Tarifazos en transporte, energía y prepagas ¿Cubrir costos? ¿Y el costo de vivir? Columna de economía de El Círculo Rojo, un programa de La Izquierda Diario en Radio Con Vos, 89.9. En texto y video.
Pablo Anino @PabloAnino
Viernes 23 de febrero de 2024 02:28
- Escuchábamos un intercambio que se daba en una señal de televisión por cable (A24) cuando el gobierno anunció el tarifazo del transporte público de pasajeros con un aumento de más del 250 %.
- Es interesante lo que allí plantean: por un lado, que varios de los testimonios recogidos en la calle justificaban ese aumento; pero, por otro lado, señalaban lo insuficiente de los sueldos.
- Mientras avanzan los tarifazos en transporte, energía y prepagas, uno de los argumentos del gobierno es que se trata de “corregir” una suerte de descontrol de subsidios y que el pago de los servicios que hace cualquier persona de a pie debe cubrir los costos de su producción.
- Es lo que dijo, por ejemplo, el portavoz presidencial, Manuel Adorni. Habló de “desajustes financieros” del sector. Y agregó que “Buscamos llevar a cabo una tarifa justa y equitativa que permita cubrir los costos operativos y mantener la calidad del transporte público”.
- Parece un argumento racional e incluso se convierte en un sentido común en muchos sectores de la población afectados por los aumentos de tarifas que hay que pagar por los servicios lo que "cuestan".
- Se podría cuestionar que los “costos operativos” del transporte o de la energía no son conocidos, no son claros, para toda la población o que las empresas hacen fraude con los números.
- No hay que naturalizar que los tarifazos están justificados en “costos” (que, obviamente, existen, aunque distorsionados por la contabilidad creativa empresarial) porque los servicios de los que estamos hablando (transporte, energía, salud) deberían ser esenciales, de acceso universal, para toda la población trabajadora.
- No solo eso. Cuando existen subsidios en realidad no son al usuario, al trabajador o a la trabajadora, sino que son un subsidio a todos los empresarios ¿Por qué? Porque transporte más barato, energía más barata y salud más barata, dan como resultado una clase trabajadora más barata, que le “cuesta” menos al empresario.
- Pero, en realidad, me quería detener en el otro punto que se debatía en la señal de cable. Supongamos que aceptamos que todos los bienes y servicios se tienen que pagar al “costo”.
- Una pregunta muy importante es ¿por qué lo que consumimos tiene que pagarse al costo y quienes producen todo lo que consumimos, las trabajadores y trabajadoras, quienes venden su fuerza de trabajo, no son retribuidos por su “costo”, por lo que cuesta vivir?
- ¿Cuánto cuesta vivir en Argentina? Si vamos a lo elemental, comer, podemos mencionar el costo de la canasta básica alimentaria que estima INDEC para medir la indigencia: en enero, un hogar de cuatro integrantes, necesitó ingresos por $286 mil para no ser indigentes.
- El INDEC también mide el costo de la canasta de pobreza. Esta canasta considera bienes y servicios no alimentos, como el transporte o la educación. En enero, un hogar de cuatro integrantes necesitó $597 mil para no ser pobre.
- Hay otro cálculo más amplio que realiza ATE INDEC, es decir la organización gremial del organismo de estadística.
- Ese cálculo mide el costo de una canasta de consumos mínimos, que considera, entre otros bienes y servicios, el pago de un alquiler, algo que, por ejemplo, no está en la canasta de pobreza de la medición oficial. En enero, el costo de la canasta de consumos mínimos fue de $931 mil.
- En la actualidad, el salario mínimo, que el gobierno estableció en $180 mil para febrero no cubre ni el costo de la canasta de indigencia. No alcanza ni para comprar los alimentos básicos. Pero ya hace rato en Argentina existe otro fenómeno: el de los trabajadores y trabajadoras formales, registrados, que son pobres.
- La semana pasada lo conversamos con Natalia Pérez Barreda del MATE: el ingreso promedio de los asalariados registrados está por debajo de la línea de la pobreza. Estamos a un paso del salario más bajo de la historia desde que se registran estadísticas.
- Entonces ¿Cuál es costo de vivir? ¿Cuánto se merece percibir la clase trabajadora: el ingreso de indigencia o uno más amplio que le permita vivir algo mejor?
- Para Carlos Marx esto no estaba determinado de ante mano. Estaba determinado histórica y socialmente, contenía un elemento moral, dependía del grado de desarrollo de la economía. Pero dependía y depende, fundamentalmente, de la lucha de clases.
- Las condiciones materiales de la humanidad permiten que todo el mundo viva bien. Pero eso no ocurre. El problema es que bajo el capitalismo eso es un imposible. Porque, incluso, cuando la fuerza de trabajo se paga a su “costo”, existe explotación.
- En nuestro país, con la licuadora y la motosierra, Milei actúa como Hood Robin. Les saca a los pobres para darle a los ricos. Pero podemos dar vuelta la historia para que vivir no cueste tanta vida.
Pablo Anino
Nació en la provincia de Buenos Aires en 1974. Es Licenciado en Economía con Maestría en Historia Económica. Es docente en la UBA. Milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Es columnista de economía en el programa de radio El Círculo Rojo y en La Izquierda Diario.