Erica y Jorge son de Villa Elisa, María es de Arturo Seguí. Estallaron de bronca cuando escucharon los discursos de la Gobernación y la Intendencia. Cuentan lo que debieron pasar sin luz ni agua del sábado al jueves.
Viernes 28 de junio de 2019 00:15
Foto Mauricio Nievas | Clarín
El miércoles a la tarde el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires Daniel Salvador y el intendente de La Plata Julio Garro (ambos de Cambiemos), dieron una conferencia de prensa en la capital bonaerense para anunciar, con cara de malos, que multarían a Edelap por haber dejado a decenas de miles de habitantes sin electricidad durante cinco días.
A su vez dijeron que a los usuarios afectados por el apagón los iban a “ayudar”, no cobrándoles la factura de junio de la luz, la tasa de Alumbrado municipal y algunos paliativos más.
Además de la evidente “lavada de manos” de los funcionarios respecto a la crisis energética, combinada con el aumento obsceno de las tarifas que exprime los bolsillos de la población a cambio de servicios decadentes, Salvador y Garro hicieron alta gala de cinismo. Ambos se vanagloriaron del supuesto “trabajo en equipo” de las administraciones provincial y comunal para “buscar la solución”
Fue el intendente, sobre todo, quien buscó mostrarse comprometido con quienes peor la pasaron. Dijo que “desde el primer momento” tuvieron “muy claro” que él y sus funcionarios tenían “que estar cerca de aquellos que la estaban pasando mal”. Y hasta felicitó “a todo el equipo del Municipio que estuvo a la altura de las circunstancias trabajando día y noche junto a los vecinos”.
Patas cortas
Al escuchar semejantes definiciones, La Izquierda Diario consultó a vecinas y vecinos de las zonas afectadas, quienes con mucha indignación relataron lo que realmente sufrieron por culpa de empresarios parasitarios e inescrupulosos y por funcionarios cómplices.
Erica Secchi vive en barrio La Perla de Villa Elisa. Trabaja en el Hospital de El Dique (Ensenada), con lo cual viaja muchos kilómetros por día. En su caso, como en el de miles de trabajadoras y trabajadores, la prolongada falta de electricidad es un trastorno de proporciones.
“A muchos vecinos, entre ellos nosotros, la falta de luz también implica falta de agua, así que a la dificultad para calefaccionarnos (contando solo con artefactos eléctricos) se nos sumaron problemas para cocinar, bañarnos y demás”, dice Erica. Y denuncia que desde el Municipio “no repartieron bidones hasta el martes y encima la forma de conseguirlos es yéndolos a buscar a donde ellos dicen, o sea que si vivís lejos del punto de entrega es doble trastorno”.
De hecho, ella y muchos vecinos más terminaron comprando bidones de agua y alimentos que no requieren ese recurso para no gastar de más. “A esta altura del mes, teniendo un salario de empleada estatal y un hijo de 9 años a cargo es imposible”, afirma. Y agrega que la escuela de su hijo, la primaria 14, “no tiene luz ni agua, lo que afecta no solo a la continuidad de las clases sino también la del comedor”.
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Consultada sobre las respuestas de los funcionarios, Erica afirma que desde la delegación municipal de Villa Elisa se caracterizan “por el maltrato a los vecinos ante los diversos reclamos que hemos manifestado en los últimos tiempos, como en lo que respecta al abordaje de situaciones de violencia de género que ha impulsado la asamblea de mujeres de Villa Elisa”.
Ante los reclamos concretos por el corte de electricidad, agrega que la delegada “maltrató a quienes se acercaron a la delegación municipal. En su discurso solo responsabiliza a Edelap, evadiendo toda responsabilidad de la gestión de Cambiemos, de la cual es parte. Por supuesto, la propiedad de la delegada tiene generador propio así que ella no tiene problemas”.
Jorge es músico callejero y también de Villa Elisa. Recién este jueves a la tarde volvió la luz a su casa, desde el sábado. “Sin luz ni agua, sumado al clima de frío y lluvia que vivimos, muchos vecinos terminamos enfermos. Entre los vecinos de la cuadra nos fuimos ayudando con las pocas velas que teníamos y con la comida para que no se eche a perder lo poco que teníamos en la heladera. Yo igual tuve que tirar comida”, dice con bronca.
El mes pasado Jorge pagó casi $ 2.000 de luz. “Y no tengo un sueldo fijo, soy artista callejero, me cuesta muchísimo llegar a fin de mes, más cuando la Policía no te deja trabajar y te persigue”. Para él es una vergüenza que ni siquiera los funcionarios hayan repartido “agua o velas. Encima yo tengo peces como mascotas y por la falta de luz se me murieron”.
Él junto a otros vecinos cortaron el Camino Centenario para protestar. “Porque no nos dan bola. Esto no se arregla con una boleta que no pagues como ‘resarcimiento’ o con cambiar de empresa. La luz es algo esencial, no puede estar tan cara y que las empresas, que son supermillonarias, no inviertan como deben”.
En Arturo Seguí vive María, quien es psicóloga y trabaja en un consultorio en La Plata. “También sin luz desde el sábado y sin agua. Recién ayer a la mañana volvió. Por la zona pusieron generadores pero no alcanzaban y el lunes a la noche dejaron de funcionar”.
En un momento ella y su familia tomaron la decisión de mudarse al consultorio que tiene en el centro platense. “Tuvimos la suerte de contar con otro lugar para estar con este frío, pero la mayoría de los vecinos la pasaron muy mal, sobre todo los mayores. Nada de colaboración de la delegación ni de la Municipalidad”.
La Izquierda Diario le preguntó si era cierto que los funcionarios de María Eugenia Vidal estuvieron junto al vecindario. “¿Vidal? Ella se la pasa jugando a las escondidas, como siempre. Un desastre”.
Erica, la trabajadora del Hospital de El Dique que vive en Villa Elisa, sintetiza las causas del problema que esta vez le tocó vivir a ella y sus vecinos. “La situación que estamos viviendo es consecuencia de años en los que, gobierno tras gobierno, subsidios del Estado de por medio y vista gorda a los diferentes controles que deben hacerse, se avalan los negociados de monopolios empresariales como es el caso del empresario Rogelio Pagano, uno de los beneficiados de las privatizaciones en cuanto a la energía en el país. Mientras ellos se llenan los bolsillos nosotros pagamos los platos rotos”.