En el medio del incremento de la pobreza por el ajuste, la discusión por el presupuesto y el terrible secuestro de Corina de Bonis, la gobernadora tuvo que salir a dar respuestas.
Jueves 13 de septiembre de 2018 11:18
María Eugenia Vidal por estos días atraviesa momentos tormentosos: a la situación grave que padecen los trabajadores con despidos y más pobreza por el ajuste, se le sumó el secuestro y tortura de la docente De Bonis de la localidad de Moreno, un día antes de un paro nacional docente.
La aparición en un programa de mucho rating, vino como un gran favor de la corporación mediática para que Vidal pudiera excusarse y dar su punto de vista a millones.
La gobernadora, además, todavía es una de las figuras de Cambiemos con mejor imagen (aunque viene cayendo en las encuestas) y aparece como la esperanza macrista para las próximas elecciones.
Pero el ajuste que viene aplicando el FMI con el gobierno –y recientemente el apoyo de los gobernadores peronistas- se está sintiendo fuerte entre los trabajadores y los sectores populares. A la problemática docente, se le suman los despidos que se dan todos los días, el conflicto estudiantil por la defensa de la educación pública y la lucha testigo de los trabajadores del Astillero Río Santiago (única empresa estatal que derrotó la privatización en los ’90) que defienden sus puestos de trabajo ante la desinversión del gobierno.
De hecho, la gobernadora no se olvidó de atacar a estos obreros con mentiras, hablando de la corrupción en el astillero para justificar el plan para privatizarlo, como no pudo hacerlo Menem.
Los socios del ajuste
En otro de los monólogos, Vidal nombró a los que vienen sosteniendo el plan de ajuste del gobierno: la oposición peronista que el martes se reunió con Macri para negociar el presupuesto de ajuste. La gobernadora, antes que nada, agradeció a “la mayor parte de los referentes políticos entiende que no es momento de echar nafta al fuego, sino poner el cuerpo y tratar de acordar”.
Luego, se refirió la reunión entre el presidente y los gobernadores del martes pasado y afirmó que se acordó acompañar el presupuesto del año que viene. Vale aclarar que es el presupuesto del “déficit 0” que quiere el FMI y que significa más hambre y miseria para los trabajadores para garantizar el pago a los especuladores financieros internacionales que saquearon –y saquean- al país.
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El temor a la calle
María Eugenia Vidal no se cansó de decir una y otra vez los aumentos en los planes sociales y programas de ayuda como Plan Más Vida, el Servicio Alimentario Escolar, las jubilaciones y pensiones mínimas de personas que vivan en la provincia.
De todas formas, el “esfuerzo” de Vidal no son más que migajas comparado con lo que se llevan los grandes bancos, especuladores.
“El desembolso total será de $1200 millones adicionales, en el caso del Programa más Vida los jefes de familia pasarán a recibir de $ 448 a $ 515, una suba de $67 o casi dos empanadas. Mientras que el módulo por hijo aumentará de $ 314 a $ 361.
Para aquellos trabajadores que tengan hijos y un salario neto menor a $18.000, es decir por debajo de la línea de pobreza estimada por el Indec en julio en $20.134, recibirán un aumento en las asignaciones familiares del 15 %. También habrá una suba de 15% para la jubilación mínima”, como se explica en otra nota de La Izquierda Diario.
Acompañando a la descripción sobre las “bondades” de su política, Vidal no dejó de demonizar la protesta, diciendo que la solución no es “cortar la calle”. Pero ante los despidos, la carestía de la vida o el brutal secuestro de una docente ¿Qué opción tienen los trabajadores?. La justicia siempre actúa a favor de los poderosos, la policía sólo está para reprimir los justos reclamos de los trabajadores y sectores populares. El paro y la movilización son los únicos métodos que garantizan que el gobierno, el FMI y los empresarios no hundan más en la pobreza al pueblo.
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A su vez, Vidal no pudo eludir el secuestro y tortura de Corina de Bonis. La gobernadora se “solidarizó” con la docente, pero a renglón seguido empezó a hablar sobre las amenazas de bomba en la localidad de Berisso. Intentando poner un signo igual entre una cosa y la otra, quitándole así la seriedad que merece el atentado contra una docente, María Eugenia Vidal se desligó de responsabilidades, ocultando que el ataque a De Bonis, se da en el marco de que la docente organizaba ollas populares para brindar ayuda en uno de los distritos más pobres de Buenos Aires.
Su futuro político
Hacia el final de la entrevista, ante la consulta del conductor Santiago del Moro sobre si pensaba en “su futuro político”, la gobernadora rápidamente contestó que “eso lo define la gente” y que ella “sólo pensaba en el presente” , lo que le dio el pie para –una vez más- hablar sobre los “aciertos” de su gestión, en lo que fue definitivamente un verdadero “spot de campaña” .
De conjunto, toda la larga entrevista, que casi no tuvo bocado del entrevistador, María Eugenia Vidal se dedicó a resaltar su “política social” para esconder que el ajuste que lleve adelante su gobierno pretende garantizar las ganancias de los especuladores y organismos internacionales, mientras arrastra a los trabajadores a la pobreza. Tampoco se privó de atacar a los trabajadores que no se tragan su discurso y salen a luchar como los valientes obreros del Astillero Río Santiago.