La lucha de las voleibolistas del Fortín para que la actividad tenga un reconocimiento por parte del club que le permita la alta competencia en el vóley nacional.
Martes 7 de septiembre de 2021 21:57
Antonela Curatola, ex armadora del club y la Selección Argentina, encabeza junto a las voleibolistas del Fortín (últimas campeonas de la Copa Metropolitana) un reclamo para que la actividad tenga un presupuesto acorde para poder competir de igual a igual en el vóley nacional. Curatola es oriunda de Ciudadela e hincha fanática de Vélez, al igual que toda su familia. Es una de las históricas del vóley del conjunto velezano y en la Selección Nacional, y aunque por problemas personales se bajó de las convocatorias, dejó su huella en Las Panteras disputando todos los torneos de los que participaron, quedándose solo con la espina del Juego Olímpico trunco, pero que pudo cubrir en su rol de periodista deportiva.
Se retiró hace apenas unas semanas subiéndose al podio con el club de sus amores (jugó 11 Ligas Argentinas y 2 en Europa), pero la ex Pantera no pudo disfrutar plenamente ni del título ni de las manifestaciones de afecto y reconocimiento de sus pares y de les hinchas del Fortín.
El pasado 21 de agosto, las últimas campeonas de la Copa Metropolitana apenas unos días atrás, salían a la cancha en el inicio del Torneo Oficial Metropolitano de la División de Honor Femenina (máxima categoría) para enfrentar a Ciudad. Las Fortineras cayeron por 3 a 1. Sin embargo, la nota de color no fue el triunfo de las visitantes ante las recientes vencedoras de la última final del Metro, sino que lo que llamó la atención fueron las 9 jugadoras, que habitualmente son las titulares y suplentes del Fortín, sentadas en la tribuna. Vélez disputó esos cuatro sets ante Ciudad de Buenos Aires con el equipo sub19. En el Twitter del vóley femenino del club de Liniers (@fortinerasvoley) se posteó lo siguiente: “¿Por qué estaban en la tribuna y no jugando? Porque no tienen respuestas por parte de quien debe darlas. El torneo empezó y no hay presupuesto para la actividad. La persona responsable de que las chicas no hayan estado en cancha es Adrián Peláez (vicepresidente tercero de la institución)”.
El voley femenino volvió a la competencia ayer por la noche y el protagonista no fue sólo el partido: hubo 9 chicas, que habitualmente están jugando, sentadas en la tribuna.
¿Por qué estaban en la tribuna y no jugando? ¿Cómo fue el partido?
Seguí leyendo... pic.twitter.com/YSN7i7bQkG— Fortineras Voley (@FortinerasVoley) August 22, 2021
“El conflicto surge principalmente porque teníamos un presupuesto hasta la primera mitad del año y ahora para la segunda mitad decidieron que no. Entonces, las chicas que percibían becas no pueden jugar por si quieren irse a otro club. Si las jugadoras pisaran cancha en este momento, quedaría sin efecto algún pase que pueda realizarse a otro club. Y Vélez, como generador constante de jugadoras de inferiores y mayores, tiene chicas con ofertas de otras instituciones. Fue una decisión conjunta de todas las chicas (no jugar las mayores) de no arriesgarse a tomar la decisión de quedarse en un club que, a priori, no quería presentar ningún tipo de presupuesto para con la actividad”, indicó Antonela, que sigue defendiendo los colores del Fortín, ahora desde afuera del rectángulo de juego.
Lo que hicieron ese día de agosto en el Anna Petracca fue organizarse y pelear por sus derechos como deportistas de una institución que tiene gran prestigio en la actividad, con un semillero enorme para la Selección Nacional y Europa y otros clubes locales, y también con un método de lucha que visibiliza que hay una necesidad urgente de apuesta (deportiva y económica) para la disciplina del club pero que no iban a dejar de estar presentes alentando a las pibas que salieron a afrontar el partido.
“Hay un desinterés muy grande de parte de los clubes de futbol o con futbol en las demás actividades y Vélez no es la excepción, y con esta dirigencia quedó más que a la vista. No quieren involucrarse con el resto de las actividades que no somos fútbol. Creo que pasa por ahí, porque es un laburo tan grande el que se viene haciendo a lo largo de tantos años y generando constantemente que se tenga que ir todo a la basura por un capricho de un dirigente que no quiere poner un presupuesto porque dice que va a déficit. Queda pésimo. Es una decisión horrible por parte del club. Es un destrato total”, afirmó Curatola que destaca una problemática que sale a la luz siempre que quieren desfinanciar a un deporte practicado por mujeres, el déficit o las supuestas pérdidas económicas. Cuestión que se ha desmitificado en múltiples ocasiones y que se explica solo en la violencia institucional y simbólica de parte del machismo que tienen naturalizado algunos dirigentes. El vóley femenino de Vélez y sus divisiones inferiores son destacadas por todas las personas del vóley nacional. Jimena Pérez, Sol Piccolo, Micaela Esperón y la propia Antonela Curatola son claros ejemplos de ello.
Curatola hizo hincapié en los problemas que esto puede traer para la disciplina y para el presente y futuro de las jugadoras del Fortín: “Se sabe que lo que quieren recortar son las becas no es que van a eliminar el vóley femenino, pero al sacar las becas se va a desprofesionalizar más aun ya que no es profesional, eso va a hacer que lógicamente las pibas que surjan y tengan la posibilidad de irse a otro club y crecer en otro lado lo van a hacer. Tenemos un Departamento de Género y Equidad que nos acompaña en el reclamo y ha golpeado las puertas de arriba en pos de ayudarnos”. Lo que plasma la armadora en esta declaración está ligado a la lucha que ella y otras jugadoras como Natalia Espinosa, llevan a cabo en el Colectivo Doble Cambio luchando por la profesionalización del vóley femenino y la equidad de derechos.
El sábado pasado aprobaron por un plazo de 3 meses el presupuesto para las becas, las deportistas van a cobrar solo de aquí hasta diciembre asegurado. Pero no todas arreglaron aún, a las que les pareció bien el número que les propusieron estuvieron en la cancha el fin de semana. Con este pequeño paso y tras dar batalla durante varias semanas, la fecha 3 del Metro contó con algunas de las jugadoras que hace unos días estaban en la tribuna y consiguieron el primer triunfo en el certamen en condición de visitante ante Argentino de Castelar. Las deportistas llevan su reclamo más allá, comprometidas con la realidad del vóley del club, exigen también tener el escenario y los materiales adecuados para poder entrenar y jugar, como el piso, las luces, etc., y apuntan al estado del gimnasio Alcides Márquez que es el lugar donde entrenan principalmente las Tiras B y C. Las Fortineras abrieron una cuenta de Mercado Pago y pidieron colaboración para poder cambiar su realidad. La ayuda de hinchas y personas del vóley no tardó en llegar. Para aportar al vóley femenino del club de Liniers pueden hacerlo a través de Mercado Pago con el alias: fortineras.voley o email: [email protected] y las opciones “enviar dinero” o “transferir dinero”.
¡Hola! en esta ocasión necesitamos difusión y colaboración para poder cambiar un poco nuestra realidad actual.
¿Cómo podés aportar tu granito de arena? Hicimos una cuenta de MercadoPago para que socios/as del club y gente en general puedan colaborar con nuestra actividad.SIGUE pic.twitter.com/SfZmzDlGR0
— Fortineras Voley (@FortinerasVoley) September 1, 2021
Las exigencias de las jugadoras pasan por cuestiones esenciales a la hora de poder competir, con el fin de jerarquizar la disciplina. En un futuro no muy lejano, Antonela Curatola tiene pensado poder elaborar planes y proyectos para el vóley de Vélez y laburar desde adentro, aportando experiencia, conocimiento y sobre todo amor por el club del que son hinchas ella y su familia. Hace algunos días, la ex armadora fue invitada a participar en el programa “Sábado Vélez” y dejó una frase que resume mucho: “Estamos faltando al dicho de Amalfitani de ‘un chico en el club es uno menos en la calle’”, dejando en claro la importancia del rol social de las instituciones y de la necesidad de apostar a las mujeres que se ponen la camiseta por la equidad de derechos y la apuesta por clubes inclusivos.