Otra marcha multitudinaria en el Día Internacional de la Mujer. Desde los colectivos y agrupaciones feministas, hasta en los lugares de trabajo, las mujeres se organizaron para marchar contra la violencia de género y por la defensa de nuestras conquistas.
Lunes 9 de marzo de 2020
Foto: MediaRed
Cientos de miles de mujeres se dieron cita este #8M. Marcharon en Montevideo desde la Plaza Libertad hasta la explanada de la Universidad de la República. También se dieron manifestaciones en la mayoría de las ciudades capitales departamentales. Nuevamente las caras pintadas, las prendas color lila, los carteles hechos a mano y una fuerza imparable que solo la da la mujer cuando se organiza para luchar con otra mujer.
Agrupadas en colectivos feministas, por lugares de trabajo y estudio o sueltas, las mujeres se hicieron presentes gritando, bailando y reclamando. Así lo hicieron la Coordinadora de Feminismos, que fue cabecera de la marcha, y que convocó a marchar para “despatriarcalizar la vida”.
Durante el transcurso de la marcha pudimos ver cuerdas de tambores conformadas solo por mujeres, compañías de folclore, comunidades afrodescendientes organizadas y muchas, muchas mujeres que sintieron el deber de manifestarse por ellas mismas, por sus hijas, y por todas las que ya no están, por las que murieron en manos de sus parejas o ex parejas, aquellas que engrosan las estadísticas de los feminicidios en Uruguay. Y también por aquellas que están desaparecidas, secuestradas presuntamente por redes de trata y explotación sexual que operan en territorio uruguayo y que ni el anterior gobierno del Frente Amplio ni el actual del Partido Nacional han reconocido.
#8M con un gobierno de la derecha
Este año, el #8M fue especial en nuestro país, por el reciente cambio de gobierno a manos del Partido Nacional, en una coalición con otros partidos de la derecha tradicional, incluyendo a Cabildo Abierto, el partido recientemente fundado por el ex Comandante en Jefe del Ejército Guido Manini Ríos, de claro tinte misógino, homofóbico y represivo.
La amenaza que hacen todos estos sectores reaccionarios es la pérdida de nuestras conquistas históricas como el derecho al aborto o el matrimonio igualitario. Son sectores pro vida, religiosos y anti derechos que hoy se sienten con la impunidad de agitar sus banderas de forma provocativa porque están avalados desde el Estado.
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Justamente, los días anteriores a la marcha, vimos por los medios y las redes sociales un giro represivo en los operativos policiales dirigidos a vendedores ambulantes, artistas callejeros y jóvenes de los barrios periféricos que fueron interceptados por las fuerzas como la Guardia Republicana, la PADO y otros cuerpos especiales, entrenados para actuar como antidisturbios.
Horas antes de la movilización del #8M, el gobierno salió a decir que veía “con preocupación” la marcha de las mujeres. Claro, es que, si las mujeres nos organizamos y reclamamos por nuestros derechos, tiemblan los gobiernos y las instituciones patriarcales.
La demostración a esta “preocupación” fue la presencia policial en las cuadras aledañas a la movilización, con tanquetas antidisturbios y lanza agua, y decenas y cientos de policías de estos cuerpos especializados. Quieren amedrentar a las mujeres, quieren meternos miedo, pero simplemente no lo van a conseguir. Hoy las mujeres vivimos una nueva jornada de lucha, y nadie nos va a parar. Ya no nos callamos más.
“Iglesia, basura, vos sos la dictadura”
Una de las instituciones más repudiadas fue la iglesia católica, que no pierde oportunidad para meterse en la educación pública y a quien, provocativamente, el nuevo gobierno le quiere dar poder.
En la marcha vimos cómo la iglesia ubicada en la Av. 18 de Julio estaba totalmente vallada y custodiada por más de 30 efectivos policiales. No es para menos, a los curas pedófilos y abusadores, el gobierno los premia con impunidad y protección frente a la bronca de las mujeres.
Las expresas políticas dijeron presente
No podían faltar a la cita, como lo vienen haciendo hace años. Son las mujeres que fueron presas políticas durante la dictadura cívico-militar. Aquellas que tuvieron que soportar la tortura, las vejaciones sexuales y todo tipo de agravios. Esas valientes mujeres hoy estuvieron presentes con sus pancartas, marcando que nadie las callará, y que siguen vivas para dar su ejemplo de lucha. Fueron ovacionadas en la marcha.
Pan y Rosas y sus peleas
Nuestra Agrupación Internacional tuvo en Uruguay varias peleas fundamentales. En primer lugar, la defensa de las conquistas adquiridas, y que ningún gobierno nos la van a quitar. “No pasarán” se podía leer en pancartas y afiches. Porque nuestros derechos, que se conquistaron con años de lucha, no son moneda de cambio para los gobiernos de turno. En segundo lugar, dimos una pelea contra el “feminismo liberal”, aquel feminismo representado por mujeres de los mismos partidos tradicionales que hoy se encumbran en la lucha por la igualdad de derechos, pero que todos los días gobiernan para los ricos, las multinacionales y los terratenientes.
Expresión de este feminismo es Beatriz Argimón, hoy vicepresidenta, quien afirmó que participó de la marcha, a pesar de que fue repudiada con cantos como “Argimón, Argimón, tu lucha feminista es pura represión”. Pan y Rosas denunció antes, durante y después, el avance represivo del nuevo gobierno, y repudió el operativo policial.
Por último, no podía faltar la referencia a nuestras hermanas chilenas que hoy se encuentran dando una pelea contra un régimen heredado de la dictadura, y que, por levantarse contra él, fueron víctimas de violaciones y todo tipo de abuso por parte de los carabineros. “Chilena, escucha, tu lucha es nuestra lucha” o “Que se muera Piñera, y no mi compañera”: Las mujeres de Pan y Rosas nos sentimos orgullosas de nuestras hermanas luchadoras.