Entrevista. [Video] Gabriel Blanco: "Donde hay explotación offshore de petróleo y gas, indefectiblemente hay derrame"

Producción y realización audiovisual: Piter Scrouch y Flor Sciutti

El pasado 30 de diciembre se hizo oficial la Resolución 436/2021 a partir de la cual el ministerio de Ambiente al mando de Juan Cabandie se posicionó a favor de la firma Equinor en la plataforma del mar Argentino con el objetivo de iniciar actividades de exploración sísmica y posterior explotación de gas y petróleo offshore.

Hoy, en el marco de la enorme movilización bajo el lema #Atlanticazo entrevistamos al ingeniero Mg. Gabriel Blanco profesor e investigador de la UNICEN y quien, junto a otras investigadoras de la UNICEN elaboró el informe presentado en la audiencia pública de julio de 2021 y que, con argumentos sólidos, mostró que la ocurrencia de derrames de petroleo frente a las costas argentinas seria de mas del 99%.

Hace unos meses presentaron un informe en donde mostraron con otras investigadoras de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Unicen) que la ocurrencia de derrames de petroleo frente a las costas argentinas seria de mas del 99%. ¿Querés contarnos en qué consiste el procedimiento de exploración sísmica?

La explotación offshore es un proceso de intervención en un ecosistema. La primera fase se hace a partir de la exploración sísmica, a través de sonido. Se podrá discutir la magnitud que pueda tener, pero la intervención existe. Como cualquier procedimiento de este tipo genera daños que podrán ser tener mayor o menor magnitud. Después de la exploración viene la explotación, con una mayor intervención, con perforación de la plataforma y ahí aparece el informe que elaboramos con el equipo de trabajo de la UNICEN. Es muy sencillo lo que dice el informe: donde hay explotación de gas y petróleo offshore, hay indefectiblemente derrames. Esto se sostiene en bases de datos procesadas por medio de estadísticas. Cuanto mayor es el grado de explotación, los derrames pueden ser de mayor magnitud.

Algunas de las voces que salieron a pronunciarse a favor de la aprobación por parte del ministerio de ambiente y desarrollo sostenible que dirige Juan Cabandié sostienen que es falso que el procedimiento de exploración sísmica afecte acústicamente a la fauna del mar Argentino, ¿qué opinas al respecto?

Efectivamente, una de las metodologías es con sondas sonoras, lo cual implica una intervención en el ecosistema. Preocupa el contexto en el que se da todo esto...

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¿Cómo se enmarca este proyecto de exploración sísmica en un esquema de matriz extractivista que en nuestro país toma distintas formas como puede ser la megaminería y fracking (hace poco tuvimos la experiencia histórica en Chubut y también la noticia del derrame de petroleo en Río Negro, la discusión sobre las llamadas zonas de sacrificio), la extracción de litio en Jujuy, Salta, y también proyectos como la producción de hidrógeno verde que se anunció en el marco de la COP26 en Glasgow, el cual implica el emplazamiento de un parque eólico en cercanías de Sierra Grande en Río Negro y el consumo de millones de litros de agua de mar?

La manera en la que se mira el modelo energético es un reflejo de cómo se está mirando un modelo de desarrollo que arrastramos desde hace décadas, e incluso desde la colonia para acá: un modelo de extracción de recursos naturales para alimentar a los países del norte global con los recursos naturales del sur. Este modelo viene desde esa época con distintos formatos pero se sigue reproduciendo y el sector energético es el pilar de ese modelo. Es parte de ese gran negocio, donde hay pocos beneficiarios y después se espera que derrame de alguna manera. Vamos a exportar litio, petróleo y hasta el hidrógeno, que hasta podría pensarse como una transición a una matriz energética más limpia si se quiere, pero bueno tampoco se lo ve así. Al hidrógeno se lo ve para la exportación: en definitiva el uso de los recursos naturales para luego exportar. Después se verá lo que derrama.
Es un modelo de acumulación de riqueza, y eso conlleva a una acumulación de poder: económico y político. En definitiva controlar la energía que circula por una sociedad te posiciona de manera diferente. Quien controla la energía tiene controlado gran parte de lo que pasa en un país, en una sociedad. Se le puede preguntar a los europeos sobre su relación con Putin. Y En Argentina estamos así. Se tiene esa mirada a esta altura de las cuestiones -acá estoy metiendo la problemática del cambio climático- en lugar de estar pensando en salidas alternativas que hagan en definitiva una mejor Argentina, que vaya en sentido contrario, descentralizado, con tecnologías de escala más humana. Argentina no está en capacidad de financiar ninguna de las tecnologías: no puede financiar la explotación offshore, no puede financiar Vaca Muerta, no puede financiar las centrales nucleares, no puede financiar las centrales hidroeléctricas. Ni siquiera tenemos una mínima soberanía energética. No creo que haya ingenuidades, ni tampoco creo que haya grietas en esto. Lo de la exploración offshore ocurre desde 2018 desde que empezaron las licitaciones, pero como pasó en Mar del Plata recién ahora estallaron las alarmas. Esta mirada de la energía como un negocio extractivista no reconoce ninguna grieta. Todo esto se halla sostenido desde una narrativa de "vamos a salir de la pobreza sacando petróleo de vaca muerta". La verdad es que hace cien años que Argentina tiene una compañía petrolera y tenemos 45 por ciento de pobreza. Hace cien años que tenemos este modelo energético y tenemos las desigualdades que tenemos. La verdad es un argumento insostenible.

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