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Red Internacional
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Cine Internacional. Viaje por las tierras gallegas sus tradiciones y fantasmas en "Treinta almas"

Alba es una adolecente de un pueblito que se encuentra fascinada por las leyendas sobre los muertos y sus almas y gusta de visitar casas abandonadas en busca de fantasmas. Un recorrido por las tradiciones y vida de un pueblo gallego.

Viernes 27 de julio de 2018

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Diana Toucedo realiza su ópera prima Treinta almas (Trinta Lumes, Estado Español, 2018) que se desarrolla en un pueblo de las montañas de Galicia donde se funden las tradiciones católicas de Todos los Santos y los Fieles Difuntos con las paganas, todo alrededor de los difuntos y sus almas.

Las montañas nevadas rodean al pueblo gallego de O Courel, tierra propicia para el pastoreo de ovejas y crianza de ganado, con grandes castaños, pero también con casas abandonadas, le da un aspecto lúgubre más cuando se acercan los días 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre, cuando se recuerda a los muertos.

Alba (Alba Arias) es una adolescente que se encuentra fascinada por las historias de su pueblo sobre los muertos. Éste tiene sus rituales sobre la muerte y el sacerdote recuerda a los pocos pobladores que se están perdiendo.

La adolescente gusta de introducirse en las casas abandonadas sola o acompañada donde está segura que se encuentran fantasmas o almas, revisa baúles y los botiquines de los baños, Alba se sorprende de la premura con la que salieron los habitantes.

Las tumbas se limpian y son adornadas con flores, se hacen rezos para recibir a los fieles difuntos, el filme es una especie de docuficción en el que se capturan las tradiciones, el proceso de la recolección, tostado y venta al por mayor de castañas. Recorreremos las casas abandonadas, donde ni siquiera se llevaron los enseres del baño o algunas cajas con diarios, restos de la migración hecha en los años 90’s tras las crisis económicas.

Es importante ver cómo en las escuelas gallegas se habla su idioma y procuran recuperar las tradiciones que en un tiempo les fueron negadas. Treinta almas se presentó en la sección Panorama del 68 Festival Internacional de Cine de Berlín, es una película sensorial donde lo más importante es la imagen y lo imaginario.