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Red Internacional
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Tribuna Abierta. Una nueva resolución y un nuevo desentendimiento de Israel

La semana pasada se aprobó una Resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, esta vez la 2334, que exige a Israel el fin de los asentamientos en Cisjordania y en Jerusalén.

Miércoles 28 de diciembre de 2016

La nueva Resolución por parte de la Organización de las Naciones Unidas, dictada el último viernes, exige al Estado de Israel detener de manera “inmediata” y por “completo”, su marcha en la construcción de los asentamientos ilegales en territorios palestinos.

La iniciativa de esta Resolución provino desde el gobierno de Egipto aunque se conoce que tiempo atrás fue abalada por la Casa Blanca. Otra novedad, lo que le da el carácter de histórica a la Resolución, es que Estados Unidos, por primera vez, se abstuvo de votar una medida en contra de su aliado estratégico en la región, Israel.

Es importante aclarar que años atrás, precisamente en el 2011 y 2013, Estados Unidos dio su voto en contra a la iniciativa de proclamar una Resolución de similares características, finalmente no siendo declarada. De hecho, en el 2014 desde Washington se amparó el ataque perpetrado desde Israel a Gaza brindándole ayuda militar.

La Resolución fue patrocinada por Nueva Zelanda, Venezuela, Senegal y Malasia, lo cual fue clave para la aprobación de la misma, ya que el presidente egipcio, al-Sisi, retiró su apoyo luego de una charla con el presidente electo estadounidense, Donald Trump, quien ya ha hecho comentarios públicos manifestando su apoyo a Israel en la causa.

La Resolución exige que Israel ponga fin a su política de construcción de asentamientos en el territorio de Cisjordania, bajo soberanía política palestina, y también en Jerusalén Oriental. Pero también vuelve a remarcar una solución de dos Estados que puedan convivir. De esta manera, la ONU vuelve a legitimar al Estado de Israel formado con prácticas colonizadoras, y se pretende conceder el status de Estado a los territorios palestinos que viven bajo un asedio constante, por ejemplo la Franja de Gaza que es lo más parecido a una “mega-cárcel a cielo abierto”, como ha referido en reiteradas ocasiones el especialista en el tema Ilan Pappe.

El Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, declaró que considera lo sucedido como una medida anti-Israel, perversa y vergonzosa. En respuesta a lo ocurrido, Netanyahu expresó que se tomaran medidas como evaluar los aportes financieros de Israel con los organismos de la ONU y la suspensión de encuentros diplomáticos con representantes de los países que votaron en favor de la Resolución 2334.

Pero no es la primera vez que se formula desde la ONU una Resolución en contra del sionismo colonizador del Estado de Israel y, como la historia lo demuestra, ninguna fue cumplida sin imponer algún tipo de sanción. La colonización permanente, la limpieza étnica y el genocidio sobre el pueblo palestino continúan su andar de manera permanente ante la vista y la pasividad de las grandes potencias internacionales.

Repasemos rápidamente algunas de las Resoluciones más importante de la ONU sobre el tema, sin que ninguna fuera acatada por parte de Israel.

Para comenzar, podemos mencionar la Resolución 181 de finales de 1947, donde se aconseja un Plan de Partición sobre los territorios dando lugar a dos Estados, uno judío y otra árabe, y la presencia de zonas compartidas como Jerusalén. Esto nunca fue cumplido mientras la limpieza étnica por parte del sionismo mostraba su peor cara hasta la proclamación del Estado de Israel en 1948, donde se colonizaron más territorios de lo “aconsejado” por la ONU.

En 1948, ya con la declaración de Israel, se proclama la Resolución 194 donde se determina que los palestinos expulsados de sus territorios tienen derecho a regresar y en caso de no desearlo podrían exigir una recompensa económica. Nuevamente Israel desatendió los pedidos de las Naciones Unidas y el proceso de expulsión, hasta el día de la fecha, sigue existiendo.

Luego de la Guerra de los Seis Días en 1967, donde Israel anexionó grandes porciones de territorio para su Estado, la ONU comunicó la creación de la Resolución 242 donde se exige la retirada del ejército israelí de los territorios ocupados. Esta guerra marcó la ocupación de Cisjordania, incluido Jerusalén Oriental, la Franja de Gaza, los Altos de Golán en Siria y la Península de Sinaí de Egipto. Los territorios sirios fueron nuevamente disputados en la Guerra del Yom Kipur de 1973, dando como resultado una zona desmilitarizada y otra bajo la conducción administrativa de Israel desde 1981. En cuanto a Sinaí, tras los Acuerdos de Camp David de 1978, Egipto firmó la paz con Israel recuperando la Península. Para ambos territorios palestinos quedaría negociar un régimen autónomo, que hasta el día de la fecha sigue siendo asediado, invadido y colonizado por parte de Israel.
La resolución 338 (1973) y la 446 (1979) refieren a la ilegalidad de los asentamientos creados por Israel en territorio palestino. Sobre esto, nada han modificado su política los distintos gobiernos israelíes, ya que la construcción de los asentamientos es cada vez mayor y continúa hasta el presente.

Diversas Resoluciones (726, 729, 904, 1332, entre otras) condenan totalmente el uso de la violencia de las fuerzas militares de Israel contra la población civil palestina. Entre los hechos se encuentran el uso de la violencia física, deportaciones, matanzas, ejecuciones extrajudiciales, etc. Esta violencia constante es la que sufren los palestinos a diario dentro del marco del genocidio contra su población.

La Resolución 10/15 del año 2004 declara ilegal al muro construido por el gobierno sionista con el fin de separar los territorios palestinos de los israelíes. Recordemos que esta Resolución fue ignorada por el Estado de Israel y, de hecho, el muro prosigue su construcción donde el 80% del mismo se ubica dentro de territorio palestino, lo cual deja ver la constante colonización que se ejecuta sin respetar las fronteras.

Si bien esta nueva resolución, donde Obama pidió la abstención en la votación, podría significar un distanciamiento entre el gobierno de Israel y el de los Estados Unidos, se acerca la fecha en que el nuevo presidente estadounidense asumirá el mando y es quien ya respaldó las políticas de Netanyahu. Trump afirmó que dentro de los primeros 100 días de su gobierno, una de las tareas será el traslado de la embajada de los Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén, como un acto de reconocimiento de esta última ciudad como capital de Israel, y no una ciudad compartida como afirman distintas Resoluciones de la ONU.

Lo ocurrido podrá parecer un revés político para el gobierno de Netanyahu, pero sabemos que no será un triunfo para el pueblo palestino que sigue sufriendo las consecuencias de la colonización del gobierno sionista del Estado de Israel.