El martes 2/2 las automotrices Volkswagen y Mercedes Benz anunciaron nuevos ataques a los trabajadores, a pesar de que ambas adhirieron al Plan de Protección del empleo (PPE), plan que reduce la jornada laboral y los salarios de los trabajadores.
Virgínia Guitzel @Virginiaguitzel
Viernes 5 de febrero de 2016
La ganancia y la sed por lucros capitalistas alejará a más de 800 obreros de Volkswagen que serán suspendidos (layoff). En Mercedes Benz, como fue anunciado por carta a los trabajadores, a partir del 17 de febrero 1.500 obreros entrarán en licencia remunerada por período indeterminado, es decir, 15% del efectivo de 10.000 obreros que tiene la planta de São Bernardo do Campo.
Mientras en la página oficial del sindicato de metalúrgicos del ABC (SMABC) no se encuentra una palabra siquiera sobre las suspensiones y licencias remuneradas, la editorial del sindicato este mes es un especial en defensa de Lula frente a la nueva etapa de investigaciones de los escándalos de corrupción en Petrobras, conocida como operación “Lava-Jato”.
En Volkswagen, este nuevo ataque se suma a las suspensiones de 1.200 obreros en enero, que pasó sin ninguna resistencia de la dirección cutista.
¿El PPE previene despidos y ataques?
El Plan de Protección del Empleo fue una medida defendida por los dirigentes de la CUT hace algunos años, inspirada en los planes de salvación de la industria en Alemania. Aun retrocediendo en una histórica demanda sindical de reducción de jornada sin reducción de salario, los dirigentes del sindicato de los metalúrgicos defienden esta propuesta como “justa”, ya que no parten de que todo trabajo en el capitalismo es explotación y de que los salarios, bajísimos y más en comparación con las ganancias patronales, son la expresión máxima de que los patrones se enriquecen a costa de la vida dejada por los trabajadores dentro de las fábricas.
¿El PPE protege a los trabajadores o a las ganancias patronales?
La industria es el sector más alcanzado por la crisis económica. Solo el año pasado, fueron 5.100 metalúrgicos suspendidos temporalmente (layoff) y 35.600 incluidos en el PPE en todo el país. Solo en el ABC, el PPE representa 56%, siendo 9.300 obreros de la Volks, 9.800 de Mercedes y 3.800 de Ford, más allá de las autopartes y otros sectores que sumados llegan a 24.500 trabajadores golpeados por la crisis.
La CUT, que sigue siendo líder en la carrera por aprobar el PPE, le oculta a los trabajadores que en vez de proteger empleos, protege las ganancias patronales, que se mantienen altísimas incluso con la inmensa crisis económica que atraviesa Brasil. Además de eso, no preparan a los trabajadores para que enfrenten consecuentemente los ataques de los gobiernos y patrones.
La única manera de garantizar los puestos de trabajo frente a la crisis es a partir de la movilización y de la demostración de la fuerza de aquellos que realmente mueven la economía y producen todo. No existe un “buen ajuste” para los trabajadores, por eso, si la demanda de trabajo es menor, que se reduzcan las horas de trabajo sin reducción de salario, y que el costo de esta medida sea pagado con las ganancias millonarias acumuladas por las automotrices en los últimos años.
