En el debate de candidatos a diputados nacionales por PBA, solo Nicolás del Caño por el FITU denunció el agronegocio, la megaminería contaminante, las megagranjas porcinas y el cajoneo de la Ley de Humedales. Señaló que para el extractivismo no hay grieta y que solo con la movilización popular se lo puede frenar.
Jueves 21 de octubre de 2021
Al igual que sucedió con el debate de la semana pasada, en donde solamente Myriam Bregman, candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires por el FITU, trajo a la discusión la dimensión ambiental que atraviesa la realidad social, esta vez fue Nicolás del Caño quien lo hizo.
En su intervención explicó que la pandemia, la cual aún no terminó, no es solamente una cuestión natural, sino que es una consecuencia de la depredación ambiental que produce el capitalismo. También demostró que frente al extractivismo no hay grieta, como se expresa en la alianza entre peronistas y radicales para avanzar sobre la Ley 7722 en Mendoza, la cual fue defendida por una enorme movilización popular. Lo mismo en Chubut, donde fue la movilización quien impidió el avance de la megaminería contaminante.
Finalmente interpeló a Tolosa Paz, candidata por el Frente de Todos, que en sus spots publicitarios dicen que Si a la Ley de Humedales, pero que en la realidad su espacio es cómplice e impulsor del agronegocio y del negocio inmobiliario que hacen lobby para mantener cajoneada la Ley de Humedales.
Ningún otro candidato en sus intervenciones incluyó esta dimensión. Esto no significa que no tienen conocimientos del tema, o que ignoran la situación crítica en la que se encuentra el planeta, como se demostró en el último informe del IPCC. A esta altura, con todos los datos, con el enorme movimiento ambientalista que existe en todo el mundo, con las consecuencias que se empiezan a percibir en forma de sequías, inundaciones, pandemias, pérdida de biodiversidad, que en un debate político la dimensión ambiental no aparezca es una forma de "decir sin decir" que el ambiente no es una prioridad y que va a estar subordinado a los negocios capitalistas.
Por eso, para fortalecer la pelea por construir una sociedad que viva en armonía con su entorno, hay que votar al Frente de Izquierda Unidad.