El jueves el campus Miguelete se tiñó de verde. Pese a la gestión que busca silenciar la lucha de las mujeres los estudiantes tomamos nuestros pañuelos y demostramos que esta pelea se da también en la UNSaM.
Sábado 21 de abril de 2018
En medio de un intenso debate en el Congreso por la ley de aborto, que tiene finalmente, gracias a la pelea de las mujeres en las calles, un tratamiento real luego de múltiples presentaciones del proyecto, las estudiantes alzamos nuestra voz por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
Mientras que adentro del recinto se pueden ver decenas de exposiciones de diferentes referentes, artistas, intelectuales y estudiantes que exponen los argumentos necesarios para que dicho reclamo se haga ley y así las mujeres dejemos de morir en el intento de realizarnos un aborto clandestino, nosotras seguimos presionando por la ley desde afuera.
Dentro de las universidades las estudiantes estamos organizándonos en nuestras cursadas y carreras, para seguir coordinando desde nuestros lugares esta enorme lucha. Las estudiantes de la UNSaM no nos quedamos atrás y el jueves 19 teñimos el campus del color que simboliza la lucha por el aborto.
Desde Pan y Rosas consideramos que es indispensable garantizar nuestros derechos para que dejen de morir cientas de mujeres por año: el debate no es por un sí o no al aborto, sino que es una discusión de salud pública.
Como estudiantes de la Universidad, estuvimos presentes y acompañando en cada una de las luchas que las mujeres tuvimos que llevar adelante: desde el cupo en la carrera de Psicopedagogía (mayoritariamente de mujeres), las denuncias a la gestión el año pasado por los casos de abuso a alumnas en las inmediaciones del Campus, y ahora porque el Consejo Superior se pronuncie a favor de la Ley por el aborto legal.
La Junta Electoral y la gestión universitaria intentan proscribir la lista del Frente de Izquierda que se presenta a las elecciones de Consejo de Escuela de Humanidades. Es una clara intencionalidad política ya que somos todas mujeres quienes conformamos la lista y venimos dando una intensa pelea por el aborto legal tanto fuera como dentro de la universidad.
Somos la única lista que pelea consecuentemente por nuestros derechos y que se propone llevar la pelea de todas las mujeres también al Consejo. La proscripción al Frente de Izquierda significa acallar la voz de las mujeres dentro de la Escuela de Humanidades.
Como muestra del ataque a la izquierda y a la organización independiente de las compañeras este viernes, luego del pañuelazo realizado por distintas agrupaciones y la Comisión Independiente de Género y Diversidad Sexual (conformada luego de los casos de abuso del año pasado, de los cuales la gestión aun no dio respuesta ni movió un dedo), nos encontramos con que fueron removidos los pañuelos gigantes y carteles que se habían pegado a lo largo del campus.
Este hecho no es aislado: cuando comenzaron las clases, nos encontramos con que la UNSaM había borrado los murales por Julio López, Luciano Arruga, Santiago Maldonado, Carlos Fuentealba y los 30.000 compañeros desaparecidos, además de llevarse materiales de militancia que estaban dentro de los cajones de nuestra mesa.
Ahora, en pleno contexto en el que están queriendo proscribir al Frente de Izquierda en las elecciones de Consejo de Escuela de Humanidades, siendo la única lista de la Universidad que lucha consecuentemente por los derechos de las mujeres, junto a los trabajadores del Posadas, PepsiCo, Inti, contra el ajuste de Macri y en defensa de la educación pública, nos encontramos también con que sacaron los pañuelos que las compañeras hicimos para alzar nuestra voz en la lucha por el aborto legal.
Esta lucha la estamos dando estudiantes y trabajadoras y se ve cada vez que somos miles en las calles, no van a poder callarnos arrancando nuestros pañuelos, carteles ni con proscripción.
Como mujeres estudiantes y trabajadoras consideramos indispensable la organización para arrancar nuestros derechos en todos los ámbitos de nuestra vida, porque nunca nadie nos regaló nada, sino que lo conquistamos gracias a la lucha de miles de mujeres a lo largo de nuestra historia.
Consideramos que, si bien es importantísimo el avance con la ley, este cambio no es meramente cultural, para que el patriarcado deje de coartar nuestras vidas, debemos hacer un cambio de raíz sobre las bases materiales del sistema que nos oprime.
Macarena Schvintt
Graduada de IDAES de la Universidad Nacional de Gral. San Martin.