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Red Internacional
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Actualidad. Veracruz: remoción temporal del fiscal Winkler tras recientes masacres

El argumento del gobierno estatal es que no cumple con el requisito de la revalidación de confianza. Lo reemplaza una funcionaria alineada con Cuitláhuac García, el gobernador. Acusaciones cruzadas ante la crisis de violencia sin fin que azota Veracruz.

Martes 3 de septiembre de 2019

El cargo de fiscal lo ocupará de manera temporal Verónica Hernández Giadans, quien hasta ahora fungía como Directora General Jurídica de la Secretaría de Gobierno del Estado y es integrante del equipo de Eric Cisneros, secretario de gobierno.

Cisneros en distintas oportunidades acusó públicamente a Winkler de proteger criminales.

Así es que en la tarde de este martes 3 de septiembre, el Congreso de la entidad, con mayoría del Morena, votó apartar del cargo a Winkler, quien señaló que la decisión es “ilegal”.

“En vista de las acciones violentas a través de las cuales la Secretaría de Seguridad Pública cercó y tomó las oficinas de la Fiscalía General del Estado, incluso utilizando la violencia en contra de Diputados y trabajadores de la Institución, hago responsable de mi integridad y la de mi familia al Gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez y al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador”, señaló Winckler en un comunicado.

Según el medio local e-consulta Veracruz, “En sesión ordinaria, la diputación permanente de la 65 Legislatura -integrada por solo 10 de los 50 diputados locales- determinó separar del cargo -de manera temporal- al Fiscal General Jorge Winckler Ortiz.”

Este golpe de efecto del gobierno veracruzano se da a casi una semana de la masacre de Coatzacoalcos, en la cual 29 personas perdieron la vida.

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La disputa entre el gobernador Cuitláhuac García, del Morena, y Jorge Winkler viene desde el inicio de la actual administración estatal. García acusa al fiscal removido de vínculos con el crimen organizado y parcialidad en al enjuiciar a sospechosos de delinquir.

Las acusaciones contra Winkler

Desde el 1 de diciembre pasado, y desde su campaña a la gubernatura, el morenista Cuitláhuac García señaló a Winkler Ortiz por sus supuestas ligas con el crimen organizado y por su parcialidad a la hora de juzgar delincuentes, lo que ha abonado en la escalada de violencia en la entidad, además de ser una herencia del panista Miguel Ángel Yunes Linares, ex Gobernador de Veracruz. Esta disputa entre García y Winckler se exacerbó luego de la matanza de 30 personas en un bar de Coatzacoalcos, Veracruz, el 27 de agosto pasado.

A finales de 2016 y por un plazo de 9 años, Winckler fue elegido como Fiscal General por la legislatura estatal anterior, con mayoría panista y priista, durante la gubernatura de Miguel Ángel Yunes Linares, del PAN.

Ahora, el partido blanquiazul, que protagonizó una escaramuza afuera de la Fiscalía General de Veracruz, denuncia que un fiscal sólo puede ser desplazado a través de un juicio político.

En la trayectoria del fiscal separado ahora de su cargo se cuentan casos muy polémicos, como las masacres de Minatitlán, Coatzacoalcos, Tierra Blanca y protestas por los desaparecidos en el estado. También enfrentó un juicio político en su contra, tras ser acusado de incumplimiento de un deber legal, falsas denuncias, asociación delictuosa, simulación de pruebas y contra la administración de justicia. Todos esos casos brillan por la impunidad.

Como agravante, apenas este lunes 2 de septiembre se dio a conocer que la fiscalía oculta en su base de datos los nombres de cientos de personas desaparecidas, entre ellos hijas e hijos de activistas de la entidad y que no hay registros posteriores a diciembre de 2016, desde el gobierno de Yunes Linares y ahora de García.

Lo cierto es que más allá de esta disputa entre el PAN y el Morena, la militarización del Estado, hoy bajo el despliegue de la Guardia Nacional, y los múltiples vínculos de los uniformados con el crimen organizado, profundiza el clima de violencia que viven la clase trabajadora y el pueblo en Veracruz.