Esta semana en Arica estuvo presente la Ministra del Interior Carolina Tohá para abordar el aumento de la migración producto del golpe institucional. Esto, producto de la crisis política que ya lleva más de 24 muertos en Perú. Para esto planteó que se realizarán indicaciones a la ley de infraestructura crítica otorgando que el Presidente que este, pueda “pedir a las Fuerzas Armadas que ayuden a proteger las zonas y rutas fronterizas”.
Domingo 18 de diciembre de 2022
El viaje de la Ministra del Interior Carolina Tohá, tiene por objetivo continuar el plan represivo que el gobierno de Sebastián Piñera dejó inconcluso. Y es que durante el último año, una línea clara del gobierno, ha sido el aumento represivo en materia de leyes, otorgándoles más facultades a las fuerzas armadas para reprimir. Es decir, han cumplido al pie de la letra la agenda de “seguridad y orden” que ha buscado poner al centro la derecha junto a los medios de comunicación.
El gobierno ha tenido el respaldo de la Alcaldía que dirige el Partido Liberal, para mantener como única solución, la represión, ante el problema migratorio. Es así como el Alcalde Gerardo Espíndola planteó que, “Era muy urgente la visita de la ministra a nuestra región. Hoy vemos algunos elementos importantes, hay una solicitud permanente que ha hecho la comunidad y varias autoridades de tener un estado de excepción, pero en el fondo lo que se está buscando es tener presencia permanente en la frontera del Estado, de usar al Ejército como un actor clave en esto”.
Es bastante raro que el Alcalde diga que la comunidad en su conjunto ha planteado que lo que se necesita es el Estado de Excepción, cuando no se ha hecho ninguna consulta a la comunidad de como buscar una solución real a la crisis migratoria. Esta atribución del Alcalde de hablar por la comunidad de Arica, para validar su política represiva, es completamente inaceptable.
Es así como “los liberales” hacen política en Arica. Con un discurso “liberador”, “democrático”, pero que en síntesis es una libertad y democracia con policías, militares, y sometidos a vivir completamente enrejados por políticas que no van al problema de fondo en la ciudad.
La ley de infraestructura crítica, legado de Piñera
La ministra Tohá comento que, "Yo les mencioné que estamos buscando llegar a un acuerdo en compromiso transversal, uno de los temas a los que estamos acercándonos a un acuerdo es para desarrollar con gran velocidad y urgencia en el Parlamento la aprobación la legislación de infraestructura crítica que se trabó en este periodo legislativo, pero ya encontramos una manera en que lo podríamos destrabar",
"incorporando dentro de la infraestructura crítica que el Presidente puede pedir a las Fuerzas Armadas que ayuden a proteger las zonas fronterizas y las rutas fronterizas. Esa legislación que tuvo un largo debate ya es conocida por los parlamentarios y parlamentarias, por lo tanto, creemos que lográndose este acuerdo político que va a ser antes del fin de mes de diciembre, podemos darle una tramitación muy urgente en el Parlamento".
Continuó afirmando que en conclusión, "eso nos permitiría que el Presidente de la República solicite apoyo a las Fuerzas Armadas para cuidar infraestructura de distinto tipo, en otras, las fronteras".
El discurso progresista de un gobierno que se planteó lleno de cambios con respecto a la política tradicional, terminó siendo más de lo mismo. Discursos “progresistas” como máscara, pero terminan gobernando con las recetas de la ex concertación y la derecha. Lo más grave es que el gobierno del Frente Amplio, el Partido Comunista y la ex concertación, apoyan el golpe institucional, traducido en el respaldo del canciller de Chile Antonia Urrejola, quien dio su respaldo a la presidenta Dina Boluarte para su próxima asunción de mando.
La necesidad de construir una izquierda consecuente, que no titubee frente a los grandes empresarios ni se subordine a la política de los partidos tradicionales y la derecha, es más necesaria que nunca. Los problemas producto de la crisis migratoria sólo se resolverán, en la medida que se discuta un plan de acogida internacional, donde las localidades que tienen más flujo migratorio, deben tener los recursos necesarios, sumado a la rebaja en las horas de trabajo de 6 horas, 5 dias a la semana, para que todas y todos, trabajadores nativos o extranjeros, puedan optar a un trabajo. Para esto necesitaremos enfrentar a los grandes empresarios, que son quienes se enriquecen con el trabajo en negro y la precarizacion laboral hacia los migrantes, pero donde los trabajadores y trabajadoras del pais, no distan de una realidad muy distinta.