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Red Internacional
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ENTREVISTA // DANZAS. VIII Congreso de Danzas: Educación, Diversidad, Escena

Del miércoles 2 al viernes 4 de septiembre, se realizó el VIII Congreso de Danzas, organizado por la Escuela de Danzas Tradicionales Argentinas "José Hernández". La Izquierda Diario conversó con algunos de sus protagonistas: Analisa Andreoni, Directora de la EDTA y Sofía Roldán, Victoria Osinalde y Magdalena Gómez, estudiantes de la escuela.

Lunes 7 de septiembre de 2015

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LID: ¿Cuál es el propósito de este congreso?

AA: Por un lado es fortalecer todo lo que tiene que ver con la formación del artista y del docente, fortalecer en un espacio diferente al que venimos habitualmente nosotros formando nuestros alumnos, ese es el propósito más importante.

¿Qué les parece el congreso, estos tres días, de lo que han podido participar?

VO: Me parece que está bueno que haya mucha gente, mucha más convocatoria que el año pasado por lo menos. Se ha hecho difusión entre otras escuelas terciarias, como Teatro y Clásicas, y se ha movilizado. Eso da mucha diversidad.

SR: Lo que también ayuda de que venga gente de otras escuelas, es que los talleres y las ponencias no son sólo de tango y folklore sino que se tratan al tango y al folklore desde otras perspectivas. Se dieron varias charlas de investigaciones desde una mirada más abierta.

Se presentaron ciertos elementos en las ponencias que son cuestionadores o disruptivos con ciertas concepciones de la danza "tradicional". ¿Les parece que este tipo de cuestionamiento es patrimonio de este congreso en particular o que se ve generalizado en diferentes instituciones de enseñanza o de práctica de baile, milongas, peñas, etc.?

AA: Es diferente, en este congreso, yo creo que por las características que tuvieron los objetivos en particular, ha sido diferente a otros, pero en realidad es algo que nosotros venimos trabajando con la escuela desde hace tiempo, esto de poner siempre sobre la mesa de debate diferentes posturas que no tienen que ver con los paradigmas de otras épocas. Los modelos artísticos tienen que ver con las épocas y con los otros aspectos de la sociedad, desde lo político hasta lo económico, entonces, lo artístico, no se separa de eso, y, cómo las cosas cambian, también el arte cambia.

MG: En las instituciones de entrada ya como que está súper polarizado eso. Tenés los dos discursos contradictorios, uno más conservador y uno más progresista, por decirlo de alguna manera. Está bueno que estén las contracaras, a uno como alumno lo nutre eso para saber en dónde está parado, para saber qué decide, para saber con qué se identifica y con qué se siente distinto.

VO: Ningún extremo es bueno, por eso tener las distintas visiones sobre la mesa, está bueno.

MG: Yo no lo veo como extremos, lo veo como evolución, estamos en una sociedad que ha cambiado, no es la misma de las tradiciones... hay algunas ideas que están en formol, en folklore se ve mucho, en tango tal vez es un poco diferente porque es una carrera más nueva.

En la EDTA se han dado algunos procesos de organización y manifestación, de estudiantes y docentes, por causas como la marcha del 3 de junio del Ni Una Menos, o la más reciente, la aparición con vida de Ruth Ávila Zambrana, campañas contra la violencia hacia las mujeres, o contra los despidos de trabajadores. ¿Consideran que estas acciones, que también son cuestionadoras de un discurso hegemónico, u orden imperante, en un sentido más amplio, político y económico, tienen algún nexo o conexión con estos procesos que se dan en ámbitos específicos de la danza?

AA: Todo, porque la danza tiene que ver con lo social, como decía hoy, entonces todo lo que decimos o deberíamos decir desde un instituto de formación docente y artístico, a partir de lo que hacemos, que es bailar, entre otras cosas, tiene que transmitir eso, lo que pensamos, lo que creemos que debe ser el mundo en el que vamos a vivir y en el que vivimos. Nosotros tenemos que estar dando un mensaje que puede tener muchos puntos de vista, muchas opiniones diferentes, pero en algunas cosas me parece que vamos todos, digamos, para el mismo lado, en cuanto a la justicia, la educación y a esos conceptos que constituyen a las personas y a las personas que compartimos a diario un ámbito educativo.

MG: Yo creo que totalmente, o sea, los lenguajes se van modificando con la sociedad, es una retroalimentación. Que ciertas instituciones no se hagan mucho eco de eso, tiene que ver con esto de que la sociedad está ensimismada, cada uno vive en su bolonqui, y piensa que quizás al abrir un poco la mirada se va a sumar responsabilidades, o compromisos o líos que uno no quisiese, o que quiere tener su vida ordenada por un lado y no quiere comprometerse con cosas que después no pueda llegar a cumplir, esa es la excusa, de última.

VO: También pasa por un lado de "¿yo qué puedo cambiar?", yo sólo no puedo ir a meterme a pelear contra toda una sociedad, un sistema o como quiera definirse.

MG: Yo pienso distinto, yo creo que eso se volvió un cliché.

VO: Bueno, pero mucha gente se escuda en eso.

SR: Bueno, entonces hay que romperlo.

VO: Además que son cosas que nos pasan, como por ejemplo el edificio; las cuestiones edilicias son cosas que nos pasan. Nosotros estamos trabajando en un edificio que no sabemos cuándo se termina el contrato o cuando nos quedamos sin lugar, muchos nos quedamos 6, 7 meses sin estudiar porque no había lugar... hasta que nosotros no tengamos un edificio propio es algo que no se puede dejar pasar.