El martes 21, en la Secretaría de Asuntos Estudiantiles de la UNC, y por iniciativa de la agrupación El Malón Vive, se realizó el II Encuentro de estudiantes de Pueblos Originarios.
Martes 28 de octubre de 2014
Allí se habló principalmente de la importancia de la Identidad Cultural y el reconocimiento, desde la institución, de este sector históricamente invisibilizado. “Creemos que la identidad indígena de los estudiantes no está siendo abordada (…) porque la Universidad es productora hegemónica de conocimiento, y entre esa producción (…) niega el valor de la cultura indígena; lo ha hecho el Estado, la Universidad también y es parte del proceso de colonialidad que vivimos hoy”, comentó para La Izquierda Diario, Valeria, integrante del “Malón”.
En este sentido lo que se planteó fue la pregunta: ¿Cómo utilizar las herramientas culturales que brinda el Estado (en este caso la Universidad) para paliar esta negación que se produce, de los pueblos originarios?.
Una primera respuesta, desde El Malón es que la Universidad “abra o habilite” espacios de participación hacia los estudiantes de pueblos originarios, y la revisión de los contenidos curriculares de las carreras, entre otros.
En este sentido vemos una fragilidad en cuanto a la propuesta de que este Estado negacionista de los pueblos originarios, y no sólo en el aspecto cultural, sea a la vez el que les abra las puertas para su propio desarrollo humano. Es decir, en los planos de cultura, trabajo, salud, territorio, etc.
Siguiendo con esta línea podemos mencionar algunos ejemplos de lo que el Estado garantiza para los pueblos originarios. En Neuquén, donde las comunidades mapuce tienen un histórico conflicto con terratenientes y parques nacionales, el Estado interviene únicamente a favor de éstos.
O el caso de la comunidad qom de La Primavera, cuyo dirigente es Félix Díaz, de un conflicto de tierras en el que la Universidad Nacional de Formosa es aliada de los terratenientes y sus intereses, en detrimento de la comunidad.
Otro ejemplo claro de la actitud del Estado es la reciente entrega del petróleo a la multinacional Chevron, que no sólo se lleva un recurso natural, si no que ese saqueo avasalla el derecho al acceso a la tierra del pueblo mapuce, dejando contaminación y miseria.
Creemos que los espacios de discusión y debate sobre la realidad de los pueblos originarios deben darse en las universidades. Pero apropiándose de esos espacios y organizándose en común con el movimiento estudiantil (centros de estudiantes, agrupaciones) y los trabajadores en lucha, para dar la pelea por los derechos de los pueblos originarios. Para que sea realidad ese “(…) dentro y fuera de la Universidad”, como expresan los estudiantes durante la reunión. Y lograr así, construir una Universidad al servicio de los oprimidos y explotados.