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Red Internacional
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Cultura. Urgente escuela

El presente texto pertenece al libro: “¿Se nace o se hace? Crónicas de una maestra.”

Viernes 3 de octubre de 2014

A lo mejor fue a fuerza de rutina, por la imperiosa necesidad de ordenar un día atrás del otro en estos tiempos que nos pasan. O tal vez fue la manera de sobrellevar mejor la carga. El caso es que, sin saber bien el cómo ni el cuándo, nos fuimos acostumbrando.

Se nos acostumbraron los ojos a ver la pared con la mancha de humedad y la pintura descascarada.

Se nos acostumbraron los ojos a ver los pibes sin medias.

Se nos acostumbramos los oídos a escuchar en las primeras horas de la mañana ¿cuánto falta para la leche? Ayer no vine porque me fui a trabajar, mañana tampoco vengo porque tengo que cuidar a mis hermanitos.

Se nos acostumbró el olfato a que en algunas escuelas no hay olor a útiles sino a guiso, naranja, y perros mojados.

Se acostumbró nuestra práctica a que en algunas escuelas los chicos necesitan siete u ocho años para aprender a leer y a escribir.

Se nos acostumbró el oído a escuchar que esto se llama diversidad y no desigualdad.

Y que en todo caso se necesita de la equidad y no de la igualdad (dios nos libre de la temida homogeneización)

Se nos acostumbró el pensamiento a pensar que es normal, siempre hubo ricos y pobres, y naturalmente a los pibes pobres les tocan las escuelas pobres.

Se nos acostumbró el pensamiento a pensar que todas estas cosas van por otro lado. Y a llenar los formularios para depositar en la ventanilla de Construcciones Escolares, pero mientras tanto, vendemos y compramos las rifas que nosotros mismos organizamos.

Se nos acostumbró la mano a escribir en las planificaciones las palabras de la empresa: la educación de calidad, el currículo flexible, los aprendizajes por competencias… Y a elaborar los proyectos, para “retener la matrícula” (los niños) para que nos observe el Ministerio, para que no nos cierren los cargos.
Se nos acostumbraron los ojos al cartel que nos dice que por las escuelas hay que andar despacio.

Urgente escuela. Rápido. Usemos el pensamiento del otro lado.