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Red Internacional
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DERECHA VENEZOLANA. Venezuela: el gobierno de Pedro Sánchez cobija a los golpistas

La embajada española en Caracas acoge a Leopoldo López, su esposa y una de sus hijas, tras ser liberado del arresto domiciliario por el golpista Guaidó y un grupúsculo de militares afines apoyados por el imperialismo norteamericano.

Miércoles 1ro de mayo de 2019

Este martes se producía una nueva tentativa de golpe de estado en Venezuela por parte de Guaidó, autoproclamado Presidente de Venezuela con el apoyo del imperialismo internacional, especialmente el norteamericano.

Junto a un grupúsculo de militares, Guaidó liberó a primera hora de la mañana al líder de la derecha venezolana, Leopoldo López, de su arresto domiciliario.

Tras una primera estancia en la base militar de La Carlota, que sirve de sede de la Comandancia General de la Aviación y desde donde Guaidó lanzó los primeros mensajes de levantamiento contra el gobierno de Maduro.

Tras su paso por La Carlota y posteriormente por la embajada chilena, Leopoldo López, su esposa y una de sus hijas, se encuentran actualmente en la embajada del Estado español en Caracas.

Así lo informó el propio Ministro de Exteriores chileno, Roberto Ampuero, por Twitter, asegurando que se trató de una “decisión personal” puesto que la embajada chilena “ya tenía huéspedes”.

Con esta acción Pedro Sánchez y el Gobierno abren sus brazos y las puertas de la embajada a la derecha golpista venezolana. Sin más noticias al momento de la redacción de este artículo, Leopoldo López, junto a su esposa y una de sus hijas, se encuentra en la residencia del embajador español Jesús Silva Fernández.

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Tras las manifestaciones del pasado enero, cuando Pedro Sánchez dio apoyo a la autoproclamación de Guaidó, y tras las de ayer en las que Isabel Celaá, portavoz del Gobierno, aseguraba que Guaidó “está legitimado para la transición democrática”, el PSOE se posiciona nuevamente en el bando de los golpistas.

No ha sido un menester de política interior lo que ha mostrado nuevamente la cara reaccionaria del gobierno de Sánchez, sino una cuestión de política internacional, y nada más y nada menos que en Latinoamérica, donde el Estado español -con gobiernos conservadores y “socialistas”- ha tenido históricamente fuertes intereses imperialistas.

De este modo el “progresista” PSOE de Pedro Sánchez se alinea junto a los Trump, Bolsonaro o Macri, en la empresa golpista de Guaidó, López y la derecha venezolana y latinoamericana, mientras el pueblo de Venezuela encara este el primero de mayo en medio de una tensión máxima.

Esta nueva injerencia imperialista es inadmisible. Pedro Sánchez fue uno de los primeros mandatarios europeos en reconocer a Guaidó como presidente legítimo, mostrando que actúa como fiel defensor de los intereses de las multinacionales y el imperialismo español en América Latina.

Desde el Estado español es necesario expresar el máximo repudio a la política del Gobierno de Pedro Sánchez y a las intentonas golpistas de la derecha venezolana y el imperialismo norteamericano.

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Esto no implica dar apoyo político al gobierno de Nicolás Maduro, como sostienen acríticamente sectores de la izquierda española. Por el contrario, hace falta señalar que es el propio gobierno y el régimen cívico-militar de Maduro es el que ha llevado al pueblo venezolano a esta situación. Y que ante este nuevo intento golpista el gobierno de Maduro "no toma ninguna medida anti-imperialista verdadera, se limita a ponerse bajo el ala de potencias como Rusia o China, mientras se defiende del golpismo con métodos burocrático-militares que también golpean al pueblo, y no hacen más que fortalecer a las Fuerzas Armadas como el verdadero poder y árbitro de la situación", como sostienen en una declaración nuestros compañeros y compañeras de la Liga de Trabajadores por el Socialismo, organización integrante de la Fracción Trotskista que impulsa La Izquierda Diario en Venezuela,

Sólo una política independiente de la clase trabajadora y los sectores populares, enfrentando resueltamente el plan imperialista en curso, desarrollando sus organismos de lucha y planteándose la conquista de un verdadero gobierno de los trabajadores, puede dar una salida progresiva a la crisis profunda que vive el país latinoamericano. Pero esta no será posible sin derrotar a la derecha pro imperialista, que de imponerse solo agravará las penurias de las masas venezolanas.