EXPRESIDENTES. Vicente en el País de las Maravillas: “Soy el mejor presidente que ha tenido México”

Entrevistado por el periodista Camilo Egaña, Fox realizó su entrevista a distancia desde su rancho en Guanajuato, tomando la oportunidad de dar su posición con la administración actual. Durante su sexenio, el actual presidente se desempeñaba como Jefe de Gobierno del Distrito Federal y tuvo distintos episodios de controversia, desde los "videoescándalos", donde funcionarios y allegados suyos aparecían realizando actos de corrupción, hasta el intento fallido de desaforar al entonces Jefe de Gobierno.

Si bien López Obrador logró librar en cierta forma las adversidades, su relación con Fox estuvo marcada por una constante tensión, llegando incluso al punto en que el tabasqueño pronunció en un acto público la frase "cállese ciudadano presidente, cállate chachalaca". Una vez Fox se retiró del cargo, siempre hizo énfasis en su animosidad hacia AMLO.

En su participación en el programa de Camilo, Fox criticó la forma en que el gobierno ha enfrentado la pandemia. Contrastando la situación actual con la que él tuvo como jefe del ejecutivo, subrayó que estuvo

"navegando razonablemente bien, crecimiento modesto, construyendo clases medias hasta llegar al 70-75%, [...] veníamos trabajando en desarrollar un aparato productivo extraordinario único que no tiene toda América Latina junta. "

¿Y el desarrollo del sector salud? El tema resulta muy curioso si se toma en cuenta que justamente durante su sexenio el Sindicato de Trabajadores del Seguro Social realizó fuertes manifestaciones en contra del cambio en el régimen de jubilaciones, así como muchas otras muestras de descontento social. Está también como emblema de su gobierno la brutal represión de las luchas de San Salvador Atenco o la APPO, que estallaron al final de su mandato.

En esa misma entrevista afirmó que fue "el mejor presidente que ha tenido México". Muchos critican (y correctamente) a López Obrador de actuar como si siguiera en campaña, haciendo promesas para luego retroceder o aplicarlas parcialmente. Fox hoy no puede hacer eso, pero no estaría de más hacerse esa misma pregunta hacia él. ¿Pensará que sigue en funciones o acaso olvida que él mismo afirmó que resolvería el conflicto zapatista —que ya acumula 26 años— "en 15 minutos"?

A dos décadas de que asumiera la presidencia, sus declaraciones no pueden sino resultar irónicas. Ahora bien, la respuesta a quién es el "mejor presidente de México" nunca ha sido fácil, pero eso no quita que podamos tener ciertos parámetros para determinar qué tanto ha sido benéfica (o no) una gestión.

Al finalizar su mandato, la deuda pública era de 61 mil millones de dólares. En la entrevista, dijo que "vive al día" y que lo que gana de sus conferencias lo dona, pero no dice que el Fobaproa, el fondo fraudulento que habría fungido como colchón ante situaciones financieras difíciles —pero que representó un endeudamiento profundo del conjunto de la población y el Estado ante los bancos privados— sirvió también para rescatar sus empresas.

En los parámetros de los políticos mexicanos, quienes actúan al servicio de los empresarios nacionales y extranjeros, cuando no son también ellos mismos parte de ese sector "privado", la competencia acerca de quién benefició más al país se vuelve una donde gana el que menos haya robado o mejor haya disimulado sus latrocinios, aunque a fin de cuentas todos roban o se benefician con el dinero del erario público.

Asimismo, es menester señalar que el número de migrantes mexicanos se incrementó a lo largo de su administración como consecuencia de la implementación de políticas neoliberales.

Los miles de mexicanos que migraban al gigante del norte en busca del "sueño americano" eran recibidos por la odiada patrulla fronteriza que custodiaba ya desde aquel entonces el muro que divide la frontera entre México y Estados Unidos, con el agravante de que en esos años era rampante la paranoia entre la población estadounidense gracias a las políticas xenófobas, islamófobas y securitaristas del entonces presidente George W. Bush, quien firmó la Patriot Act que permitía la "vigilancia de la población" (en realidad, la cacería de inmigrantes por grupos xenófobos) para combatir el "terrorismo" en territorio estadounidense luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Así avanzaba la politica de los sectores conservadores (muchos de los que hoy apoyan a Trump) que exigían mayores medidas para restringir el flujo migratorio hacia Estados Unidos, como justificación al estancamiento económico imperante (como también lo utiliza hoy electoralmente Donald Trump).

El gobierno de Fox fue complaciente en varias ocasiones con el gobierno del norte, siendo una de las más recordadas cuando le dijo a Fidel Castro que hiciera acto de presencia en la Cumbre de la Organización de Naciones Unidas sobre el Financiamiento al Desarrollo para luego retirarse y evitar el contacto físico en cuanto llegara Bush al evento (el famoso "comes y te vas" denunciado por el propio Castro).

Era el histórico servilismo ante el gobierno imperialista yanqui que continuó Fox con respecto a las administraciones anteriores de Zedillo y Salinas de Gortari (a pesar de cambiar en la forma) y que se exacerbó con la llegada de su sucesor Felipe Calderón. El resultado lo conocemos todos: aceptar de los estadounidenses un Plan Mérida y una Operación Rápido y Furioso, que fueron parte auspiciadora de los 100 mil muertos en ese sexenio como consecuencia de la "guerra" contra el narcotráfico.

Ciertamente nadie podrá decir que los sexenios de Calderón, Peña Nieto y lo que va de López Obrador fueron buenos, salvo para las clases poseedoras a ambos lados de la frontera. El constante empeoramiento de la situación social y económica de las mayorías es una constante en un régimen dependiente en lo económico y politico del yugo imperialista.

De hecho, con Fox comenzaron varias políticas que hasta hoy continúan y que han agravado la situación de miles de familias trabajadoras; no sabemos en qué mundo viva el expresidente, porque la clase trabajadora y los sectores populares vivieron la degradación de sus condiciones de vida y de trabajo durante su gobierno.