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Red Internacional
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Chubut. Violento ataque de la Policía de Trelew contra dos jóvenes

Un joven fue echado por un patovica del boliche Like. Afuera lo golpearon, lo detuvieron y le continuaron pegando en la comisaría. Su compañera también fue herida.

Iván Marín Trabajador de prensa de diario El Chubut

Martes 27 de septiembre de 2016 14:39

Foto archivo Crónica

En la madrugada del sábado 24 un grupo de jóvenes recibió una golpiza en las afueras del boliche Like de Trelew, que derivó en la detención de uno de ellos, a quien siguieron golpeando y maltratando en la Comisaría Primera.

Lourdes tiene veintitrés años, estudia Comunicación Social en La Plata, y decidió volver unos días a sus pagos, en Rawson, para visitar a su familia y a José, su compañero. El sábado a la madrugada, junto a otra pareja amiga, salieron a dar una vuelta por la noche de Trelew. Fueron a ver a Los Dragones en el boliche Like.

Luego del recital se quedaron bailando en el local, hasta que en un momento, según ella misma contó a La Izquierda Diario, se le acercó “un pibe de atrás” y la manoseó. “Mi novio le saca el brazo. Y los patovicas sin preguntar lo agarran a mi novio. Yo salgo gritando y explicando que era su pareja. Salimos los cuatro del boliche y ahí afuera ya estaba el operativo policial porque ya a esa hora termina”, relató Lourdes.

La joven continúa con la descripción del violento momento que les tocó vivir: “A la salida directamente le empiezan a pegar, al menos tres policías eran seguro. Yo salgo eufórica, gritando. Viene una milica, me empuja y me tira al piso. Viene otro policía, petizo, canoso y medio gordito y me empieza a pegar. Siento que con el codo me pega en el ojo. Ahí gritando le decía que lo que estaba haciendo estaba mal, que yo sabía que a mí no me podía tocar un hombre y que conocía todos mis derechos. Entonces me suelta”.

Sin embargo, mientras eso ocurría, su novio cuando observó que la estaban golpeando le pega una piña a un policía y sale corriendo en dirección al Casino, que se encuentra a pocos metros del lugar. “Él me dice que ve que sacan un arma, como diciendo vení acá. Deja de correr y ahí vienen, lo tiran al piso”, agregó la joven. Y dijo que, además de los tres policías, llegaron dos patrulleros. Golpearon salvajemente a su compañero, lo introdujeron en uno de los vehículos y se lo llevaron a la Comisaría Primera.

Junto con sus otros dos amigos fueron en busca de su auto para ir a la dependencia policial. Cuando llegaron al lugar, les mostraron a los policías las heridas que tenía. En ese momento su amiga le hizo ver cómo tenía su propio ojo. Los efectivos se negaron a tomarle la denuncia y a llamar a algún médico. Luego de eso la amenazaron: “Si te quedás quieta el pibe va a salir a las nueve de la mañana, si seguís haciendo quilombo a las seis”.

Frente a esta situación Lourdes llamó a su hermano que se encontraba en Rawson. Cuando llegó al lugar, la llevó primero al hospital y luego a la oficina de Atención a la Víctima de Tribunales. De ahí volvieron a la comisaría a hacer la denuncia, donde ya se encontraba una trabajadora social de la oficina citada. La revisó el médico policial de apellido Linder, quien le dijo “yo igual creo que vos estás alcoholizada”. Lourdes cuenta que cuando el médico le dijo así, ella le respondió “es muy subjetiva su opinión y me está dando a entender que me pueden pegar si yo tomo. Cuando le dije eso, no me dijo nada. Se retiró. Luego de eso me tomaron la declaración. Eran alrededor de las ocho de la mañana”.

Contó que no se quería ir del lugar pero que los policías le dijeron que le habían iniciado una causa a su novio y no lo iban a liberar hasta que prestara declaración, alrededor de las seis de la tarde. De ahí salieron a avisarle a la familia de José.

Mientras el joven estuvo detenido en una celda siguió recibiendo golpes y distintas formas de maltrato. “Me contó que en la comisaría le pegaron mucho, en el bazo. Él es remorocho, así que moretones no se ven”, describe Lourdes. Entre dos policías le pegaban y le decían “éste le pegó a un milico, a éste le vamos a dar”. Cuando José les dijo que tenía una parte del cuerpo desgarrada, los policías respondieron “menos mal que nos avisaste así te vamos a pegar más. Ese era el trato”, denuncia consternada la joven. Los golpes continuaron incluso en el viaje hacia tribunales para que prestara declaración. Luego de eso lo liberaron.

El ojo de Lourdes muestra signos de violencia

La joven recalca que el lunes amplió la declaración de su denuncia, ya que por el estado nervioso en que se encontraba la primera vez que lo hizo, cometió algunos errores u olvidos en la descripción. “En ese momento era como yo sabía mis derechos pero te cuesta plasmarlo cuando en un ambiente te hacen creer y ver que no existen. Me da mucha tristeza de lo que pasa en nuestra provincia, que los problemas con la policía son conocidos mundialmente. Yo soy hija básicamente del dasnevismo acá y siempre fue mano dura, siempre fue así”, dice Lourdes.

Finalmente se mostró disconforme con la cobertura que hizo el diario El Chubut del caso, planteando que tomaron solamente la versión de la policía: “La única fuente que leo en los dos párrafos todo es cuidando a ese policía que alguien vino y le pegó. Ni siquiera se comunicaron con nosotros para ver si eso había sido verdad”.

Mientras todo esto ocurre, se espera que entre hoy y mañana el juez José Alberto García dictamine cuántos años de pena le da a los policías Humberto Celi e Iván Roldán por la golpiza que recibió la familia Torres en mayo de 2014. Al primero de ellos le podrían dar hasta diez años de prisión.