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Red Internacional
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México

XXIV CUMBRE IBEROAMERICANA. Viejas recetas liberales ante el fin del ciclo ascendente latinoamericano

El fin de semana se realizó la XXIV cumbre iberoamericana. 17 jefes de Estado fijaron una agenda de reformas estructurales y de mejoras en la calidad educativa ante los efectos del fin de ciclo económico de precios altos de las materias primas y financiamiento barato. Aunque existen diferencias entre los bloques de países latinos, comienzan a ganar peso las recetas liberales como respuesta a los cambios.

Viernes 12 de diciembre de 2014

La reciente XXIV Cumbre Iberoamericana que nuclea a los jefes de Estado de 22 países, entre ellos España y Portugal y países de América Central y Latina, se llevó a cabo el último fin de semana. Esta cumbre supo tener fuertes tensiones como fue el famoso “porque no te callas” con el que Hugo Chávez fustigó al Rey Juan Carlos de España. Pero en esta oportunidad la cumbre prefirió avanzar en una “agenda blanda” como titularon algunos analistas, acordando en temas generales sobre cuestiones vinculadas a la educación, la cultura y la innovación y así evitaron que afloren las tensiones.

Sin embargo, lo que predomina es la fragmentación de los espacios económicos, comerciales y políticos. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Chile, Perú), el Mercosur, fueron dejando con menos peso a los Estados iberoamericanos. Seis países como Argentina, Brasil, Venezuela, Bolivia, Cuba y Nicaragua, que juntos suman más del 50% del PIB latinoamericano, no han enviado a sus más altos dignatarios.

El Rey de España Felipe VI, en su estreno en esta cumbre, resumió con una de las frases que más fortuna han tenido en Veracruz: “Lleguemos hasta donde sea posible”. En esta ocasión el Rey de España se mostró con un lazo muy estrecho, junto el presidente de México, Enrique Peña Nieto, como anfitrión, una decisión que le ha dado algo de alivio a su cuestionado gobierno desde la masacre de Iguala.

Entre ambos firmaron acuerdos para lograr en los próximos cinco años 200.000 movilidades académicas, es decir, 40.000 becas al año para estudiantes, profesores y académicos. En la actualidad solo se dan 10.000.

Los acuerdos firmados y los temas tratados sobre educación e innovación están cruzados por un cambio de signo en el rumbo de las economías de América Latina. Agotado el ciclo de crecimiento cercano al 5% durante la última década, con la baja de las materias primas, el petróleo, la depreciación de las monedas locales frente al dólar y un menor crecimiento –con países en recesión- en Veracruz se abordó una nueva receta para hacer frente a los cambios que ya se sienten. Se trata de un paquete de reformas estructurales y fuerte impulso de la calidad educativa, un clásico del mainstream económico de los 90´.

“No hemos sabido sacar provecho a la riqueza acumulada en estos años, no se invirtió donde se debía, en educación, en infraestructuras y en innovación. Y existe el peligro de perder otra vez la oportunidad. Hay que abrirse al mundo”, ha señalado el presidente de Costa Rica, el historiador Luis Guillermo Solís. Un comentario que va en la línea de las políticas de reformas pro mercado y de apertura comercial librecambistas.

El ejemplo a seguir con atención para el encuentro en Veracruz es el caso de España y México, dos países que han acometido reformas profundas, y recibieron los halagos especiales del FMI, aunque ninguno puede cantar victoria. En el caso mexicano, el crecimiento del PIB sigue por debajo de la media de los últimos 20 años, y hasta 2015 no superará la barrera psicológica del 3% y con la baja del precio del petróleo su economía transita una senda con nuevos desequilibrios. Y en España, si bien Rajoy esgrime con orgullo el mayor crecimiento de la zona euro, (1,7% en 2015 según el FMI, el 2% o más según el Gobierno), aún ostenta el triste récord de desempleo, con un 23,64% y más del 40% en el caso de la juventud.

La receta de Veracruz para responder al fin de un ciclo económico encuentra una estructura de relaciones bilaterales y realidades económicas muy disímiles. Los países de la Alianza del Pacífico aplicaron una fuerte eliminación de aranceles a las importaciones y vienen con un buen ritmo de crecimiento que contrasta con aquellos como Brasil y Argentina que aunque iniciaron un giro pro mercado (subiendo las tasas de interés o buscando arreglar con los acreedores financieros) se debaten entre el estancamiento y la recesión con inflación. Aunque sus economías marchen en direcciones opuestas, por ahora, ante el cambio de rumbo de las economías latinoamericanas las políticas a implementar que recomiendan los jefes de Estado y los organismos internacionales vuelven a inspirarse en las recetas de corte liberales ya tristemente conocidas.