El Hospital Nacional en Red Lic. Laura Bonaparte es reconocido como un ejemplo en la atención integral de quienes atraviesan problemas de consumo problemático y de salud mental, destacándose por su trabajo interdisciplinario en oposición a las intervenciones "manicomiales".
Rosa D’Alesio @rosaquiara
Martes 8 de octubre 22:27
Cuando el pasado 4 de octubre el Gobierno anunció el cierre del hospital, trabajadores, profesionales y usuarios del Hospital Nacional en Red Lic. Laura Bonaparte, junto con un amplio sector de la sociedad, se organizaron para enfrentar los ataques del nuevo ministro de Salud, Mario Lugones. El Gobierno, a través de comunicados oficiales, cuestionó el trabajo que se realiza en este hospital, que atiende a personas en situaciones muy vulnerables. Muchos de ellos no solo tienen problemas de salud mental, sino que también enfrentan dificultades como la falta de empleo y problemas de vivienda.
Frente a estas amenazas, el personal del hospital decidió permanecer en sus puestos de trabajo para garantizar la atención a los 40 pacientes internados y evitar su cierre. Se organizaron en asambleas de base, uniendo a trabajadores afiliados y no afiliados, sumando a los pacientes. Durante todo el fin de semana, mientras los trabajadores debatían las medidas de lucha, fuera del hospital se llevaban a cabo actividades culturales para expresar el apoyo a la defensa del hospital. Esa amplia unidad se volvió a expresar el 7 de octubre, cuando los trabajadores convocaron a un abrazo simbólico y una conferencia de prensa para denunciar el plan del gobierno y defender la salud pública y los puestos de trabajo.
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Este martes fueron parte de la amplia movilización que se dirigió a Plaza de Mayo junto a los trabajadores del Hospital Garrahan, quienes iniciaron un paro de 48 horas, una medida decidida en una asamblea masiva. A la movilización se unieron médicas y médicos residentes de CABA, Provincia de Buenos Aires y Nación, así como estudiantes universitarios que han estado ocupando facultades como Psicología y Filosofía de la UBA, en protesta contra el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario y los recortes en educación. En un acto de unidad, durante la marcha se coreaba: “Atención, atención, estamos defendiendo la salud y la educación”. En este marco de lucha y solidaridad en defensa de la salud pública y los puestos de trabajo, el Gobierno se comprometió a no cerrar la internación y la guardia del hospital y a mantener todos los servicios.
Las mentiras del gobierno...
Entre los argumentos del gobierno para justificar el cierre del Hospital Laura Bonaparte, se mencionó en un comunicado oficial que los 17 mil millones de pesos anuales que se destinan no se condicen con las prestaciones que ofrecen. Una expresión que refleja el desprecio por el trabajo que realiza todo el personal que asiste a una población muy vulnerable.
En este centro de salud mental trabajan 612 personas, de las cuales 300 son profesionales que atienden a una población con problemas de consumo de sustancias. Siguiendo la ley de salud mental de 2010, abordan los problemas de cada paciente de manera integral. Esto significa que lo hacen con un enfoque distinto a las prácticas tradicionales de internación forzada y el uso excesivo de medicamentos para mantener “sedados” a los pacientes, lo que lleva a la cronificación e incluso a que las personas con padecimientos de consumo desistan de asistir a centros de salud para tratarse.
¿Qué significa trabajo interdisciplinario? Cada paciente de salud mental requiere un enfoque singular e interdisciplinario, debido a la complejidad de estas patologías, lo que no puede ser asistido por un solo profesional. El hospital es reconocido por tratar a los usuarios en salud mental en su singularidad y desde un enfoque integral. En casos de intentos de suicidio, o distintas formas de autolesión, se activa la asistencia de un equipo que incluye psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales y enfermeras especializadas, además de involucrar a la red de apoyo de cada paciente. Esta es una respuesta contraria a las internaciones compulsivas, de encierro y exclusión social.
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En los últimos diez meses, el Hospital Nacional en Red de Salud Mental Lic. Laura Bonaparte ha atendido a 25.000 pacientes, además de realizar 98.000 consultas solo en servicios asistenciales ambulatorios y más de 15.000 consultas en abordajes territoriales.
Asisten no solo a pacientes adultos, sino que también tienen servicio de atención a niños y adolescentes. Además, se llevan a cabo más de 50 talleres terapéuticos para los usuarios del hospital y cuentan con un centro cultural donde realizan muestras de arte, talleres de escritura, danza, cerámica, radio, etc.
El hospital también ofrece un servicio de 0800 para orientación en salud mental, un área de abordaje territorial: Zavaleta, La Cárcova, Fátima, Floreal, Villa Fiorito, entre otros barrios de CABA y Provincia de Buenos Aires. Se trata de intervenciones en barrios vulnerables para prevenir situaciones complicadas; además, asisten a personas en situación de calle.
En este contexto social, donde la desocupación y la pobreza están en aumento, también se incrementa el consumo problemático de sustancias, las cuales, en la mayoría de los casos, se encuentran adulteradas, agravando aún más este consumo. En estos espacios públicos, son los profesionales y los trabajadores quienes ponen el cuerpo y enfrentan los padecimientos de una población extremadamente vulnerable, a pesar de los bajos salarios que perciben y el escaso presupuesto que, gobierno tras gobierno, destina a la salud mental. Un área que asiste a personas que son consideradas "no productivas", "descartables". Así son tratados los usuarios de salud mental, especialmente aquellos que atraviesan un consumo problemático de sustancias.
Este martes se ganó una batalla contra las amenazas de cierre del gobierno. Fue un triunfo porque los trabajadores se organizaron desde el primer minuto. Los usuarios del hospital se pusieron de pie para defender su espacio. Un amplio sector social acompañó activamente el reclamo de no al cierre. La pelea continúa para que se aumente el presupuesto en salud mental para que profesionales y trabajadores reciban salarios como mínimo igual que la canasta familiar, y que los usuarios tengan a disposición un servicio de calidad.
Rosa D’Alesio
Militante del PTS, columnista de la sección Libertades Democráticas de La Izquierda Diario; se especializa en temas de narcotráfico y Fuerzas Armadas.