El miércoles 1 de enero, un grupo de choque desalojó el palacio municipal de Tlacolula de la misma forma que hemos visto con los porros en las universidades y en algunas alcaldías de CDMX. La agresión fue ordenada por el presidente municipal Carlos León Monterrubio
Lunes 6 de enero de 2020
El palacio ya había sido tomado por los "inconformes" y soldaron las puertas de las regidurías después del enfrentamiento con la policía estatal el 9 de noviembre del año pasado, durante el conflicto por un predio en el cual se encuentra dos escuelas primarias (Presidente López Mateos y Sor Juana Inés de la Cruz).
El origen del conflicto recala en el presidente municipal de Morena, Carlos León Monterrubio, quien decidió destinar los pocos recursos que se asignan a la reconstrucción de las escuelas oaxaqueñas afectadas por el sismo del 2017, no para remodelar los planteles educativos sino para demolerlas y construir en su lugar una plaza "comercial-cultural".
Este abuso despertó el descontento entre los maestros y los padres de familia, quienes organizaron un plantón al lado del edificio escolar, mismo que fue reprimido por Monterrubio, quien envió el 26 de octubre pasado un grupo de choque conformado por trabajadores del ayuntamiento y simpatizantes suyos y de Morena, movilizando para sus propios fines una parte de la población que "quiere" que se reubique la escuela en las afueras de Tlacolula, lo que ha generado una división entre la población y la organización de un sector resistente a estos planes que se organiza en el Comité Ciudadano Representativo de Tlacolula. Previamente, el 4 de octubre se había dado otro enfrentamiento.
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Año nuevo violento
El presidente municipal aprovechó que parte de la población aún estaba celebrando año nuevo. Por eso pocos integrantes del movimiento que busca la restauración de las escuelas y la destitución del presidente municipal se encontraban en el palacio. asi se llevaría lo que sería la cuarta agresión contra el movimiento.
Fue en la tarde cuando los testigos vieron llegar una camioneta de carga llena de encapuchados a agredir y desalojar el palacio agrediendo y golpeando a cualquiera que se encontrara cerca. Saquearon también puestos ambulantes, y cerca se encontraba el director de deportes, el C. José Luis Vázquez Quiñones, dirigiendo la agresión.
Los testigos también afirman que los agresores llegaron al palacio con plantas de soldar. Vecinos observaron el saqueo de documentos y material de cómputo de las oficinas del palacio municipal. Luego de estas acciones abandonaron el palacio.
Después de la agresión
El jueves 2 de enero los integrantes del movimiento junto a su Comité Representativo llegaron al Palacio viendo soldadas todas las puertas, pero con la diferencia de que algunas oficinas tenían las luces encendidas.
Durante la mañana los testigos observaron la presencia de la notaria pública Lic. Mariana Martínez Gracida. Al entrevistar a la notaria, ella menciona que el presidente municipal la citó para ingresar al palacio y notificar el estado de las oficinas.
Los integrantes del movimiento sospecharon y llamaron a una asamblea a las 5 de la tarde en el palacio para informar sobre la situación y tomar decisiones sobre las acciones a seguir. La asamblea empezó con normalidad.
Nueva agresión
Juan Diego, habitante y corresponsal de La Izquierda Diario, nos comenta que durante la asamblea, la policía municipal salió corriendo del cuartel hacia la salida sur del palacio.
Fue cuando los integrantes del movimiento se acercaron a ver qué ocurría y al llegar a la entrada sur fueron agredidos con botellas por el grupo de choque identificando a porros de la UABJO, muchos de ellos chavos. Los agredidos respondieron con los cohetones que ocupan para llamar a la población. Los agresores se replegaron. Debido a esto los pobladores montaron patrullajes. En uno de estos detuvieron a un chavo que corría hacia la salida de la población.
El chavo declaró que fue pagado por un intermediario para venir a Tlacolula, dijo que eran entre 25 y 30, aunque solamente se vieron alrededor de 15 agresores. Después de la agresión se vio al secretario municipal en los alrededores.
Los agredidos responsabilizan de estos hechos al presidente municipal Carlos León Monterrubio, al secretario municipal C. Adalberto Saturno, al director de deportes José Luis Vázquez Quiñones y a todo el cabildo.
Este episodio es una pequeña muestra de que con la 4T en Oaxaca, los aparatos represivos del viejo priismo como son los porros, siguen existiendo y que la violencia ahora es utilizada por los gobiernos de la 4T. Pero lo que es peor y que desnuda la manera en que se ha conformado el Morena, agrupando las excrecencias de los partidos derrotados en las elecciones del año pasado y otros personajes igual de corruptos.
Este tipo de gentes no dudan en traicionar la confianza del pueblo de Tlacolulacuando husmean jugosos aún a costa de la educación o la salud de la gente. Por ello prefieren construir una plaza comercial que restaurar las escuelas, debido a que el predio en cuestión está en el centro de esta pequeña ciudad. Ante la gravedad del conflicto, el gobernador ha tenido que hacer una declaración pública diciendo que se mantendrá la reconstrucción del edificio escolar. Habrá que ver si es así.
Los maestros y padres de familia que se dieron cuenta del negocio del presidente municipal, son los primeros desengañados por el fenómeno amloísta, así como lo son ahora los pueblos del sur del país amenazados por la devastación ecológica y la expropiación de tierras por el Tren Maya. En ambos casos el grueso de la población vio con buenos ojos la llegada del Morena al poder y eso es lo que les permite seguir con sucios negocios pero que no benefician a la población sino a empresarios y funcionarios. Al viejo estilo del PRI.