Comenzó noviembre con movilizaciones, las y los trabajadores de la primera línea salieron a las calles por el reconocimiento de su labor, la entrega de un bono COVID, movilizaciones que fueron en escalada tras conocerse el miserable aumento de presupuesto para el 2021 destinado a la salud pública. Hoy las direcciones sindicales aceptaron las migajas del gobierno¿Qué perspectivas le podemos dar a las movilizaciones de la primera línea para mejorar la salud de todas y todos?
Agrupación "Abran Paso" Agrupación de trabajadoras y trabajadores de la salud
Miércoles 2 de diciembre de 2020
A principios de noviembre se reanudaron las movilizaciones del sector de salud, el paso al código sanitario de los TENS, el famoso BONO COVID y el bono de trato a usuario tramo 1, eran negados, mientras a la policía le entregaban el bonos y los enviaba a reprimir al personal de salud y todos quienes se movilizaran.
Una vez conocido el presupuesto destinado a la salud pública este 2021, las manifestaciones tomaron otro tono, un miserable aumento de $162 pesos por persona, desató la rabia e indignación de las y los trabajadores de la salud, sin embargo, la ausencia de asambleas de base y la división entre distintos sectores de la salud y gremios negó en los hechos la realización paro nacional unificado, desgastando la movilización, mientras las burocracias gremiales aceptaban las migajas del gobierno por arriba, sin consultar a las bases. Las demandas eran sentidas por las y los trabajadores, quienes mostraron disposición para luchar pero las direcciones gremiales se negaron a organizar y desarrollar la movilización en un forma ascendente.
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¿Cómo hubiera sido el panorama si se hubieran convocado a asambleas para preparar la movilización y un paro nacional? ¿Cómo hubiera sido la fuerza que se podía lograr si coordinaban con usuarios, otras organizaciones y sindicatos o en articulación con otros sectores en lucha como los familiares de presos políticos? Las y los trabajadores de la salud cuentan con un importante reconocimiento de la población, no solo por la pandemia sino también por el importante rol que jugaron en el estallido social con las brigadas de salud, sin duda estas demandas hubieran sido defendidas por millones, ¿Por qué no se busco esta articulación y se prefirió quedar en “estados de alertas”?
Quedó claro que no basta con la unidad entre dirigentes para presionar y cambiar la realidad, es necesario preparar el paro y la movilización desde las bases, buscando la unidad con diferentes sectores, algo que las burocracias gremiales se niegan, profundizando en la diferencia entre estamentos y gremios. Así como lo hicieron en el Hospital de Antofagasta donde el sindicato de aseo de la empresa Siglo XXI participó activamente en las movilizaciones, mostrando solidaridad entre trabajadores, o como fue el Hospital Sótero del Río con una actividad en contra de la represión y por la libertad de los presos políticos, organizado en unidad con las poblaciones aledañas. También las y los trabajadores del Hospital Barros Luco Trudeau, con asambleas de casi 200 trabajadores y un corte de calle en la Gran Avenida, denunciando la intransigencia del gobierno y exigiendo la libertad a los presos políticos de la rebelión.
Si bien la movilización a nacional ha retrocedido, producto de la intransigencia del gobierno y la estrategia desmovilizados de los dirigentes, sigue planteada la necesidad de avanzar en un paro nacional unificado, donde las y los trabajadores de la salud seamos un factor en la lucha por nuestras demandas, pero también en unidad con otros sectores en lucha, por ejemplo tomando en nuestras manos la lucha contra la represión e impunidad de este gobierno y exigiendo la libertad inmediata de los presos políticos. Esto implica la organización de asambleas de base, donde se organicen todos los trabajadores de la salud para discutir y prepararnos para el paro nacional convocado por las familias de las y los presos políticos de la rebelión para este 10 de diciembre, exigiendo a todas las federaciones y confederaciones de la salud, a la CUT, juntas de vecinos, organizaciones territoriales y del movimiento de mujeres que organicemos en común un paro efectivo y desde la base. Nuestras demandas como el bono COVID continúan pendientes, las demandas de la rebelión también.
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Esta es la lucha que desde la agrupación de trabajadoras y trabajadores de la salud Abran Paso impulsamos en cada centro de salud, e invitamos a todas y todos quienes compartan esta perspectivas a organizarnos en conjunto y ser parte del encuentro nacional que realizaremos este jueves 3 de diciembre a las 18 hrs. y que tendrá por objetivo prepararnos para el paro nacional del 10 de diciembre y poner en común un programa para fortalecer la salud pública hacia el proceso constitucional que se viene.