El pasado 14 de marzo del año en curso la junta de Gobierno impuso, sin tomar en cuenta la opinión de la comunidad de la facultad, a Manuel Martínez Justo como el nuevo director de la Facultad.
Agrupación Juvenil Anticapitalista @AgJuvAnticapMx
Martes 21 de marzo de 2017
Al igual que sucede con la elección del rector, todos los procedimientos para seleccionar autoridades dentro de la UNAM son antidemocráticos. A través de un método virreinal que deja sin voz y voto a la comunidad universitaria (estudiantes, trabajadores y académicos) se decide a quienes llevarán las riendas de la institución en sus diferentes niveles, desde la figura del rector hasta los jefes de las distintas coordinaciones. Siendo una decisión que se toma a espaldas de toda la comunidad universitaria es sustentada por la reaccionaria Ley Orgánica y el represivo Tribunal Universitario.
Los procesos de elección no representan la libre participación y elección a la que se debería de tener acceso, contraponiendo programas de trabajo o propuestas de cara a la comunidad, sino que se convierten en una pugna de intereses entre los distintos grupos políticos y de poder que están ligados a los partidos del régimen. Las maniobras y corrupción que se ven en los procesos electorales en el país, son reproducidas dentro de la máxima casa de estudios.
La Facultad de Estudios Superiores Acatlán no está exenta de este turbio proceso, con la elección de Manuel Martínez, ha quedado fuera un grupo que estuvo a cargo de la Facultad durante 16 años. Podemos ver que un contexto previo a las elecciones del gobernador del Estado de México está presente un reacomodo en la institución. Y es que hay que remarcar que el Estado de México es el principal bastión del PRI y que a su vez la FES Acatlán funge como un importante centro de formación de reclutamiento y formación de militantes de este partido (y también del PAN o del PRD).
Leer: Claves de la elección en el Estado de México
En un panorama en donde el partido del tricolor se encuentra seriamente cuestionado y existen grandes posibilidades de perder su centro de poder, cuidar y poner a gente de confianza que les permita mantener su hegemonía, en espacios como la Facultad, es prioridad.
Ante la consumación de la imposición, es importante organizarse por la defensa de la educación pública y gratuita, denunciar este proceso antidemocrático, en la perspectiva de luchar por un gobierno democrático tripartito en la UNAM donde académicos, trabajadores y estudiantes podamos discutir y elegir el rumbo de nuestra universidad para poder ponerla al servicio de las necesidades y los intereses de la inmensa mayoría de la población, de los trabajadores y el pueblo pobre.