Rosa Liz profesora, hija de profesora normalista, reflexiona sobre la deuda histórica que actualmente afecta a más de 76 mil docentes chilenos.
Domingo 28 de enero de 2018

Hoy debemos unir las voces a los más de 90.000 mil profesores que esperaron, y otros aún esperan que se cumpla el compromiso de la deuda histórica, un número limitado de maestros, que llama a una reivindicación del profesionalismo docente chileno. Un maestro de vocación que debe ser colocado en el sitial que le corresponde, un tributo de aquellos que nos enseñaron a volar, nos enseñaron a vivir y nos dejaron huella.
En el contexto 1980 donde ocurre la desestabilización de la educación pública, durante la dictadura militar del General Augusto Pinochet, se lleva a cabo el proceso de descentralización de la educación chilena.
El traspaso de la dependencia del personal docente a las municipalidades implicó un reajuste salarial de un 90% del sueldo base, la asignación debía ser cancelada entre los años 1981 y 1984, un intentó de compensar el deterioro de la retribución económica de los trabajadores de la educación a través de la asignación no imponible contenida en el artículo 40 del DL Nº 3.551. En al año 1985 que se amplía estos plazos hasta el año 1988.
Unas de las tantas herencias de la dictadura que permanece hasta nuestros días
Desde 1990 han gobernado distintos actores, demócratas cristianos, "socialistas" y de Renovación Nacional todos al igual que hoy no han dado cumplimiento a éste gran compromiso, que más que una deuda histórica, es una reivindicación a la labor docente.
Han pasado ya 30 años y en la práctica, ningún docente ha recibido íntegramente tal asignación, en circunstancias que su nuevo empleador, la municipalidad por mucho tiempo ha desconocido la aplicación de la medida de reparación.
La paciencia tiene su límite es momento que el estado se haga responsable de dicha deuda
Hace unos días se pública el listado de profesores afectados por la deuda histórica, la nómina está dividida entre profesores fallecidos 14.263 a la fecha y 76.253 maestros vivos. En esa lista de fallecidos está mi madre, quién cuando jubila deja sin mirar sobre su velador, el cheque, estaba tan dolida porque era humillante, su cifra era de tan sólo $150.000 mil pesos tras toda una vida de trabajo y sacrificios.
El deterioro de los salarios de los docentes comienza en el año 1974, hoy tras muchas luchas gremiales han sido resultados mínimos en el restablecimiento del verdadero lugar que debe ocupar la docencia en Chile, una necesidad inminente para mejorar la calidad que todos queremos.