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Red Internacional
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Francia. Unidad de trabajadores y ecologistas contra los despidos, los ataques sociales y la represión del gobierno de Macron

Mediante una declaración conjunta, trabajadores petroleros de Total y las principales organizaciones socioambientales de Francia plantean unificar la lucha obrera y ambiental para enfrentar los ataques patronales y del gobierno y dar una salida a la crisis social y ecológica.

Viernes 20 de diciembre de 2024 12:08

¿Organizaciones socioambientales organizandose junto a trabajadores petroleros? Sí. Frente a cierto prejuicio que separa ambas luchas como opuestas desde ambos lados, organizaciones como la seccional de la CGT de la planta de la petrolera Total Grandpuits, ubicada unos 78 km al sur de París, Los levantamientos de la tierra (Les Soulèvements de la Terre), Los amigos de la tierra, Extinción Rebelion acaban de publicar una declaración que plantea que "La lucha contra los despidos en la industria es una lucha ambiental".

"Durante demasiado tiempo, la ecología y el empleo han recibido la oposición artificial de quienes tenían todo el interés en convencer a los trabajadores de que los ambientalistas querían cerrar sus fábricas, la única manera de alimentar a sus familias, y de los ambientalistas de que los trabajadores eran responsables o cómplices de la contaminación y devastación ambiental", afirman en el texto. "Ante los crecientes despidos, que arrojan a miles de trabajadores y sus familias a la precariedad y el sufrimiento, mientras la devastación ambiental se profundiza, es hora de poner fin de una vez por todas a esta oposición organizada por los patrones", continúa. ¿Qué hacer frente al a crisis ecológica y social? Entre otras medidas proponen la "socializando sin indemnización las fábricas condenadas a cerrar bajo el control de los trabajadores, para lanzar su reconversión ecológica en manos de quienes tienen este interés: los trabajadores y los residentes".

Pero esto, afirman, no será automático y ni "caerá del cielo: solo puede ser el resultado de una lucha general del mundo del trabajo y de la sociedad. Una perspectiva a construir ahora desde el trabajo de alianzas locales y movilizaciones conjuntas". Una perspectiva estratégica y de lucha desde abajo.

Esta unidad, que la declaración plantea extender a todo el país, se remonta a 2020, cuando los trabajadores petroleros de Grandpuits fueron a la huelga contra la decisión de la multinacional de deslocalizar sus actividades y convertir la refinería en una planta de producción de biocombustibles y bioplásticos, una excusa para una “transición corporativa”, con lo que en realidad buscaba despedir y precarizar a los trabajadores, y seguir produciendo combustible fósil en otro lugar. Greenwashing. Los trabajadores, con sus dirigentes de base como Adrien Cornet, militante del partido Révolution Permanente, organizaron una la lucha en unidad con organizaciones socioambientales para denunciar el ajuste y el greenwashing de Total. Recientemente, este frente único se volvió a poner en pié con la denuncia en la planta alimenticia industrial de Neuhasser de la multinacional del agronegocio InVivo, contra el despido del delegado Christian Porta, también militante de Révolution Permanente.

Se trata de un ejemplo a seguir tanto para la lucha socioambiental como para la de trabajadores y sindicatos, en el mismo sentido de otras experiencias locales como la de la cerámica Zanon y la gráfica Madygraf.

A continuación reproducimos la declaración completa traducida.

"Declaración unitaria - 19 de diciembre de 2024
LA LUCHA CONTRA LOS DESPIDOS EN LA INDUSTRIA ES UNA LUCHA AMBIENTAL

Vencorex, Arcelor Mittal, Michelin, Auchan, Airbus, Valeo, pero también muchos sectores públicos... Desde principios de otoño, los anuncios de planes de despidos masivos y de cierres de empresas se han multiplicado en todo el país. Según la CGT, 300.000 puestos de trabajo podrían verse amenazados, especialmente en los sectores químico, metalúrgico y comercial.

Durante demasiado tiempo, la ecología y el empleo han recibido la oposición artificial de quienes tenían todo el interés en convencer a los trabajadores de que los ambientalistas querían cerrar sus fábricas, la única manera de alimentar a sus familias, y de los ambientalistas de que los trabajadores eran responsables o cómplices de la contaminación y devastación ambiental.

El colmo del cinismo, la ecología ha sido utilizada incluso por los empresarios para justificar despidos, como en la refinería Total de Grandpuits, donde se eliminaron 700 puestos de trabajo en 2021 bajo el pretexto de una hipócrita reconversión ’verde’ de la planta, o actualmente en Stellantis, donde la fábrica de Poissy pretende convertirse en un ’campus verde’ del gigante automotriz.

Ante los crecientes despidos, que arrojan a miles de trabajadores y sus familias a la precariedad y el sufrimiento, mientras la devastación ambiental se profundiza, es hora de poner fin de una vez por todas a esta oposición organizada por los patrones. Estas son las mismas personas que están despidiendo trabajadores en masa y asolando el mundo, y exponiendo a los trabajadores y su salud a la peor contaminación. El caso de la fábrica Solvay de Salindres, en el Gard, es un claro ejemplo de ello: después de haber degradado la salud de los trabajadores y del medio ambiente con contaminantes eternos durante décadas, la fábrica cerró con el pretexto de normas medioambientales excesivamente restrictivas, abandonándo a los trabajadores y dejando los alrededores de la fábrica permanentemente contaminados.

Por eso la lucha contra los despidos es también una lucha ecologista. Para detener la ofensiva de los empresarios que pretenden hacer pagar a los trabajadores el precio de la crisis económica y ecológica, hoy debemos luchar junto al mundo del trabajo y, en particular, a las huelgas que están surgiendo en diferentes empresas para prohibir los despidos. Es obvio que ante la crisis ecológica no podemos seguir produciendo como lo hacemos actualmente. Pero es igualmente obvio que los planes de los empresarios nos están llevando a un callejón sin salida catastrófico a nivel ecológico y social. Podemos encontrar otra salida a la crisis ecológica y social, socializando sin indemnización las fábricas condenadas a cerrar bajo el control de los trabajadores, para lanzar su reconversión ecológica en manos de quienes tienen este interés: los trabajadores y los residentes.

Frente a un gobierno radicalizado y a unos empresarios que han reprimido duramente a los ecologistas y a los trabajadores por igual en el último período, algo así no caerá del cielo: solo puede ser el resultado de una lucha general del mundo del trabajo y de la sociedad. Una perspectiva a construir ahora desde el trabajo de alianzas locales y movilizaciones conjuntas.

CGT Grandpuits – Amigos de la tierra – Extintion Rebellion"


Juan Duarte

Psicólogo y docente universitario en la UBA. Militante del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Editó y prologó Genes, células y cerebros (Hilary y Steven Rose), La biología en cuestión (Richard Lewontin y Richard Levins), La ecología de Marx (John Bellamy Foster), El significado histórico de la crisis de la psicología y Lecciones de paidología (Lev Vigotski), La naturaleza contra el capital (Kohei Saito) y León Trotsky y el arte de la insurrección (1905-1917), de Harold Nelson (2017), en Ediciones IPS.

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