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Red Internacional
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Declaración unitaria. Venezuela: la clase trabajadora no tiene candidatos en esta elección ¡No nos representan!

Publicamos la Declaración de las organizaciones de izquierda PPT-APR, Marea Socialista, el Partido Socialismo y Libertad (PSL) y la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS), quienes realizaron una rueda de prensa este 25 de abril, en la que hicieron pública la decisión de llamar a votar nulo en las elecciones del próximo 28 de julio, donde presentaron el documento unitario fundamentando su posición política.

Viernes 26 de abril 00:36

Exposición inicial de la rueda de prensa que se realizó este 25 de abril con los aspectos centrales de la Declaración unitaria.

A seguir el texto completo de la Declaración unitaria

El gobierno prepara unas elecciones a su medida. Son varias las organizaciones que tienen vulnerados sus derechos políticos por los más diversos procedimientos y maniobras: intervención judicial, negativa a permitirles registro, silencio administrativo ante solicitudes, inhabilitaciones personales.

Las condiciones impuestas por el gobierno impidieron a la Plataforma Unitaria inscribir a María Corina Machado y a su primera sustituta designada, permitiéndole inscribir un segundo sustituto, Edmundo González Urrutia. También impidió la presentación de cualquier candidatura ubicada a su izquierda, para evitar que se expresen electoralmente voces que cuestionen la farsa del gobierno “obrerista” y de falso “socialismo” de Maduro.

Nos oponemos a las proscripciones y defendemos el derecho democrático del pueblo venezolano a decidir por quién votar, sin que los candidatos se los imponga el gobierno de turno, pero denunciamos que a pesar de las restricciones antidemocráticas todas las variantes patronales tendrán candidatos, no así la izquierda que cuestiona la explotación de los trabajadores y las desigualdades bajo el capitalismo. Con esto se busca acallar las voces de los que nos oponemos consecuentemente a las políticas que solo benefician a los patronos, a los ricos de siempre y a los nuevos ricos.

Ni el gobierno y su candidato, ni los postulados por la oposición patronal son opción para los que vivimos de nuestro trabajo

Todos los candidatos representan los intereses de empresarios, transnacionales y funcionarios gubernamentales enriquecidos a la sombra del control de la renta petrolera. El escenario es la disputa entre un gobierno ampliamente repudiado, que apuesta a mantenerse en el poder a como dé lugar, y sus opositores patronales, también antiobreros y proimperialistas, que solo buscan retomar el control estatal y gestionar el capitalismo venezolano.

La deuda externa pesa dramáticamente sobre las condiciones de vida de las mayorías, para pagarla, se le quita dinero a salud, educación, salarios y demás necesidades elementales. Eso es lo que ha hecho Maduro, y los opositores patronales quieren hacer lo mismo pero con la tutela del FMI y Estados Unidos.

El gobierno, los partidos patronales y los empresarios coinciden en la destrucción de los derechos laborales y en la imposición de condiciones de sobreexplotación a los trabajadores, Esa alianza antiobrera no la cuestiona ninguno de los candidatos opositores.

El gobierno profundiza su compromiso con sectores religiosos antiderechos, que se oponen a las demandas de las mujeres y la comunidad sexodiversa, y ningún candidato opositor cuestiona esta alianza regresiva. La violencia policial contra la juventud de los barrios es aplicada por el gobierno, pero avalada por todos los partidos de la oposición patronal.

De volver a gobernar los partidos capitalistas que hoy son oposición, seguirían aplicando las medidas antiobreras y antipopulares, con el argumento de que el gobierno de Maduro dejó el país en el suelo y que tendríamos que seguir ajustándonos el cinturón. Y esas políticas no se aplicarán sin represión.

¡No nos representan!

En ese contexto, varias organizaciones políticas de izquierda acordamos impulsar una campaña unitaria para denunciar las restricciones a las libertades políticas y democráticas, y en particular hacia la izquierda, así como fijar una posición de independencia política de las y los trabajadores en las venideras elecciones presidenciales.

Entendemos el hartazgo del pueblo con un gobierno profundamente represivo, corrupto, que lleva una década aplicando brutales ajustes económicos. Compartimos el repudio a un régimen que ha llevado el nivel de vida del pueblo trabajador a niveles trágicos. Sabemos de la confusión generada por el chavismo que se presenta como “socialista” mientras destruye el salario y los derechos laborales, con medidas que solo favorecen a los patronos, comerciantes, transnacionales, empresarios y banqueros.

Ese hartazgo y confusión pueden llevar a sectores del pueblo a buscar cualquier vía para salir de este gobierno. Nosotros también queremos que concluya este desastre, no obstante, consideramos equivocado votar por nuestros verdugos. Nuestros problemas no terminarán solo con la salida de Maduro. El problema central es el sistema económico y social, donde prevalecen los intereses de empresarios y transnacionales; por eso no podemos entregarnos acríticamente a una nueva o nuevo mesías, que represente intereses de clase similares a los del gobierno actual.

En ese sentido, no compartimos la posición de algunas organizaciones que se reivindican de izquierda, así como de exministros de Chávez e individualidades provenientes del chavismo, que estarían por llamar a votar por el candidato de la Plataforma Unitaria u otras variantes de oposición patronal, con el argumento de que eso sería lo “menos malo”, con tal de salir de Maduro. Con una lógica similar están sectores del chavismo crítico que señalan que lo “menos malo” sería que se mantuviera Maduro, ante la posibilidad de una victoria del candidato de la oposición proimperialista. Tampoco compartimos esa posición, no votaremos por quien ha destruido los derechos económicos y sociales de la clase trabajadora, y nos persigue o encarcela si luchamos por ellos. No se trata de elegir entre dos opciones reaccionarias.

Por un programa obrero y popular de emergencia, impuesto por la movilización de los trabajadores y el pueblo pobre

Frente a la crisis del capitalismo venezolano, que se la han hecho pagar al pueblo trabajador, con los ajustes económicos del gobierno, las corruptelas, la fuga de capitales, las sanciones imperialistas, la única alternativa progresiva y de fondo es recuperar la capacidad de lucha por un plan económico obrero y popular de emergencia, que invierta las prioridades, que en lugar de seguir descargando la crisis sobre las trabajadoras, los trabajadores y el pueblo pobre, afecte los intereses patronales, de las transnacionales y empresarios nacionales, y de los que se han enriquecido con la corrupción desde el Estado.

  • Por un salario y pensiones iguales a la canasta básica. Basta de bonificación salarial. Derogación del Memorando 2792, el Instructivo de la Onapre y respeto a los contratos colectivos.
  • Por la reincorporación de los despedidos, suspendidos y “no requeridos”.
  • Por la libertad plena de las trabajadoras y trabajadores presos o enjuiciados, ¡no a la criminalización de la protesta obrera y popular!
  • Defendemos intransigentemente las libertades del pueblo trabajador: por el derecho a expresarse, libertad de prensa, de movilización y de organización sindical y política. Por el respeto del derecho a huelga.
  • ¡Basta de sanciones imperialistas! ¡Devolución de los bienes nacionales confiscados!
  • Contra la política de “seguridad” que se descarga sobre los jóvenes en las comunidades populares.
  • Por plenos derechos económicos, sociales, sexuales y reproductivos de las mujeres.
  • Plenos derechos para la población sexo-género-diversa (LGTBIQ+)
  • No al pago de la deuda externa, no al gasto militar y represivo, que esos recursos se usen para salud, educación, viviendas, salarios y demás necesidades básicas.
  • Ningún impuesto para los trabajadores, abajo el IVA, fuertes impuestos a las ganancias, rentas y grandes riquezas.
  • Repatriación forzada de todo el dinero fugado por banqueros, empresarios y altos burócratas.
  • No a la privatización de la industria petrolera, las empresas básicas y demás empresas públicas. Estas deben ser 100% estatales, sin transnacionales ni empresas mixtas, gestionadas por sus trabajadores, profesionales y técnicos.

Más allá de las elecciones, llamamos a movilizarnos y a redoblar esfuerzos por la organización política independiente de la clase trabajadora, única fuerza social que con un programa propio puede dar una salida progresiva a la crisis actual.

Llamamos a votar nulo en rechazo a las restricciones a las libertades democráticas del pueblo trabajador, contra la proscripción de la izquierda, y como voluntad de forjar una alternativa político-electoral propia de la clase trabajadora. Llamamos a no otorgar ninguna confianza ni apoyo político a candidatos que no representan los intereses de quienes vivimos de un salario.

La clase trabajadora necesita una alternativa política que represente verdaderamente sus intereses. Nuestra perspectiva estratégica es la lucha por un gobierno de los trabajadores y el pueblo pobre. ¡La clase trabajadora debe gobernar!

Patria Para Todos (PPT-APR), Marea Socialista (MS), Partido Socialismo y Libertad (PSL), Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS).

Caracas, 25 de abril de 2024.