Quilmes. Villa Itatí: fue víctima de una causa armada y su familia exige justicia

Ricardo Maidana es un joven trabajador de 34 años que el 22 de abril casi muere baleado cuando salió a hacer una compra. Luego de ser herido por la Policía Bonaerense fue traslado al Hospital Iriarte de Quilmes, y una vez allí fueron a detenerlo, dejándolo esposado a una camilla mientras se recuperaba de la herida de arma de fuego.

Familiares, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos se hicieron presentes este jueves a las diez de la mañana, luego de marchar desde la estación de trenes de Quilmes, en las puertas del Juzgado de Quilmes sito en Avenida Hipólito Yrigoyen 475 para hablar con el Juez Martín Nolfi, quien no atendió a los familiares de Ricardo porque no se encontraba, según informó su secretario.

Los familiares de Ricardo, al irse con las manos vacías y sin respuestas de la Justicia, convocaron a todas las organizaciones que los quieran acompañar a movilizarse nuevamente al Polo Judicial el jueves 11 de abril a las 10 de la mañana, no sólo para exigir la libertad de Ricardo, sino también el cese del mecanismo de las causas armadas.

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Quilmes y la política privilegiada de reforzar la represión

El pasado miércoles la intendenta Mayra Mendoza estuvo en Ezpeleta encabezando la entrega de 20 nuevos patrulleros para la Policía Local junto a sus funcionarios: el secretario de Servicios Públicos del Municipio Sebastián García; el subsecretario de Seguridad Ciudadana Lucas Schuld; su par de Coordinación Operativa de Seguridad Hernán Ocampo; el jefe y la segunda jefa de la Estación de Policía de Seguridad Departamental Quilmes, comisario mayor Rodrigo Ledesma y comisaria Anabella Sarabia; y la jefa y subjefa de la Policía Local, comisaria Valeria Juárez y subcomisaria Débora Aguirre.

La entrega de estos patrulleros se suma a la entrega de otros 140, 40 motos, 30 patrullas urbanas y 1500 cámaras, una "inversión" de más de $2000 millones de la que se jacta Mendoza; 30 móviles fueron entregados a comienzos del mes de abril, con la participación del ministro de Seguridad provincial Sergio Berni, quien días después protagonizó un incidente con choferes de la línea 620 que culminó con la detención, días después, de algunos de ellos en sus casas con un operativo obsceno. Se trata del mismo funcionario responsable de la represión a los trabajadores del Frigorífico Penta cuando estaban en lucha por sus puestos de trabajo, y de quien comandó en persona la feroz represión contra las familias de Guernica; quemando casillas, juguetes y las pocas pertenencias de quien allí se asentaban después de haber quedado en la calle en plena pandemia.

Mientras Axel Kicillof y Mayra Mendoza, con el argumento de la inseguridad, le dan más poder de represión a la Policía Bonaerense, dicha fuerza está nuevamente cuestionada por su vinculación en la desaparición de Lucas Escalante y el asesinato de Lautaro Morello. Este hecho derivó en la detención de Luis Alberto Zaracho -jefe de la DDI de Quilmes- y tiene a Cristian Centurión, cadete e hijo de un comisario de la fuerza y a su primo, Maximiliano Centurión, como implicados en un “homicidio doblemente agravado por alevosía y ensañamiento” y por el manejo de la caja negra de los vales de nafta de la policía. Tanto la Bonaerense como las demás fuerzas están implicadas en el narcotráfico, la trata de personas, los desarmaderos de autos, la liberación de zonas para propiciar robos y todo tipo de delitos de gravedad: y nos quieren convencer que son ellos quienes resolverán el problema de la inseguridad, cuando en gran parte son quienes los provocan o están detrás de esos "negocios" que suman a sus cajas.

Todo este andamiaje represivo en momentos de crisis y acrecentamiento de la pobreza es una forma de dar vía libre a las fuerzas que serán las encargadas de reprimir la protesta social en los momentos en que las familias trabajadoras salgan a enfrentar los duros golpes que se vienen para pagar la deuda ilegal, ilegítima y fraudulenta al FMI.

Hay que enfrentar la criminalización de la protesta y la juventud organizados en las calles, porque como ha mostrado el gran defensor de la mano dura Sergio Berni -quien tiene el apoyo de la intendenta en cuestión- lo que no se escatimará en el futuro será la represión, y eso conllevará que las causas armadas proliferen. La juventud y los trabajadores deben organizarse para enfrentar a “la secta de la picana y el gatillo fácil que está integrada por los mismos que pueblan la hermandad de los dedos en la lata”, como decía Rodolfo Walsh.