Las aguas turbias de la inundación otra vez se hicieron presentes en la casa de los vecinos de Virrey del Pino, en los barrios "Los Álamos" y "Esperanza" a partir de la tormenta del lunes. Sostienen que esto se debe a las obras de infraestructura mal realizadas
Jueves 2 de enero de 2020 21:22
La inundación pone de manifiesto las mentiras de campaña
Desde el 1 de enero las familias de Los Álamos y del Barrio Esperanza (Virrey del Pino) viven un nuevo ciclo de inundación. Si bien expresan que es en parte a causa de la lluvia del día lunes, lo nuevo que pudieron notar es que esta “subida” de agua respondería a las obras de infraestructura que están para prevenir justamente las inundaciones.
Estas no fueron concluidas o, como expresa una vecina del lugar en una entrevista con la revista "El Nacional" de La Matanza, fueron hechas sin la planificación correspondiente para que efectivamente "no se inunde más". Dice Ángela: "Hicieron obras para un entubado y pusieron falsas bocas de tormenta. Esto hace que ahora el agua suba más rápido. Es una vergüenza."
Según la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), se necesita una inversión de $727 millones para concluir las obras de la cuenca, mientras que el distrito cerró en el 2018 con un superávit mayor a los $2300 millones y tiene depositado en el Banco Provincia una suma de $11000 millones de activos. Estos datos refuerzan más el argumento de que las prioridades de los gobiernos provinciales y municipales lejos están de mejorar la vida material de nuestras comunidades. Por el contrario, la preocupación del nuevo gobierno es pagar dólar sobre dólar la deuda externa que pactaron los empresarios y que oficializó el gobierno de Cambiemos con el apoyo del Partido Justicialista.
Esto demuestra lo más crudo de las campañas electorales, las mentiras que son cuenta corriente en el marco de una situación socioeconómica y ambiental en la que los padeceres siempre los sufre el pueblo pobre.
Un nuevo año, las mismas condiciones. Más de 37 años de gobiernos peronistas en #LaMatanza las obras hidráulicas siguen sin realizarse y @FerEspinozaOK aumenta impuestos. Pagar más para seguir bajo el agua para las familias de Virrey del Pino. pic.twitter.com/CWuzoTEwya
— Nathalia Gonzalez (@NathiGonzalezS) January 2, 2020
Espinoza, ya te conocemos
El barón matancero no es nuevo en estos pagos. Cuenta con diez años (2005-2015) de gobernación municipal en su haber por el Partido Justicialista y más precisamente la rama del PJ-Kirchnerista. Años dónde hemos sufrido reiteradas inundaciones, pérdidas humanas y materiales que corrieron por parte del pueblo más pobre de La Matanza. Ahora vuelve a la cabeza de la municipalidad con un superávit “heredado” de las recaudaciones impositivas de la gestión de su compañera Verónica Magario.
Más de 40 años de peronismo en la zona evidencian que no son ninguna prioridad las condiciones de vida en las que viven más del 40% de los habitantes con la falta de obras hidráulicas, la precariedad de las viviendas y la infraestructura. Estas catástrofes no son naturales, sino que son la consecuencia de décadas de desinversión y exponen a las peores condiciones a las familias trabajadoras
Basta de palabras, las comunidades necesitan hechos
Los vecinos del barrio tampoco quieren seguir perdiendo lo poco que tienen ante cada inundación. Necesitan soluciones de fondo, que se hagan urgentemente las obras hídricas necesarias para que no se inunde más, que se instale la red de cloacas y agua potable.
Axel Kicillof, que se encuentra sumamente tensionado en la negociación con Cambiemos por el futuro aumento de impuestos para la provincia, tiene la responsabilidad de dar solución a estos problemas de suma gravedad para nuestras comunidades. La responsabilidad es compartida con la exintendenta y ahora vicegobernadora, Verónica Magario, quien se fue sin cumplir sus promesas de campaña y de gestión en el Municipio. Por supuesto, también es responsable Fernando Espinoza, actual intendente, quien solo utiliza las inundaciones como postales de campaña y promesas al viento.
Por todo esto, exigimos salidas concretas e inmediatas para las familias damnificadas: un resarcimiento económico, suspensión de cobro de servicios (estos que poseen una tarifa muy cara y que presentan un muy mal funcionamiento, realmente una estafa al pueblo trabajador) y entrega de mercadería de los grandes supermercados para esas familias que otra vez perdieron lo poco que tenían. Asumieron con promesas de mejorar las vidas de nuestras comunidades, para que esto suceda deben invertir las prioridades: la deuda que se debe saldar es con el pueblo trabajador.