María Eugenia Vidal y el ministro López Medrano militarizan el ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires mientras sus anuncios de más ayuda social se transforman, en los hechos, en recortes de programas sociales.
Sábado 22 de septiembre de 2018 00:08
La imagen estremece. Solo quedó registrada en las retinas de una de las trabajadoras del organismo. Una niña de unos dos años ingresando al Ministerio de Desarrollo Social de la PBA en un rodado y casi rosando a un uniformado de infantería que sostenía en su mano derecha un arma larga y gritaba a sus compañeros de armas “traiganme la comida”.
Estas imágenes se repiten día tras día
Es común que las personas nucleadas en distintas organizaciones sociales se presenten en las puertas del ministerio en reclamo de distintas prestaciones de programas, convenios dados de baja, retrasos de pagos y alimentos, porque los pibes tienen hambre. Casi todas las organizaciones que hacen presencia en el ministerio cuentan, en su gran mayoría, con mujeres y niños entre quienes se movilizan.
La gestión de Vidal y López Medrano recibe cada movilización pacífica, incluso en su mayoría se trata de organizaciones que hacen intervenciones artísticas y recreativas con los niños para mostrar lo que desarrollan en sus barrios, con un fuerte operativo de infantería que utilizan las instalaciones para hacer sus recambios, reunirse entre risotadas y comidas.
Las fuerzas de seguridad son las encargadas de “recibir” a dichas organizaciones y hacer de intermediarios con los funcionarios, modalidad que también han tratado de utilizar para con los propios trabajadores de dicha dependencia estatal.
Armados hasta los dientes, como si fuesen a una guerra, las fuerzas represivas, policía de la provincia e infantería, esperan a “los peligrosos y temidos pobres”.
Todos los días los trabajadores del organismo y las personas particulares que se acercan a gestionar algo son recibidos con una veintena de policías apostados en las puertas del ministerio, el hall central y las escaleras, que nada tienen que hacer en un organismo público, donde toda persona tendría que poder ingresar libremente, y más aun tratándose de un ministerio que debería dar respuesta a las necesidades inmediatas de la gente que más lo necesita.
Los refuerzos que no son
Según los dichos de la gobernadora el mayor esfuerzo económico de la provincia iría destinado a reforzar la asistencia a los sectores más vulnerables. En la página oficial del organismo bajo el título: “Mejoras en programas sociales de la provincia” se puede leer, “La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, aseguró hoy que “no vamos a dejar solos a los que más nos necesitan", al anunciar un nuevo incremento de 500 millones de pesos para los programas sociales, las jubilaciones mínimas y las asignaciones familiares de los empleados públicos. Con esta suma, la asistencia hacia los sectores más pobres recibirá este año un total de 1.200 millones adicionales a las partidas determinadas por el presupuesto provincial aprobado para 2018.”
Pero la realidad es otra.
Por ejemplo el programa Mas Vida, a partir de octubre aumentará sus beneficios de $448,50 a $515 para cada jefa de familia bajo programa o de $314 a $361 para cada módulo por hijo. Como se ve irrisorio.
Pero además lo que no se dice es que se bajan las altas. Desde septiembre, de las 12.000 altas mensuales solo se darán 7.000. Y además para acceder al programa NO solo bastará con ser pobre sino que cada familia deberá acreditar otros motivos como violencia de género, tener causas judiciales, desnutrición, bajo peso, etc.
Los montos destinados al Servicio Alimentario Escolar, son miserables: pasa de $18,81 a $21.65 para el almuerzo y de $11.85 a $13.63 para desayuno o merienda.
Ademas hace tiempo que ya no se entregan alimentos, mientras los pasillos están abarrotados de familias exponiendo sus miserias, el hambre de sus hijos y se llevan un no como respuesta.
El ajuste en marcha
Desarrollo Social es un botón de muestra de cómo funciona el plan de ajuste del gobierno de cambiemos: recortes o migajas para los trabajadores y el pueblo pobre, despliegue de las fuerzas represivas para amedrentar o brutal represión a los que luchan como a los trabajadores del Astillero Rio Santiago.
Pero sus trabajadores están de pie, denunciando la profundización del vaciamiento del ministerio, solidarizándose con cada organización que moviliza al mismo y siendo parte de todas las acciones de lucha en defensa del Astillero, la educación y la salud pública y por aumento salarial.
Porque como dicen “Macri y Vidal nos llevan al fondo”. Hay 2018 y es de lucha.