del aparato capitalista.
Esta vez hay algo diferente y pienso que eso “diferente” es que finalmente se refleja el cambio en la composición de la clase trabajadora de los Estados Unidos. Trabajadores negros y latinos se están convirtiendo en mayoría, por ejemplo más del 50% de la fuerza laboral de California es de ascendencia latina. Además, más gente de color ha entrado en las filas de la pequeña burguesía y, por lo tanto, tienen los medios económicos para ayudar a financiar producciones artísticas.
Este “algo diferente” se refleja en un cambio de conciencia que emerge entre la creciente capa de activistas asociados con el movimiento de liberación negra, donde se están produciendo importantes rupturas con el tradicional cementerio de movimientos sociales, el Partido Demócrata. Esto se puede ver en el repudio de Black Lives Matter-Inland Empire y el BLM10, que representan grandes capítulos del movimiento Black Lives Matter, a los irresponsables promotores del Partido Demócrata y líderes autoproclamados de BLM Global Network, que solo en 2020 recaudó $ 90,000,000 en donaciones.
El crecimiento del número de cineastas negros como Boots Riley y Shaka King es también una evidencia de este cambio. En cierto sentido, la producción de Judas y el mesías negro representa un salto en la conciencia que captura la realidad de clase en Estados Unidos.
Una película casi perfecta
Alerta Spoiler! no describiré escenas de la película, solo de una forma muy general, porque es necesario verla sin imágenes preconcebidas.
En casi todos los aspectos, Judas y el mesías negro es un film perfecto. Su mensaje esencial, es más, mucho más que el contenido evidente.
Desde el guión, de Shaka King y Will Berson, que elimina cualquier relleno superfluo, hasta la maravillosa actuación de Daniel Kaluuya (Fred Hampton), LaKeith Stanfield (William O’Neal), Dominique Fishback (Deborah Johnson) y Jesse Plemons (Roy Mitchell) en los roles principales, con la participación de Dominique Thorne (Judy Harmon), Algee Smith (Jake Winters), Martin Sheen (J. Edgar Hoover), Terayle Hill (George Sams) y el resto del elenco que puebla la pantalla, lo hacen con presencia y comprensión cabal de la intención del film.
La música de fondo, cruda y que golpea como un estallido, está formada en gran parte por las dos notas más importantes de la escala del Blues, la tercera y la séptima en bemol, señalando la importancia de las escenas por su nivel de intensidad. Incluso la canción del final “ I´ll fight for you”, de H:E:R, permite que la película genere un desenlace que no es el final sino otro comienzo.
La película es simplemente impresionante por su habilidad para captar la esencia cruda de la época. El crédito se lo llevan Fred Hampton Jr y su madre, Deborah Johnson, conocida como Akua Njeri, quienes actuaron como asesores culturales del director King.
Cada escena es cautivante y está conectada con los temas subyacentes que forman la base, no solo de la trama sino también de esta tragedia de inmensas proporciones. Judas y el mesías negro es una tragedia griega escrita en la actualidad. Es una historia de contrastes entre William O´Neal, un ladrón de autos, convertido en informante del FBI, George Sams, otro agente del FBI, por un lado, y Fred Hampton, Deborah Johnson, Mark Clark, ambos asesinados junto con Hampton, Jake Winters y todos los miembros y aliados de las Panteras, los Jóvenes Patriotas ( organización de izquierda integrada por blancos del sur), The Young Lords (grupo de latinos en lucha), y las pandillas como The Crowns, quienes sabían de qué lado de la lucha de clases estaban.
O´Neal, interpretado por LaKeith Stanfield, es una persona tensa, que nunca está cómoda ni es auténtica, una persona sin redención moral. Muchas veces tiene opciones, la mayoría desagradables, pero opciones al fin para actuar de manera honorable, para negarse a ceder a las presiones del FBI.
Sus acciones y las de Sams, el otro informante del FBI, contrastan con las elecciones de sacrificio y desinterés, elegidas por Hampton, Clark, Johnson y todos los de la comunidad de la resistencia que estaban en el Partido de las Panteras.
La grandeza de este film radica en la intransigente descripción del contraste entre las decisiones que enfrentan los personajes principales, incluyendo las decisiones tomadas por el agente del FBI, O´Neal, el agente Mitchell, cuando enfrenta el cruel y vil racismo del director del FBI, J.Edgar Hoover y de quienes lo rodean.
Si bien es cierto que el asesinato de Hampton ocurrió hace más de 50 años, el contexto de la lucha por la liberación negra está tan fresco como el titular de mañana “Un policía mata un negro inocente”. El surgimiento de Black Lives Matter a causa de los asesinatos cometidos por la policía, es el telón de fondo que enmarca el tema esencial de la película.
El mensaje es claro: sé como Fred Hampton y no como William O´Neal, Lo que importa es su legado, su compromiso por construir un mundo mejor.
Permítanme decir algunas palabras sobre las críticas que recibió la película, considerándola desmoralizante o que promueve la desesperanza. Luego de verla tres veces y observar cuidadosamente cómo fue estructurada, esta no es mi conclusión. Es una exposición de la cruda realidad a la que se enfrentan los revolucionarios en los centros imperialistas, y no intenta ocultar, romantizar o embellecer las formas en las que el Estado tratará de eliminar a todos aquellos que representen una amenaza para el dominio capitalista.
Este es el almuerzo desnudo, la vida real en la bifurcación con la cual una persona se enfrenta, opciones de vida o muerte. Me pareció que Judas y el mesías negro , más allá de su dramatismo, tiene un mensaje final optimista simbolizado en el nacimiento de Fred Hampton Jr 25 días después del asesinato de su padre y sabiendo que su madre y él tienen una participación activa en el movimiento actualmente, y que parte del trabajo iniciado por las Panteras Negras, tiene un impacto en el presente. Se pueden matar revolucionarios, pero no se puede matar la Revolución.
La canción de H.E.R es en sí misma un canto de solidaridad hacia aquellos que están dispuestos a levantar la antorcha, sabiendo muy bien que el camino será arduo.
Una nota personal
En noviembre de 1969, yo era un organizador político recién llegado en Regina, Saskatchewan, Canadá. El Consejo Estudiantil de la Universidad de Saskatchewan, había invitado a Fred Hampton a hablar sobre las luchas del partido Black Panther en Estados Unidos y la lucha por la liberación negra en el marco del creciente nivel de represión policial. Lo conocí como parte de un grupo de activistas políticos que habían ayudado a organizar su visita. Hampton estaba en una gira dando conferencias en universidades canadienses para recaudar fondos para el Fondo de Defensa de Bobby Seale. Su discurso fue electrizante, impactante para los casi 700 estudiantes que habían asistido. La mayoría nunca había oído hablar de la policía como "cerdos".
Lo que más recuerdo es el énfasis que puso Hampton en la unidad de los oprimidos de la tierra. Su punto de vista era el de un revolucionario marxista, internacionalista hasta la médula, y que destacaba las similitudes que enfrentan las personas de color y la necesidad de que los revolucionarios de todos los países trabajen juntos.
Hacia el final de su discurso, habló sobre la represión ejercida por el Departamento de Policía de Chicago y la participación del FBI en el asesinato de los líderes nacionales de su partido. Profetizó que él, probablemente, estaría muerto en un año. Fue asesinado dos semanas después.
El 12 de diciembre de 1969, los activistas políticos de la ciudad de Regina, organizaron una marcha a la luz de las velas desde el Campus hasta la Sede del Departamento de Policía de la ciudad para protestar por el asesinato de Fred Hampton a manos de la policía, y el de un joven mestizo de 19 años, asesinado el día anterior.
Regina tiene una historia de acciones radicales. Es el hogar espiritual del movimiento socialista en Canadá y del Cooperative Commonwealth Federation (Partido Socialista de Canadá) cuyo Manifiesto Regina declaró con un tono emotivo el “No vamos a descansar hasta que el capitalismo sea erradicado”
De todas las luchas políticas de esa época y de las décadas siguientes, ayudar a organizar esta declaración de resistencia en una fría noche de invierno, fue uno de los actos que más recuerdo y el que más orgullosamente agregué a la lista de la tradición radical de Regina.
Las decisiones que toma Fred Hampton en Judas y el mesías negro , son las decisiones que tomó en su vida real. Su elección de volverse un revolucionario es la elección a la que se enfrentan y enfrentarán todos aquellos que deseen cambiar el mundo. Esta película, como una maza que cambia la realidad, será una herramienta para ayudar a las personas a tomar esa decisión.
Vean el film.
Traducción: Celina Demarchi
Trailer: