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Música / Rock. Virus en Niceto: soy dueño de hacer todo lo que pueda complacerme

Apenas dos semanas después de su histórica presentación en el Luna Park, el grupo defiende sus canciones en un intenso formato club que ahora buscará repetirse.

Juan Ignacio Provéndola @juaniprovendola

Miércoles 19 de abril de 2023 00:30

Foto: fanpage oficial de Virus en Facebook.

Foto: fanpage oficial de Virus en Facebook.

“Nosotros no hablamos: tocamos”, dijo Marcelo antes de “Pronta entrega”, una de las versiones en voz de Julio más celebradas. Como siempre, todo lo que diga un Moura contiene algo de ironía. Pero Virus promediaba su show en Niceto Club y, en efecto, no hubo más palabras que esas y otros “gracias” al aire. En el fondo, todos entendieron que ni siquiera era necesario.

Apenas catorce días después la apuesta en el Luna Park, el grupo se lanzó a un formato menos frecuente pero igual de interesante. Una medida no tan pomposa, pero acaso más cercana y cálida que la que ofreció en templo del box argentino, abarrotado y emotivo. No en un estadio. No en un teatro. En una sala. Casi que de culto. Y poco común en su agenda porteña.

En una entrevista reciente con La Izquierda Diario, Julio Moura adelantó que estaban trabajando sobre nuevas maneras de versionar el repertorio de Virus. Eso se debía a la vuelta de Mario Serra a la batería. Pero también a su mayor participación en el vocal. Lo cual, además, reordenaba el rol de Marcelo en escenario, ahora más dedicado al teclado, por ejemplo.

En el Luna Park todo eso fue evidente: la banda mostró un formato inédito frente a sus canciones y agradó con recursos artísticos y tecnológicos. Pero Niceto, en cambio, propuso una dimensión que le permitió a Virus despojarse de arabescos escénicos y multimedia omnipresente. Y no porque hubiese estado mal. Pero, como dice alguien por ahí, las cosas son más fáciles para los buenos. Y Virus (todo lo que ese nombre significa) dispone de las suficientes canciones para encender a gente que nació mucho después de los 80s pero igual las siente propias.

En un set de hora y veinte minutos, Virus comprimió la lista del Luna y entregó un repertorio imponente de 18 canciones eternas en un formato club picante y detonado. El inicio con “Imágenes paganas” y “Sin disfraz” insinuó una noche de clásicos. Y así lo fue también con “Amor descartable”, “El probador” y “Wadu wadu”.

Sin embargo, la faena en Niceto también arrojó visitas interesantes a la época en la que Julio estaba muy copado con el sonido postpunk, como “Loco, coco” o “Densa realidad” (cantada por él tal como era “Mi ciudad”, la versión inicial del demo de Duro, formato pre Virus sin Federico aún). Y, en otro aspecto, el recuerdo que “Los sueños de Drácula” deja del Virus a dos guitarras distorsionadas en el disco Agujero interior.

Naturalmente, gran parte del set se estriba en Locura y Superficies de placer, los dos álbumes de Virus que más contribuyeron al cancionero popular. Dos discos para siempre que dan la posibilidad, aún hoy, de ofrecer sorpresas. Como el baño de caramelos en “Luna de miel en tu mano” —algo que se instaló recién en los 2000— o “Mirada speed” con Julio en guitarra y voz, Marcelo al teclado y un cierre apoteósico.

La vuelta de Mario Serra agrega presencia en el pulso rítmico de la banda, el reloj que cronometra los distintos arrestos históricos del grupo, desde la new wave al synth-pop. Julio Moura, en tanto, vuela su viaje entre ser por primera vez la voz de sus propias letras (“Ausencia” fue un alto de la noche) y permitirse momentos de jam en las guitarras que compuso (“Destino circular”). Y Marcelo, finalmente, asume la corporalidad en el eje del escenario como un péndulo que se mece entre los distintos movimientos.

Alrededor de ellos, el grupo se completa con Ariel Naón en bajo, Patricio Fontana en teclados y Agustín Ferro en guitarra, la guardia pretoriana que integra la estructura. El resultado de todo eso es fabuloso, y aún más si los detalles están más a mano. Como pasó el viernes. Un equilibrio muy saludable para el beneficio de una obra que —ellos mismos reconocen— trascendió a sus propios creadores.

El show surgió como inicio de la saga de espectáculos que Niceto Club producirá por sus 25 años. Aunque el formato funcionó y, entonces, se agregó una nueva función para el sábado 29 de abril. Después de toda la avanzada del Luna Park, Virus encontró ahora una versión muy poderosa. Apta para fanáticos y no tanto: a ambos les interesará verlos a esta distancia humana, sin más de por medio que una pista de baile.