Seguimos reflejando las vidas de los habitantes de Los Troncos del Talar de Pacheco. Mientras se fugan capitales por millones de dólares, Alberto Fernández dice que la deuda con el FMI hay que pagarla, en el conurbano bonaerense las familias trabajadoras viven sin cloacas, sin luz, al lado de la opulencia.
Mirta Pacheco @mirtapacheco1
Viernes 20 de septiembre de 2019 22:43
Vidas precarias: "Para las elecciones vienen y hacen algo que nunca se termina” - YouTube
“Trabajo desde muy chica, desde los 13, cuidé chicos, trabajé con una modista, después trabajé en casas de familia, en un restaurante. Después trabajé muchos años en la fábrica Fuyí y hace más de 20 años que trabajo en una empresa de limpieza. Como ya era “vieja” para diferentes laburos, lo único que conseguís es en casas de familia o en empresas de limpieza”.
Así arranca su relato Bety Coria, habitante del barrio Los Troncos del Talar, ubicado en la localidad de Pacheco, partido de Tigre, gobernado por Julio Zamora integrante del Frente de Todos.
Zamora gusta de hacer propaganda reivindicando su gestión, más ahora en tiempos de campaña. Pero Bety nos cuenta que fue a la municipalidad a reclamar por la falta de cloacas y “estuvieron tres meses para hacer una cuadra (…) es lo de siempre: para las elecciones vienen y hacen algo que nunca se termina”.
Así gobierna el sucesor de Massa en la intendencia del partido de Tigre, con quien tuvo roces cuando fue el armado de listas para ver quién encabezaba en el distrito.
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Pegado al barrio, se ubica uno de los primeros countrys de la zona de Pacheco, Laguna del Sol, que tiene hasta una laguna artificial (de ahí su nombre), con grandes casas que parecen más bien mansiones, mientras que detrás del muro reina la precariedad de la vida, como nos decía Bety, no hay cloacas, ni luz.
En un anterior informe otros habitantes del mismo barrio nos contaban: "esto es peor cuando llueve mucho, porque el country abre sus compuertas para que a ellos no se les inunde nada y esa agua viene a parar a nuestro barrio, entonces tenemos flotando las porquerías en la calle, porque los pozos no dieron abasto (…)”
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Mientras el Gobierno de Macri, ya en retirada, se esfuerza por mostrar una estabilidad, porque el precio del dólar no escaló, Alberto Fernández pide alejarse de las calles a trabajadores, y organizaciones de desocupados que reclaman por sus demandas y se calla frente a la enorme lucha que están dando docentes y estatales en Chubut, la realidad del pueblo trabajador continúa deteriorándose. De eso nadie habla.
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Viviendas precarias, sin servicios básicos, solo dos salas de atención médica, sin guardias nocturnas. Los Troncos del Talar: un botón de muestra de lo que viven millones en el Gran Buenos Aires, en el conurbano profundo.
Una realidad que viene desde hace décadas y que en estos cuatro años de gobierno macrista se profundizó.
Invertir las prioridades es atender esta situación y no el pago de la deuda al FMI.
Con un plan de obras públicas, controlado por los trabajadores, que contemple esas necesidades de las grandes mayorías, es una de las medidas básicas, que plantean quienes se proponen luchar en serio contra el ajuste, como el Frente de Izquierda Unidad.