El Ministerio del Interior de Marlaska ha decidido devolver a Marruecos a diez activistas saharauis que llevan ya varios días retenidos en el aeropuerto de Madrid. A pesar de las numerosas denuncias de las insalubres e inhumanas condiciones en las que están viviendo, el gobierno ha decidido, una vez más, no hacerse cargo de la situación y repatriarlos a Marruecos.
Lunes 23 de septiembre
Desde hace ya varias semanas se encuentran retenidos en el aeropuerto de Barajas casi sesenta personas con pasaporte marroquí en busca de asilo, muchas de ellas en situaciones sanitarias muy vulnerables como el caso de un hombre en tratamiento de cáncer o una niña enferma de tan solo un año y medio. Entre ellas, una treintena de activistas saharauis que le piden al gobierno español que les conceda el asilo político debido a los graves peligros que corren en Marruecos por defender la autodeterminación del pueblo saharaui. Diez de estos activistas van a ser repatriados y cinco de ellos se declararon en huelga de hambre desde el pasado domingo.
Además de la larga espera a la respuesta del gobierno para concederles asilo político, estos activistas denuncian también las insalubres e inhumanas condiciones en la que viven las personas retenidas que buscan asilo. Desde plagas de chinches por la falta de higiene hasta la privación de atención sanitaria o la carencia de luz solar en las instalaciones. Por ello, el pasado sábado varias familias de los retenidos se manifestaron frente a la sede del Ministerio de Interior, que desde el mes de julio ha denegado la concesión de asilo a varias solicitantes que corrían peligro en sus lugares de origen.
Está claro que el gobierno de Sánchez que ya en marzo de 2022 vendió al pueblo saharaui a la monarquía de Marruecos no va a demostrar solidaridad con los activistas retenidos, incluso sabiendo que son perseguidos por el régimen marroquí. Poco podemos esperar también de sus aliados de la izquierda reformista. La diputada saharahui de Más Madrid, Teshi Sidi, ha exigido aclaraciones sobre el caso a Marlaska; no obstante, su partido no tiene ningún problema en gobernar junto al PSOE, que hace ya bastante tiempo dejó de tan siquiera hacer una mención sobre el Sáhara Occidental. Por otro lado, Podemos también se ha pronunciado en denuncia de la situación, pero no olvidamos que ellos también eran parte del gobierno que hace dos años dejó al pueblo saharaui bajo la represión marroquí.
El gobierno "progresista" devolverá a Marruecos a 10 activistas saharauis.
La dictadura marroquí contiene a quienes migran y el Estado Español avala la ocupación del Sáhara Occidental. Mientras, los pesqueros españoles siguen saqueando sus costas
✨Imperialismo✨ pic.twitter.com/PRiL9BD93O— Pablo Castilla (@PabloCastilla00) September 23, 2024
Asimismo, la Unión Europea ha demostrado a lo largo de los años su apoyo a la injerencia marroquí en el territorio saharaui, poniendo de manifiesto los intereses imperialistas de la UE en la región del Magreb. Este mismo verano, el presidente de Francia reconocía oficialmente la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, considerando la administración marroquí como “la base más seria, creíble y realista para resolver el conflicto”. Nada más alejado de la realidad que viven todos los días los saharauis viviendo en Marruecos. Por otra parte, el último pacto de migración y asilo de la UE, impulsado durante la presidencia del Consejo Sánchez, es una prueba más del racismo institucional de los países imperialistas. Mientras desde el gobierno defendían este nuevo pacto “para que se respeten los derechos humanos y para fomentar la cooperación solidaria” no se referían a su propia gestiona, pues los diez activistas saharauis son una prueba más de las condiciones infrahumanas en las que tienen que vivir los solicitantes de asilo en el Estado español.
Las terribles condiciones en las que se encuentran los solicitantes de asilo y la política migratoria del gobierno “más progresista de la historia” solo demuestra la hipocresía imperialista y racista del Estado español y la Unión Europea, con la complicidad de los estados fronterizos como el caso de Marruecos. Mientras que la derecha y la extrema derecha reaccionaria y ultra racista aumenta sus discursos de odio hacia las personas migrantes y racializadas, la izquierda reformista participa del gobierno imperialista que aplica las mismas políticas represivas y violentas como la externalización de las fronteras, la ley de extranjería y asilo, las persecuciones policiales, la apertura de nuevos CIEs (centros de internamiento de extranjeros que funcionan como cárceles) y un largo etcétera de medidas racistas llevadas a cabo por los gobiernos de PSOE-UP antes y PSOE y Sumar ahora.
Por todo esto, nos solidarizamos con los activistas saharauis retenidos en Madrid y denunciamos la hipocresía de la izquierda reformista y el gobierno del PSOE. Ante el avance de la derecha racista y el gobierno imperialista, debemos levantar un gran movimiento antiimperialista y antirracista junto a la clase trabajadora y el resto de sectores oprimidos para ponerle fin a las masacres en las fronteras, a los saqueos extractivistas en los países sometidos al yugo imperialista y parar, de una vez por todas, todos los proyectos colonialistas como el dominio de la monarquía marroquí sobre el pueblo saharaui o el estado genocida y sionista de Israel sobre el pueblo palestino.