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Red Internacional
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UNIVERSIDAD EN VENTA. Universidad de Vigo: facilidades para las empresas privadas, dificultad para los estudiantes

Recientemente se realizó una charla en la Facultad de Biología de la Universidad de Vigo en la que participaron empresas como Maravilla Congelados S.A y el hospital privado POVISA. Sin embargo los estudiantes tienen serias dificultades para reservar espacios para actividades políticas y asociativas.

Miércoles 21 de febrero de 2018

El Colexio Oficial de Biólogos de Galicia organizó una charla titulada “As actividades profesionais dos Biólogos” y realizada el 19 de febrero, pretendía servir de ayuda para los estudiantes y titulados en biología para encontrar trabajo. En un sector, el de la investigación y la ciencia, en donde la crisis se ha golpeado con casi 90.000 despidos y donde la precariedad cada vez es mayor.

POVISA es un hospital de gestión privada de Vigo que recibió el año pasado a modo de subvención pública nada más y nada menos que alrededor de 100 millones de euros, y tiene un concierto firmado con la Xunta con el que cobra 450 euros por paciente asignado.

Es un claro ejemplo del proceso de privatización de la sanidad gallega, que en el caso de Vigo es todavía más sangrante, siendo el Hospital Álvaro Cunqueiro de gestión público-privada, el ejemplo más flagrante. Casi 200.000 personas llegaron a manifestarse aquel 3 de Septiembre de 2015 y toda una serie de luchas se desarrollaron para defender las condiciones laborales de los trabajadores y la calidad asistencial.

Asimismo, el 7 de febrero se realizó una charla en la Facultad de Telecomunicaciones, con el título “Meus avatares e máis eu, o que queda na rede queda só na rede”, impartida por Gonzalo Sotelo, guardia civil experto en delitos informáticos.

El objetivo era el de educar a los jóvenes en las responsabilidades a la hora de publicar en redes. Resulta cuanto menos indignante que la universidad realice semejante actividad cuando asistimos a un reguero de casos de represión a twitteros, raperos y activistas, junto con la ofensiva en Catalunya.

Pero volviendo a la Universidad, sólo hace falta acercarse al Campus del CUVI (Complejo Universitario de la Universidad de Vigo) para observar la presencia e injerencia de las empresas. La publicidad de toda clase de negocios es generalizada; grandes paneles, cartelería y pantallas anuncian empresas y bancos. Sin embargo, se restringen los paneles donde los estudiantes pueden publicitar sus ideas e iniciativas. Siendo los existentes casi exclusivos para actividades académicas de instituciones de la propia Universidad.

Por otra parte, es conocido que los estudiantes tienen serias dificultades para reservar espacios públicos dentro de la Universidad para la realización de actividades políticas o asociativas. Un derecho tan elemental como hacer una asamblea se ve vulnerado.

Es necesario ser alumno de una facultad para poder pedir un aula, así como presentar un informe detallado de la actividad con antelación, que tiene que pasar por el visto bueno del equipo decanal. Mientras se limita la actividad política y social, desde las autoridades universitarias se llenan la boca con esto de “acercar la universidad a la sociedad”.

¿Pero qué significa esto para los representantes de la casta universitaria? No significa otra cosa que trabajar para los intereses de las principales empresas locales e internacionales. Para recibir financiación, la universidad permite que exista publicidad explícita en sus instalaciones y va progresivamente adecuando sus planes de estudio y líneas de investigación para que satisfagan los intereses capitalistas.

Así, con la excusa de “ayudar a los estudiantes a la búsqueda de empleo” se está dando cancha a una empresa como POVISA, que es responsable de la privatización de la sanidad. Con la pérdida de empleos, precariedad laboral, bajada de salarios y disminución de la calidad del servicio que eso conlleva.

El proceso privatizador de los centros de estudios superiores ya ha comenzado. Los servicios externos, como cafetería y reprografía ya están en manos privadas. En el Consejo Social hay empresarios que financian y condicionan lo que se hace en el campus. Durante la crisis se redujeron las becas y aumentaron las tasas universitarias. Muchos alumnos se vieron obligaron a abandonar sus estudios debido a esta situación.

El plan del gobierno gallego y estatal, en colaboración con las grandes empresas y bancos, es el de convertir las universidades en herramientas para maximizar sus beneficios. Mientras se impide el acceso a los estudios superiores a gran parte de los jóvenes de clase trabajadora, se usan las instituciones para formar trabajadores cualificados, en su mayoría también explotados, que respondan a las necesidades del capital.

Pero no debemos confundir las necesidades de las empresas, o las del “mercado laboral”, con las verdaderas necesidades del pueblo trabajador. La sociedad en su conjunto necesita de trabajadores cualificados en todos los campos para avanzar en su progreso material. Pero sus conocimientos deben ser puestos al servicio de las necesidades sociales. Por eso defendemos una universidad pública, gratuita, laica, democrática y de calidad.