Sergio Rojas @sergiorojas63
Viernes 21 de noviembre de 2014
FOTO: http://prensaelalgarrobo.blogspot.com
En el marco de la resistencia por parte de los pueblos afectados por el modelo extractivo megaminero a lo largo de la cordillera, un grupo de vecinos de Andalgalá tomó la decisión de reclamar ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la implementación de un recurso de amparo Ambiental presentado por la asamblea de El Algarrobo de Andalgalá de Catamarca contra la Minera Agua Rica, que existe desde el 19 de enero de 2010. En la causa judicial se plantea la ilegitimidad del acto administrativo emitido por la Secretaría de Minería de la Provincia de Catamarca (SEM), la cual autorizó la explotación del mega yacimiento Agua Rica, pese a no cumplir los requisitos previstos en el Código de Minería y la Ley General del Ambiente (Ley N° 25.675).
Luego de haber pasado por todas las instancias de la justicia de la Provincia de Catamarca el amparo se encuentra desde hace un año en la Procuración de la Nación sin que el conflicto sea resuelto. De esta manera, queda trabada la continuidad del trámite que permitiría a la Corte dictar una sentencia.
Los vecinos en asamblea decidieron viajar hasta la capital para reclamar frente al edificio de la Corte Suprema su resolución ya que esta instancia de lucha a través de las vías legales implicó para la asamblea grandes esfuerzos económicos y organizativos para poder sostenerlo en el tiempo y hoy estaría sin un plazo de resolución durmiendo en un cajón de algún despacho de la corte.
Andalgalá cuenta para desgracia de sus habitantes con una gran cantidad de proyectos de megamineria, desde el principal a nivel nacional como lo es Minera Alumbrera, luego Agua Rica, Filo Colorado y su nueva amenaza en etapa de exploración Bajo El Durazno, pasa a ser para el gobierno provincial de Lucia Saadi Corpacci sinónimo de negociados con empresas multinacionales como Glencore Xstrata (Suiza), Yamana Gold (Toronto Canadá), Goldcorp Inc (Canada), con quienes a través de sus representantes locales negocian porcentajes y aportes clientelares a cambio de abrir el camino a la explotación a pesar de la gran resistencia impulsada por los habitantes de la región.