La VW Puebla reduce la mitad del salario a 13 mil obreros sindicalizados.
Martes 31 de marzo de 2020
En medio de precarización y bajos salarios en la industria automotriz mexicana, con pronósticos mundiales de crecimiento económico nada alentadores para este año, se suman las consecuencias de la crisis sanitaria del Covid-19, que pone en peores condiciones a la clase trabajadora. Este es el caso de la reducción del 50% del salario de más de 13 mil trabajadores sindicalizados de Volkswagen en la planta de Puebla.
Como medida preventiva para evitar contagios, las empresas automotrices como Honda, Ford y Volkswagen, se vieron obligadas a parar la producción en tanto que pertenecen a un ramo "no esencial" de la economía. En el caso de esta última, cerrando sus plantas en Puebla y Guanajuato del 30 de marzo al 13 de abril tentativamente, pues todo dependerá de los avances de la pandemia e indicaciones a nivel nacional.
La empresa Volkswagen y la dirección del sindicato acordaron la reducción del 50% de salario de los trabajadores, con el concepto de “costos compartidos”. También dijeron que no habría descuentos en las prestaciones económicas que tienen como trabajadores sindicalizados. Sin embargo con un “plan de ajustes”, les van a adelantar el pago de utilidades para cubrir sus gastos la primer semana, y les adelantarán tres días de vacaciones que se juntan con los días feriados de Semana Santa para la segunda semana.
Con estas medidas -que son permitidas y avaladas por la dirección del sindicato perteneciente a la Unión Nacional de Trabajadores- se pone en evidencia que la empresa no está dispuesta a tocar sus grandes ganancias, sino que pone a los trabajadores a pagar las consecuencias de la crisis económica y sanitaria. En general la industria automotriz se quiere lavar las manos y trata de deslindarse de toda responsabilidad anunciando que habrá despidos si no se logra “contener” la pandemia.
Estas medidas se tomaron antes de que el Diario Oficial de la Federación publicara el lunes 30 de marzo el acuerdo por el que se declara como emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor, a la epidemia de enfermedad generada por el virus SARS-Co V2 (Covid-19).
Lo que idealmente tendría que significar que las patronales cubrieran un mes de salarios mínimos para los trabajadores afectados por la cuarentena, una medida por demás insuficiente para garantizar las condiciones de vida necesarias para las familias obreras.
¿Qué pueden hacer los obreros de la Volkswagen ante la crisis sanitaria?
Aunque la empresa se hizo visible por la campaña en redes sociales por la “Sana Distancia” separando la V de la W, siendo una de las empresas automotrices más importantes a nivel mundial, la VW tiene mucha mayor capacidad para poner su producción al servicio de la crisis sanitaria.
La tecnología productiva de VW podría servir, reconvirtiendo la producción, para fabricar respiradores y abastecer los hospitales como se empezó a hacer en Italia y Estados Unidos. Esta medida, de llevarse a cabo, podría ser acompañada de impulsar el control de la producción por parte de los trabajadores.
A la par, la autoorganización de los obreros es fundamental para imponerle a la patronal y la burocracia sindical las medidas sanitarias y derechos laborales mínimos para seguir produciendo durante la pandemia. Así como para impulsar la sindicalización de todos sus trabajadores, y exigir que se garantice, por parte de las autoridades federales, que la empresa pague 100% de los salarios y se prohiban los despidos.
Sólo con una comisión de seguridad e higiene conformada por los mismos obreros para vigilar a la patronal, y apelando a la movilización del conjunto de la planta laboral, podrán imponerse medidas sanitarias como los test masivos para todos sus trabajadores, evitando riesgos como el generado tras la irresponsable exposición de los obreros al convivir con un consultor que venía de Europa y fue diagnosticado con Covid-19 posteriormente.
Como se ha expresado en otros sectores, hay que impulsar la producción para abastecer con productos que requiera la sociedad para combatir la pandemia (como la industria automotriz podría producir respiradores) y no para seguir enriqueciendo a los grandes empresarios, demostrando que hay alternativas obreras a la crisis. Para eso, hay que impulsar la organización de los trabajadores y recuperar sus organizaciones obreras, de manera independiente a la patronal.
Andrea Vargas
Estudiante de la FCPyS e integrante de la Agrupación Juvenil Anticapitalista