Probablemente visteis ayer las declaraciones de Pérez Rey, segundo de Yolanda Díaz, que advertía a la CEOE que si no alcanzan “un acuerdo tripartito del 4%” de aumento del salario mínimo, intentarán acordar una cifra más ambiciosa con los sindicatos.
Lucía Nistal @Lucia_Nistal
Martes 9 de enero de 2024
No sé si -el que fue asesor de Podemos, pero también de Fátima Báñez y que colabora en una fundación de CCOO- pretendía que pareciera que se hace el duro con la patronal, pero lo que hizo fue confesar que, pudiendo ir a por una subida mayor de nuestros salarios, prefieren ofrecer a la patronal una menor.
Una subida que, por cierto, no es tal, porque sigue sin recuperar lo perdido por la inflación total, y ni hablemos de subir el poder adquisitivo de la clase trabajadora. Una locura, dirá la patronal, mientras se llenan los bolsillos. Ya en verano supimos que las empresas habían doblado sus beneficios con la ola inflacionista y que la banca había subido un 20% sus beneficios en el anterior semestre. Según un informe del propio Ministerio, más de un 40% de los asalariados han perdido poder adquisitivo en 2023.
Se están forrando a costa nuestra, esa es la verdad. Y no lo digo yo, sino Calviño cuando dijo que “las empresas españolas nunca antes habían alcanzado este nivel de beneficios”. ¿Y esto cómo es posible? Lo explicó Enrique Santiago, secretario general del PCE, reivindicando su labor en el gobierno: “En la historia de España no ha habido una transferencia de recursos del Estado tan grande a las empresas privadas como la que ha llevado adelante este gobierno". Y tienen la jeta de llamarse “comunistas”, cuando ni siquiera son progresistas.
Pero los números no mienten. Mientras los salarios no alcanzan, el 40% de los fondos europeos ha ido directamente para empresas privadas con grandes beneficios.
Mientras la banca hacía récord, 1.6 millones de familias no podían pagar las hipotecas.
Mientras las empresas multiplican beneficios, cada vez es más difícil llenar la bolsa de la compra y los alimentos son más de un 30% más caros que antes de la pandemia.
Y las burocracias sindicales de CCOO y UGT dejando pasar todo, pactando todo, y sin convocar una huelga general en 12 años. ¡12!
Más allá del discurso, el Gobierno “progresista”, con la complicidad de las direcciones de los grandes sindicatos, gobierna para los grandes capitalistas. A los hechos me remito.
Y si queremos empezar a hablar de subir el poder adquisitivo, de repartir las horas de trabajo, en definitiva, de que los beneficios que generamos las trabajadoras no se los queden los capitalistas mientras nos precarizan cada vez más, Lo vamos a tener que imponer con nuestras fuerzas, las de las trabajadoras que lo movemos todo.
Hay que exigirle a CCOO y UGT que paren de hacerle el juego al gobierno y ser cómplices del expolio, en la lucha de clases y organizándonos con total independencia del gobierno que regatea con nuestro salario.
Lucía Nistal
Madrileña, nacida en 1989. Teórica literaria y comparatista, profesora en la Universidad Autónoma de Madrid. Milita en Pan y Rosas y en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT).