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Red Internacional
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ESTADOS UNIDOS - ISRAEL. Una "propuesta de paz" colonialista de Netanyahu en la reunión con Trump

Netanyahu fue por todo a la reunión con Trump, que quedó con un deslucido papel de "pacificador". Irán, los asentamientos en Cisjordania y una "propuesta de paz" colonialista.

Juan Andrés Gallardo

Juan Andrés Gallardo @juanagallardo1

Miércoles 15 de febrero de 2017 16:12

En una breve conferencia de prensa, previa al encuentro entre el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y Donald Trump, ambos mandatarios reafirmaron una vez más el carácter estratégico de la alianza entre Estados Unidos e Israel. Sin embargo Netanyahu pareció haber llegado a Washington con la intención de llevarse todo mientras que la carta de "pacificador" que quiso jugar Trump quedó desdibujada ante una retórica abiertamente antipalestina.

Trump abrió la conferencia reafirmando el "lazo inquebrantable con nuestro querido aliado Israel". Y paso seguido rechazó cualquier tipo de sanción o boicot hacia el estado sionista ya sea de parte de la ONU o de cualquier otra organización internacional, mostrando que en ese punto el apoyo a Israel será absoluto y mantendrá la linea de los gobiernos anteriores, como lo hizo Obama vetando en la ONU cualquier tipo de sanción.

Irán

Irán fue uno de los aspectos en los que ambos mostraron acuerdo, y Trump declaró que su gobierno ya había "impuesto nuevas sanciones" y que iba a trabajar "para prevenir que Irán nunca desarrolle armas nucleares".

Sin embargo, más allá de las declaraciones, por ahora Trump solo viene de aplicar una serie de sanciones económicas, que no afectan el acuerdo nuclear. Se trata de un tema que genera diferencias incluso al interior de su gabinete. Tanto el secretario de Defensa, James Mattis, como el director de la CIA, Mike Pompeo, dieron a entender durante las sesiones de confirmación en el Senado que eran partidarios de mantener el acuerdo nuclear, algo que, por otra parte, es un punto de negociación espinoso con Rusia. Por su parte, Netanyahu perdió con la renuncia del asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Michael Flynn, a uno de sus principales aliados en lo que respecta a avanzar en una política abiertamente agresiva hacia Irán.

Sin lugar para los palestinos

Trump había afirmado, y lo volvió a mencionar durante la conferencia de prensa, que su objetivo es "buscar un gran acuerdo de paz sobre lo que trabajaremos diligentemente", tratando de aparecer como un "pacificador" y señalando que el acuerdo debería incluir a los vecinos de la región.

A su momento Netanyahu señaló que por primera vez muchos de los países árabes (Arabia Saudita, Egipto y Jordania) no ven a Israel como un enemigo sino como un aliado, lo que consideró que era un hecho histórico. Este hecho histórico daría las condiciones para lo que después delineó como la posibilidad de acabar definitivamente con las reivindicaciones del pueblo palestino. Se descartó incluso la llamada solución de "dos estados", que durante años se utilizó fraudulentamente para avanzar en convertir a Gaza en una prisión a cielo abierto y a Cisjordania en territorio lleno de asentamientos israelies.

Netanyahu no tuvo mayor problema en ningunear a Trump cuando este sugirió que no se siga avanzando en la construcción de asentamientos en Cisjordania.
Cuando Trump dijo "vamos a hablar sobre eso y creo que podremos llegar a algún acuerdo", Netanyahu negó con un gesto en su cara por lo que el propio magnate tuvo que decir "No parece muy optimista".

Aún cuando el presidente estadounidense volvió a afirmar que está trabajando para mudar la embajada de su país de Tel Aviv a Jerusalen, lo que sería una provocación abierta para los palestinos, Netanyahu decidió que podía ir por más. Mostrando que la única paz que piensa aceptar es la que esté firmada sobre el aplastamiento definitivo de las aspiraciones del pueblo palestino, el primer ministro israelí dijo que "hay dos prerrequisitos para la paz. En primer lugar los palestinos deben reconocer al estado judío, y en segundo lugar Israel debe mantener el control de seguridad sobre todo el área. Los palestinos rechazan ambos prerrequisitos para la paz", y culminó "los palestinos no solo niegan el pasado sino que envenenan el presente".

Se trata de un reforzamiento absoluto de la política colonialista de Israel, apoyado en el avance sobre el pueblo palestino que le permitió la política de "dos estados", con la que durante los últimos años las administraciones estadounidenses pretendieron hacer creer al pueblo palestino que podrían conseguir algún tipo de soberanía.

Las "condiciones" que quiere imponer ahora Netanyahu están apoyadas sobre las consecuencias desastrosas para el pueblo palestino de la ilusión de "dos estados", y por lo tanto no puede más que terminar en una mayor colonización de Cisjordania, la expulsión de palestinos a los países vecinos y un aumento del hostigamiento en Gaza.


Juan Andrés Gallardo

Editor de la sección internacional de La Izquierda Diario

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